EL EFECTO DE LA FORMACIÓN SOBRE LA INFLUENCIA INTERPERSONAL
13 Dic 2007

Pablo Briñol, Javier Horcajo, Darío Díaz, Carmen Valle, Alberto Becerra y Jesús de Miguel

Universidad Autónoma de Madrid

 

A algunas personas les gusta pensar más que a otras. La necesidad de cognición (NC) hace referencia tanto a la motivación como a la preferencia que muestran las personas hacia la actividad de pensar. Como consecuencia de esta actividad mental, las personas con alta NC son capaces de generar más argumentos y contra-argumentos en las interacciones con otras personas. No obstante, a pesar de estos esfuerzos por influir sobre las personas, eso no garantiza que lo consigan. 

De hecho, nuestros trabajos anteriores demuestran que los grupos cuyos miembros poseían mayores puntuaciones en NC, llegaron a menos consensos durante un proceso de toma de decisiones grupal; resultando, por tanto, menos eficientes en dicha tarea. Una posible explicación para este efecto es que los participantes con alta NC sean percibidos como menos simpáticos debido quizás a que se orientan principalmente a los aspectos relacionados con la ejecución de la tarea, planteándose las interacciones con las demás personas exclusivamente en términos del «contenido» de la tarea a realizar, sin prestar atención a las necesidades socio-emocionales de los que realizan dicha tarea. Los aspectos socio-emocionales hacen referencia a las necesidades y motivaciones básicas de las personas (por ejemplo, aceptación social, estima personal, identidad, etc.).

A la luz de estos razonamientos, nos planteamos que una adecuada formación sobre el funcionamiento de los grupos (por ejemplo, sobre las necesidades de los miembros, la influencia interpersonal y la toma de decisiones en grupo) podría ayudar a compensar la tendencia dominante en las personas altas en NC a desconsiderar los parámetros socio-emocionales presentes en las interacciones grupales. Con el objetivo de poner a prueba esta hipótesis, se llevó a cabo un estudio empírico, en el que se analizaron los efectos de la formación socio-emocional sobre el comportamiento de las personas con altas y bajas puntuaciones en necesidad de cognición (NC).

En este estudio, se crearon veinte grupos de cuatro personas, de los cuales, la mitad (diez grupos) fueron asignados de forma aleatoria al grupo de intervención en el que recibieron formación sobre aspectos socio-emocionales en la toma de decisiones en grupo. Por su parte, los diez grupos de la condición de control no recibieron formación sobre este tema.

A continuación, se planteó a cada grupo una tarea en la que se debía llegar a un consenso grupal (sobre la ordenación de factores que influyen en la satisfacción del trabajo, en función de su importancia). Para ello, se les dio un tiempo de 20 minutos, tras los cuales ,se dio por finalizada esta tarea. Después de la interacción y la discusión en grupo, cada participante evaluó a cada miembro de su grupo en distintas variables sobre eficacia persuasiva y simpatía percibida.

En primer lugar, los resultados de este estudio mostraron que, en los grupos que no recibieron formación, las personas con altas puntuaciones en NC resultaron menos eficaces a la hora de resolver la tarea propuesta y no influyeron más en el grupo que las personas bajas en NC. Sin embargo, cuando recibieron formación, los miembros del grupo con altas puntuaciones en NC resultaron más eficaces y más influyentes en la tarea de grupo que los participantes bajos en NC, siendo además evaluados como compañeros más simpáticos.

 

Estos resultados nos muestran la importancia que la formación en aspectos socio-emocionales tiene sobre la eficacia de los grupos. Además, los resultados del presente trabajo son importantes, ya que sugieren que no todas las personas responden de la misma forma a la formación. En este sentido, la NC se ha mostrado como una variable de diferencias individuales relevante en este contexto.

Este trabajo constituye un ejemplo interesante de cara a la evaluación de programas de formación (y otras intervenciones) a través del método experimental. Por un lado, no sólo se incluyeron medidas de auto-informe para evaluar el impacto de la formación, sino que se incluyeron también parámetros objetivos de la eficacia del grupo. Por otro lado, en lugar de comparar a un único grupo en distintos momentos (por ejemplo, antes y después del tratamiento), se contó con un grupo control; que si bien no recibió este programa de formación concreto, sí completó las correspondientes medidas. Esta metodología experimental permite un mayor control a la hora de establecer relaciones causales entre los programas de intervención y sus efectos.

El artículo original en el que se basa este trabajo puede encontrarse en la revista Psicothema: Briñol, P., Horcajo, J., Díaz, D., Valle, C., Becerra, A. y de Miguel, J. (2007). El efecto de la formación sobre la influencia interpersonal. Psicothema, Vol. 19 (3), 401-405.

Sobre los autores y autora:

Pablo Briñol es profesor de Psicología en la Universidad Autónoma de Madrid y de la Ohio State University (Columbus, Ohio). Trabaja sobre el fenómeno de la persuasión desde una perspectiva de investigación experimental de laboratorio, habiendo publicando numerosos trabajos sobre el tema.

 

Javier Horcajo es Doctor y profesor de Psicología Social en la Universidad Autónoma de Madrid. Sus investigaciones se centran en el estudio del cambio y la medida de las actitudes, con especial interés en el estudio de procesos automáticos.

 

Darío Díaz es Doctor en Psicología por la Universidad Autónoma de Madrid, donde trabaja actualmente como investigador. En la actualidad, está interesado en la investigación sobre bienestar desde un nivel individual y social.

 

Carmen Valle es Doctora en Psicología por la Universidad Autónoma de Madrid y profesora de Psicología Social en la Universidad CEU San Pablo de Madrid. Su interés investigador se centra en el estudio del cambio de actitudes (por ejemplo, discriminación hacia la mujer) y la persuasión, y su relación con el poder de las personas.

 

Alberto Becerra es Doctor en Psicología y Profesor Titular de Psicología Social en la Universidad Autónoma de Madrid. Sus investigaciones comenzaron en el contexto de la detección de la mentira y actualmente se centran en el estudio de la influencia y la persuasión.

 

Jesús María de Miguel Calvo es Doctor en Psicología y Profesor Titular Interino de Psicología Social en la Universidad Autónoma de Madrid, donde comenzó como Profesor Asociado en 1995. En la actualidad, está interesado en la investigación de los procesos de construcción del orden social y su relación con los procesos de influencia.

 

 

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