El 28,2% de los/as estudiantes 14 a 18 años revela haber consumido alcohol en forma de atracón en el último mes. La proporción de adolescentes que han consumido drogas ilegales en este intervalo de tiempo es de 16,5%. De forma específica, el 15,6% afirma haber consumido cannabis. Aplicando los criterios de la escala DSM-5 se observa que el 5,1% del alumnado de estas edades presentaría un posible trastorno por el uso de videojuegos.
Estos son algunos de los datos recogidos en el Informe de Indicadores clave sobre drogas y adicciones 2024, publicado por la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas del Ministerio de Sanidad, a través del cual se sintetizan los indicadores clave actuales en materia de drogas, compilados desde el Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones (OEDA).
Tal y como señalan sus autores, la información ofrecida en este informe se agrupa en cuatro grandes áreas (a saber, consumo en la adolescencia, en personas adultas, consumo problemático y adicción, y otros indicadores clave), y su finalidad es facilitar la definición de los objetivos pertinentes para el futuro, que podrían integrarse en los objetivos de planificación de la Delegación.
A continuación, resumimos los principales datos expuestos en este informe:
Foto: freepik. Fuente: freepik. Fecha: 02/10/24
Consumo de sustancias psicoactivas y conductas con potencial adictivo en la adolescencia
De acuerdo con el texto, la adolescencia es un período evolutivo “de crecimiento, exploración y de tomar riesgos”. Algunas de estas conductas de riesgos pueden fomentar el desarrollo de la identidad y la independencia; sin embargo, hay otros “que pueden tener efectos adversos en la salud y el bienestar del adolescente”. Dado que esta etapa evolutiva abarca múltiples e importantes cambios físicos y sociales, puede ser muy vulnerable al impacto derivado de la ingesta de drogas, tanto desde el punto de vista de la salud física como mental, influyendo su inicio precoz en el desarrollo de patrones de consumo problemático y de adicción.
Según datos obtenidos mediante la Encuesta sobre Uso de Drogas en Estudiantes de Enseñanzas Secundarias (ESTUDES) a adolescentes de 14-18 años escolarizados en Secundaria, correspondiente el año 2023, 56,6% adolescentes han consumido bebidas alcohólicas en el último mes, observándose un incremento en la prevalencia y rompiendo la tendencia descendiente registrada en años anteriores (53,6% en 2021).
Asimismo, el 28,2% de los y las estudiantes dice haber consumido alcohol en forma de atracón (binge drinking) -es decir, ha tomado 5 o más vasos de bebidas alcohólicas en un intervalo aproximado de dos horas-, en los últimos 30 días (27,9%en 2021).
El 15,6% de los y las estudiantes de 14-18 años ha consumido cannabis en el último mes
Aplicando la escala DSM-5 (presencia de 5 o más criterios de los incluidos para el Internet Gaming Disorder), para valorar el posible trastorno por el uso de videojuegos entre los estudiantes de 14-18 años, se observa que el 5,1% presenta un posible trastorno por este motivo (7,1% en 2021).
Entendiendo por consumo de drogas ilegales o ilícitas “el consumo autoreferido de una o más de las siguientes sustancias: inhalables volátiles, cannabis, cocaína polvo o base, heroína, anfetaminas, éxtasis, alucinógenos y GHB”, se observa que la proporción de adolescentes que consumieron drogas ilegales durante los últimos 30 días es de 16,5% (15,3% en 2021).
Concretamente, el cannabis constituye la sustancia ilegal más consumida entre los y las estudiantes de 14 a 18 años, con una prevalencia de consumo del 15,6% en el último mes (14,9% en 2021).
En relación con el riesgo percibido, el 92,7% de los alumnos y alumnas considera que su consumo habitual puede afectar notablemente a la salud y el 64,0% opina que su consumo esporádico puede causar también bastantes o muchos problemas (porcentajes similares a los obtenidos en ediciones pasadas).
Consumo de sustancias psicoactivas y conductas con potencial adictivo en población general
En este punto, el OEDA recuerda que, si bien el consumo de sustancias adictivas no siempre implica un consumo problemático ni una adicción, y la práctica de juegos no siempre desemboca en un problema, en función de la frecuencia e intensidad del consumo de sustancias adictivas y de la práctica de juegos, así como también de las características personales, algunas personas sí pueden acabar desarrollando un consumo problemático y/o una adicción.
A este respecto, los datos derivados de las Encuesta Domiciliaria sobre alcohol y drogas en España (EDADES), muestran que, en 2023, la proporción de personas adultas de 15 a 64 años que hicieron un consumo episódico intensivo de alcohol (binge drinking) -esto es, consumo de 5 o más bebidas alcohólicas (si es hombre) o 4 o más (si es mujer) seguidas o en un intervalo de dos horas- en los últimos 30 días, es de 15,5%, manteniéndose el mismo porcentaje que en 2020 y en 2022.
El 1,3% de la población adulta ha consumido hipnosedantes sin receta en el último año
Por otra parte, con respecto a los datos de 2022 relativos al consumo de medicamentos con potencial adictivo sin receta, el 1,3% de la población adulta revela haber consumido hipnosedantes sin prescripción médica en los últimos 12 meses, cifra similar a la obtenida en las dos ediciones anteriores de esta encuesta (2018 y 2020). En cuanto al consumo de los analgésicos opioides sin receta, únicamente un 0,6% han consumido en los últimos 12 meses estos medicamentos sin prescripción (cifra que se mantiene igual con respecto a 2020).
