El estrés financiero relacionado con la crisis del coste de vida está aumentando la demanda de psicólogos/as. Así lo advierte la Sociedad Australiana de Psicología (APS-Australian Psychological Society) en un artículo a través del cual aborda el impacto psicológico que conlleva el estrés financiero relacionado con la crisis del coste de vida y pone de relieve el rol esencial de los profesionales de la Psicología a la hora de ayudar a las personas frente a estas situaciones.
Tal y como señala la APS, en el contexto actual en el que muchas personas están viviendo un aumento de los precios en general, de pagos de hipotecas y alquileres, así como problemas de ingresos económicos, la relación entre economía y salud mental nunca había sido tan evidente. Este vínculo, advierte, “es fuerte” y “puede afectar a toda la familia”.
En este sentido, recoge una serie de datos de diversos estudios que ponen de relieve el impacto de las presiones del coste de vida sobre la salud mental, entre ellos, el de la Universidad Nacional Australiana, que señala como “a un 30% le resulta ‘difícil’ o ‘muy difícil’ sobrevivir con sus ingresos actuales, lo que afecta a su resiliencia mental”, o la encuesta comunitaria realizada por el servicio de apoyo a la salud mental Beyond Blue, cuyos datos indican que una de cada tres personas revela un impacto negativo significativo en su salud mental debido al aumento del coste de vida, y destacan un aumento de las consultas por ansiedad y estrés derivado de los problemas económicos.
Ha aumentado la búsqueda de ayuda psicológica por síntomas de ansiedad y depresión relacionados con el estrés financiero
Sin embargo, la Sociedad Australiana advierte de que no todas las personas revelan sus problemas económicos, por lo que muchas enfrentan su situación en silencio. A este respecto, destaca el aumento de las búsquedas online de información y apoyo relacionadas con ‘problemas financieros’ y ‘personas sin hogar’.
Ante esta situación, cada vez más personas recurren a profesionales de la Psicología, lo que, a juicio de la APS, significa que “nunca ha sido más importante para la profesión comprender la relación entre la salud financiera y mental y, al mismo tiempo, cuidar de su propio bienestar”. Según sus datos, la cantidad de clientes que buscan ayuda psicológica para la ansiedad y la depresión relacionadas con el estrés financiero ha aumentado en más del 50% en el último año y cerca de un 20% de todas las consultas, están relacionadas con la crisis del coste de vida.
Algunas personas que ya siguen un tratamiento psicológico están espaciando sus sesiones, dado que no pueden permitirse la frecuencia recomendada para obtener el máximo beneficio.
Consecuencias sobre la salud física y mental del estrés financiero
Las preocupaciones más comunes que se abordan en consulta, son el aumento de los pagos de las hipotecas, el coste de la vivienda, los precios de los alimentos y las facturas de la luz, entre otras. Estas preocupaciones “son comunes a todos los niveles de ingresos, pero son particularmente graves para las familias de bajos ingresos y para aquellas que ya están experimentando problemas de salud mental y tienen menos confianza”.
De acuerdo con la APS, el estrés financiero puede provocar varios problemas físicos y psicológicos, incluido un aumento del ritmo cardíaco y de la presión arterial, dificultad para dormir, cambios en el apetito, dolores de cabeza, fatiga, irritabilidad, dificultad para concentrarse y sentimientos de desesperación e impotencia. Cuando el estrés es prolongado, puede tener un impacto significativo en la salud física de una persona, provocando dolor crónico y afectando a su sistema digestivo y cardiovascular, así como al sueño, a la memoria y a la concentración.
Así, afirma, si las personas “no pueden tratar el trauma relacionado con la crisis del coste de vida, corren el riesgo de desarrollar problemas crónicos de salud mental, como ansiedad y depresión. También pueden ser más propensos a adoptar conductas de riesgo, como abuso de sustancias o autolesiones».
La crisis del coste de vida está impidiendo a muchas personas acceder a la ayuda psicológica que necesitan
La Sociedad Australiana pone de relieve en su artículo el rol esencial que pueden desempeñar los servicios psicológicos a la hora de ayudar a las personas en la crisis del coste de vida, brindando apoyo y orientación para ayudarlas a controlar sus niveles de estrés, hacer frente a los síntomas de ansiedad y depresión y desarrollar mecanismos de afrontamiento saludables.
Sin embargo, la crisis del costo de vida no solo está afectando a la salud mental de numerosas personas, sino que también impide que muchas de ellas puedan acceder a la ayuda que necesitan. Es posible que algunas se hayan alejado de sus redes de apoyo debido a los costes de vivienda, o que tengan que viajar largas distancias para ver a un psicólogo e incluso que no puedan permitirse pagar la terapia. De igual modo, las largas listas de espera, la falta de servicios disponibles o el estigma asociado con los problemas de salud mental también pueden impedir que las personas busquen ayuda profesional.
La APS alerta del aumento en el número de clientes “que cancelan citas de psicología para ahorrar costes», una situación preocupante, ya que significa “que las personas que necesitan ayuda no la reciben«.
Los y las profesionales de la Psicología necesitan también apoyo
A su vez, la APS indica que la crisis del coste de vida está sometiendo también a los/as psicólogos/as a un estrés adicional. Muchos/as “luchan para llegar a fin de mes”, al no estar sus honorarios “a la altura del creciente coste de vida”, lo que está provocando agotamiento e insatisfacción laboral entre estos/as profesionales, impactando, consecuentemente, en la calidad de la atención que brindan.
Considera este hecho especialmente preocupante, afirmando que, “si el personal laboral de psicología no está en buena forma, tendrá un impacto significativo en su capacidad para ayudar al público”. Esto se traduce en una menor disponibilidad de profesionales para brindar estos servicios, mientras que aquellos que están disponibles “pueden estar agotados y no brindar la mejor atención posible”.
Ante esto, recuerda a los psicólogos/as que, en caso de necesitarlo, también hay ayuda y apoyo disponibles para ellos.
Fuente: APS