El acuerdo sale adelante con el voto favorable de todos los grupos políticos, excepto Vox
La Comisión de seguimiento y evaluación de los acuerdos del Pacto de Estado en materia de Violencia de Género ha aprobado la renovación del Pacto de Estado contra la Violencia de Género para los próximos cinco años con el voto favorable de todos los partidos políticos, a excepción de Vox.
En concreto, ha obtenido 34 votos a favor, tres en contra y ninguna abstención. Este es el paso previo a su votación en el pleno de la Cámara Baja para su aprobación definitiva. La nueva norma, que ve la luz tras años de negociación, incluye 462 medidas que abarcan la violencia digital, la vicaria y la económica como formas de violentar a las mujeres.
El informe comienza declarando, según señala nota de prensa del Congreso, “que la violencia contra las mujeres constituye una violación de los derechos humanos y una forma de discriminación y comprende todos los actos de violencia basados en el género que implican o puedan implicar para las mujeres daños o sufrimientos de naturaleza física, sexual, psicológica o económica, así como cualquier otra forma de violencia que afecte a las mujeres”.
El texto aprobado por la comisión se compone de 461 medidas divididas en diez apartados: sensibilización y prevención; respuesta institucional: coordinación y trabajo en red; asistencia, ayuda y protección a las víctimas; asistencia y protección de menores; formación; estudios y seguimiento estadístico; recomendaciones a Comunidades Autónomas, entidades locales y otras instituciones; visualización y atención a otras formas de violencia contra las mujeres; compromiso económico y seguimiento y evaluación del Pacto.
El pacto reconoce la violencia vicaria, económica y digital como formas de violentar a las mujeres
Entre las medidas aprobadas que aparecen en el informe, los grupos instan a aprobar la Ley Orgánica integral contra la trata y la explotación de seres humanos. Esta ley, apuntan, establecerá «mecanismos adecuados» para la prevención, el refuerzo de la persecución de oficio del delito. Además, precisan que pondrá en marcha servicios y programas de protección social, reparación y recuperación integral de las víctimas de trata y explotación sexual, con una previsión de costes y una dotación adecuada de recursos humanos y económicos para su implementación y seguimiento.
También piden modificar la Ley Orgánica de protección a testigos y peritos en causas criminales, «para mejorar la protección de víctimas, testigos y denunciantes del delito de trata».
Por otro lado, quieren reformar la Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género para incluir como víctimas de violencia de género a aquellos menores que son víctimas de violencia vicaria tras la ruptura de la convivencia familiar, con ocasión de los regímenes de visitas.
En esta misma línea, piden promover, desde el Ministerio de Igualdad, en el marco de sus competencias, las medidas que tiendan a garantizar una «formación especializada, inicial y continua» en materia de violencia vicaria para todos los profesionales que tengan un contacto habitual con los niños y adolescentes víctimas.
También solicitan facilitar la denuncia en sede policial a los menores, «adaptando los servicios policiales a sus circunstancias, incluyendo los espacios físicos y las dependencias donde se recogen sus testimonios, las personas que les atienden y la metodología que se aplica para realizar el trámite testifical». Así, demanda garantizar la especialización del personal que les atiende en este primer momento, con especial atención a los menores víctimas de violencia vicaria.
La renovación del pacto es el resultado de años de trabajo
Asimismo, reclaman reconocer, regular y definir la violencia económica en el derecho como forma de violencia de género. Para ello piden que se entienda como “acción de limitar, suprimir o controlar, de manera injustificada e intencionada, el acceso de las mujeres a los recursos económicos de la familia, de la pareja o propios, así como de reducir o anular su capacidad económica presente o futura para mantenerse a sí mismas, a sus hijas e hijos, o para continuar con sus hábitos anteriores”.
Por otro lado, apuestan por sancionar a quienes, sin autorización de la persona afectada y con ánimo de menoscabar su integridad moral, ”difundan, exhiban o cedan su imagen corporal o audio de voz generada, modificada o recreada mediante sistemas automatizados, softwares, algoritmos, inteligencia artificial o cualquier otra tecnología, de modo que parezca real, simulando situaciones de contenido sexual o gravemente vejatorias (deep fakes)”.
Todos los grupos, a excepción de la extrema derecha, han destacado la voluntad de consenso y de negociación de la mayoría del arco parlamentario para llegar a un acuerdo con el objetivo de avanzar y reforzar las violencias contra las mujeres.