Los indicadores de este informe muestran que el 9,2% de las personas adultas de 15 a 64 años han usado drogas ilícitas (inhalables volátiles, cannabis, cocaína polvo o base, heroína, anfetaminas, éxtasis, alucinógenos y GHB) durante el último mes (0,5 puntos porcentuales más que en 2020).
Con respecto al cannabis, un 2,8% de la población afirma consumirlo de manera diaria o casi diaria en los últimos 30 días (2,9% en 2020).
Al analizar el consumo de cocaína en polvo o base en los últimos 12 meses, se observa que, en 2022, la prevalencia de consumo de cocaína en polvo en la población española de 15 a 64 años se sitúa en el 2,3%. La cocaína base tiene un consumo menor: el 1,7% admite haberla consumido en alguna ocasión, reduciéndose esta prevalencia hasta el 0,2% en el plazo temporal del último año.
El estigma dificulta la estimación del consumo problemático o la adicción a una sustancia o conducta en la población
El informe pone de relieve las dificultades a la hora de estimar el consumo problemático o la adicción a una sustancia o conducta entre la población, frecuentemente, debido al estigma, lo que conlleva que quienes lo realizan suelan ocultar esa información. Ante esto, se intenta calcular una estimación a partir de encuestas o de registros de determinados episodios.
Para detectar de manera precoz el consumo de riesgo de alcohol, se utiliza un instrumento de cribado: el AUDIT (Alcohol Use Disorders Identification Identification Test). El cuestionario AUDIT pretende conocer el alcance del consumo problemático de alcohol en la población general (15-64 años), estableciendo como puntos de corte el 8 y el 20, considerándose “consumo de riesgo” una puntuación igual o superior a 8 en los hombres e igual o mayor de 6 en las mujeres.
Las cifras muestran que, entre la población de 15 a 64 años que ha contestado a la escala AUDIT, la proporción con consumo de riesgo es de 6,0%.
El 1,9% de la población adulta presenta un consumo problemático de cannabis
En lo referente a un posible juego problemático o trastorno por juego, de acuerdo con los criterios del DSM-5, el porcentaje se sitúa en el 1,7% de las personas adultas (2,2% en 2020)
Por otro lado, para detectar el uso problemático de cannabis se utiliza la escala CAST (Legleye et al. 2007, Cannabis Abuse Screening Test), un instrumento de cribaje consistente en 6 preguntas que buscan identificar patrones o conductas de riesgo asociadas al consumo de cannabis en el último año. Se considera que un sujeto manifiesta un consumo problemático cuando se obtiene una puntuación mayor o igual a 4 en el indicador, de un total de 6 puntos. Según estos datos, en 2022, la prevalencia de consumo problemático de cannabis en la población adulta fue del 1,9%, representando, aproximadamente, a 600.000 personas.
Asimismo, las cifras referentes a 2012, relativas a la proporción de personas con trastorno por consumo de cocaína, indican que el 0,3% presentaría un trastorno por consumo de esta sustancia (el OEDA lo considera como tal si la persona la ha consumido durante 30 o más días en el curso del último año).
Derivaciones a tratamiento
De acuerdo con los datos obtenidos por el indicador de inicios de tratamiento (notificado por las CCAA), en 2022, 40,5 personas han sido derivadas a tratamiento por uso de sustancias, por parte de los servicios sanitarios, servicios sociales, servicios de sanidad penitenciaria y de prisiones, y servicios legales y de Justicia (41,0 derivadas en 2021).
Otros indicadores clave relacionados con las drogas y las adicciones
En esta sección, el OEDA recoge indicadores relevantes “que no encajan directamente en las otras secciones”, pero que pueden brindar información crucial para entender el impacto sanitario y social de las drogas y las adicciones, o “aportar datos de interés en ciertos grupos de población”.
Un dato esencial recogido aquí es la proporción de conductores implicados en siniestros mortales que en 2023 dieron positivo en las pruebas de alcohol (valores superiores a los niveles admitidos, según la tipología y circunstancias del conductor o la conductora), cifrándose en 26,1% y continuando así la cifra descendente que se inició en 2022 (4,6 puntos menos que en 2021)
Los indicadores según causa de mortalidad del Instituto Nacional de Estadística relativos a 2022, muestran que 3.294 hombres y 1.186 mujeres fallecieron por cirrosis y/u otras enfermedades crónicas del hígado.
De acuerdo con el Sistema de Información sobre Nuevos Diagnósticos de VIH, del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III, se detecta un ligero aumento en el número de casos de VIH en personas que se inyectan drogas, rompiendo así la tendencia descendente que comenzó en 2016, y cifrándose en 55% en el año 2022 (0,2 puntos porcentuales más que en 2021).
Los datos estimados por el OEDA a nivel nacional, del total de fallecidos del registro específico de mortalidad y del registro General de Mortalidad del INE (Instituto Nacional de Estadística), indican una cifra estimada de 1.266 personas fallecidas por reacción aguda a sustancias psicoactivas (1.046 en 2021).
En la misma línea, el registro específico de mortalidad en 6 ciudades españolas (a saber, Barcelona, Bilbao, Madrid, Sevilla, Valencia y Zaragoza), apunta a 305 fallecimientos por reacción aguda a drogas en estas ciudades (259 en 2021).
Fuente: OEDA (2024). Indicadores clave sobre drogas y adicciones, 2024. Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones. Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas. Madrid: Ministerio de Sanidad.