COP Principado de Asturias
• La consejera de Derechos Sociales y Bienestar, Marta del Arco, señaló que se está trabajando en la nueva ley de servicios sociales
• María Fuster, coordinadora de Intervención Social del Consejo General de Psicología, defendió que hay que pasar de un modelo contable a uno comunitario
La consejera de Derechos Sociales, Marta del Arco, señaló en la apertura de la primera Jornada de Psicología de la Intervención Social celebrada hoy en Oviedo, que desde la consejería se está trabajando en una ley de servicios sociales y valoró el pacto por los cuidados conseguido en Asturias gracias a un gran consenso. Del Arco afirmó que el objetivo de la consejería es incorporar a más profesionales de la Psicología el próximo año para atender a los menores de edad por problemas de trauma severo, ante el recrudecimiento de cuestiones graves de salud mental. Recordó el papel fundamental de los servicios sociales primarios en el contexto comunitario y la importancia de los equipos territoriales para poder garantizar los derechos.
El Colegio Oficial de Psicología del Principado de Asturias (COPPA) ha organizado esta jornada para poner de relieve a los profesionales de la Psicología en los servicios sociales de base en Asturias, valorar su trabajo e impulsar su función de cara a un nuevo modelo, según explicó la decana del Colegio, Elvira Vilorio. En la conferencia inaugural, María Fuster, psicóloga clínica y coordinadora de Intervención Social del Consejo General de Psicología (COP), defendió que es urgente un nuevo modelo de servicios sociales para dar cobertura a las necesidades psicológicas esenciales. “Hay que pasar de un modelo contable, basado en la urgencia, a uno comunitario. Tenemos que definir funciones, los protocolos tienen que ser flexibles, tenemos que volver a ocuparnos del malestar. Este es el encargo que tenemos en sociedades tan convulsas que afectan a la convivencia, donde hay una pérdida del sentimiento de confianza que afecta a la cohesión social, donde hay que tener un diagnóstico para conseguir una ayuda, eso es estigma y satura los servicios de salud mental”.
Fuster valoró el papel fundamental de los profesionales de la Psicología de la Intervención Social en un mundo tan complejo, con crisis sostenidas que tensionan los sistemas de protección, en una sociedad cuestionada por los indicadores de malestar, de pobreza y de violencia. Por ello propuso una mayor incorporación de profesionales de la Psicología en los servicios sociales de base porque la ratio actual por habitante no tiene ningún sentido.
Habló de aislamiento social, de soledad no deseada, de pobreza y desahucios, de violencia, fracaso escolar, desprotección infantil e indicadores de suicidio. Ante este contexto social de crisis, propuso cambiar el modelo desde lo local, crear condiciones suficientes para la calidad de vida, entornos saludables, redes de apoyo, familia, formación, empleo, autonomía, querer y sentirse querido.
“Podemos cambiar el modelo -dijo Fuster pero tenemos que creérnoslo y necesitamos liderazgo político para responder a los problemas de las personas y a su integración en el entorno mediante una acción programada. La intervención social tiene que ser un lugar de encuentro entre disciplinas, con el trabajo social y la educación social. Esa va a ser la fortaleza de nuestro enfoque, con un discurso común y un relato compartido para poner a la persona realmente en el centro”.
Explicó que la Psicología de la Intervención Social busca mejorar la calidad de vida de las personas y trata de superar enfoques basados en las carencias y las patologías para asumir un papel más proactivo y autónomo de la persona. Y recordó la aportación de la intervención social en las últimas décadas para mejorar el bienestar psicológico y social de personas, de grupos y comunidades, especialmente en las situaciones más frágiles y vulnerables.
En la jornada se presentó un informe sobre ‘La Psicología de la Intervención Social en Asturias’ y se expusieron diferentes experiencias de trabajo con la Administración local, con personas mayores o con personas con discapacidad y actuaciones con entidades del tercer sector. En las jornadas participaron también profesionales de Grupo 5 que explicaron sus proyectos con personas sin hogar y en riesgo de exclusión.