El Instituto Nacional de Excelencia para la Salud y los Cuidados (NICE) ha lanzado una actualización de su guía clínica sobre el trastorno bipolar (Bipolar disorder: assessment and management [CG185]). Las recomendaciones del NICE se basan en revisiones sistemáticas de la mejor evidencia disponible y en la consideración explícita de la eficacia, eficiencia y efectividad de las intervenciones.
Destinatarios
Esta guía, dirigida a profesionales de la salud, así como a aquellos que trabajan en salud ocupacional y servicios sociales, aborda exhaustivamente la detección, evaluación e intervención del trastorno bipolar en niños, jóvenes y adultos. Ofrece una serie de recomendaciones basadas en la evidencia sobre la detección, evaluación y manejo del trastorno bipolar en adultos en atención primaria y especializada, el manejo de la manía, la hipomanía y la depresión bipolar, y la promoción de la recuperación en atención especializada.
El trastorno bipolar
Según recoge la guía, el trastorno bipolar es un trastorno mental complejo, recurrente y grave que suele manifestarse entre los 13 y 30 años de edad, con una prevalencia de por vida del 1.4%. Se caracteriza por episodios de manía o hipomanía con euforia, sobreactividad y comportamiento desinhibido, así como episodios de depresión con pérdida profunda de interés y motivación, a menudo con un estado de ánimo deprimido más leve entre los episodios.
El trastorno bipolar se asocia con un mayor riesgo de suicidio y enfermedades físicas, como enfermedad cardíaca isquémica, diabetes, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, neumonía y lesiones no intencionales. Alrededor de dos tercios de las personas con trastorno bipolar también experimentan otro trastorno mental, generalmente trastornos de ansiedad, trastornos por uso de sustancias o trastornos de control de impulsos. El riesgo de recurrencia en el año siguiente a un episodio del estado de ánimo es especialmente alto (50% en un año y >70% a los cuatro años) en comparación con otros trastornos psiquiátricos, lo que tiene importantes implicaciones para el manejo a largo plazo del trastorno.
Principales recomendaciones
Las recomendaciones de atención para adultos, niños y jóvenes en todas las fases del trastorno bipolar incluyen promover un mensaje de recuperación positiva desde el momento del diagnóstico, construir relaciones de apoyo y empáticas como parte esencial de la atención, y negociar lo antes posible con la persona con trastorno bipolar y sus cuidadores sobre cómo se compartirá la información con terceros, entre otras.
Algunas de las recomendaciones del NICE incluyen que:
- Las personas deben recibir información adecuada a su nivel de desarrollo sobre el propósito y los posibles efectos secundarios del tratamiento, incluyendo cualquier evaluación necesaria, y se les debe brindar la oportunidad de hacer preguntas.
- Los medicamentos se deben elegir en colaboración con la persona con trastorno bipolar, teniendo en cuenta las opiniones del cuidador si la persona está de acuerdo.
- El régimen general de medicación se debe revisar regularmente para retirar los medicamentos que no son necesarios después del episodio agudo.
- En cuanto al reconocimiento y manejo del trastorno bipolar en adultos en atención primaria, se recomienda preguntar sobre episodios previos de sobreactividad o comportamiento desinhibido al presentarse en atención primaria con depresión, y considerar la derivación para una evaluación de salud mental especializada si estos síntomas han durado cuatro días o más.
- Además, se sugiere monitorizar la salud física de las personas con trastorno bipolar al menos anualmente.
Manejo en atención especializada
Por otro lado, en el manejo de la manía o hipomanía en adultos en atención secundaria, se ofrecen diferentes intervenciones farmacológicas y psicológicas, dependiendo de las circunstancias individuales de cada paciente. En el caso de la depresión bipolar, se recomienda ofrecer intervenciones psicológicas específicamente diseñadas para el trastorno bipolar, o bien, intervenciones psicológicas de alta intensidad en línea con la guía clínica del NICE sobre la depresión.
En el manejo a largo plazo del trastorno bipolar en atención especializada, se enfatiza la importancia de discutir el manejo a largo plazo del trastorno con la persona y los cuidadores después de cada episodio de manía o de depresión bipolar. Esta medida tiene como objetivo ayudar a comprender que el trastorno bipolar es una afección de curso variable que requiere manejo personal y compromiso con los profesionales de atención primaria y secundaria, así como la participación de los cuidadores.
Papel del tratamiento psicológico
Respecto al papel de las intervenciones psicológicas y farmacológicas para prevenir recaídas y reducir los síntomas del trastorno bipolar, se debe abordar el riesgo de recaída después de reducir o detener los medicamentos para un episodio agudo, así como los beneficios y riesgos potenciales de los tratamientos a largo plazo, indica la guía. Además, la guía del NICE hace hincapié en la importancia de brindar información clara sobre el trastorno bipolar y ofrecer intervenciones psicológicas estructuradas para prevenir recaídas o para personas con síntomas persistentes entre episodios.
En cuanto al tratamiento farmacológico a largo plazo, se recomienda el litio como primera línea de tratamiento y se discuten las opciones alternativas en caso de ineficacia o intolerancia al litio.
La guía también promueve la recuperación y el retorno a la atención primaria para aquellas personas cuyos síntomas han respondido positivamente al tratamiento y permanecen estables.
Asimismo, los expertos presentan recomendaciones para el reconocimiento y diagnóstico del trastorno bipolar en niños y jóvenes, así como para su manejo, incluyendo el tratamiento de episodios de manía o hipomanía y depresión bipolar, y la elección de intervenciones psicológicas estructuradas específicamente diseñadas para este grupo de edad.
Barreras al tratamiento: el modelo biomédico
El documento también aborda las barreras en el tratamiento del trastorno bipolar, destacando la importancia de combatir la percepción errónea de que este trastorno debe tratarse exclusivamente con medicamentos debido a sus influencias genéticas y biológicas. La guía del NICE desafía esta idea al encontrar en su revisión de la literatura científica que los tratamientos psicológicos son eficaces tanto en la depresión bipolar como en la prevención de recaídas, en adultos y jóvenes.
El cuidado de la salud física
La guía también resalta la importancia de mantener una buena salud física en personas con trastornos mentales graves como el trastorno bipolar. Este cuidado de la salud física, no obstante, requiere un cambio en las actitudes y prácticas de los profesionales sanitarios, que a menudo, dejan de lado estos aspectos. Además, el documento menciona la controversia en torno al diagnóstico y tratamiento del trastorno bipolar en niños y jóvenes, señalando el aumento preocupante del uso de antipsicóticos en este grupo de edad, a pesar de la falta de evidencia sólida que respalde su eficacia y los riesgos asociados con su uso en poblaciones jóvenes.
Fuente: