La terapia cognitivo-conductual (TCC) es eficaz en la mejora, tanto de los síntomas de ansiedad, como de las habilidades sociales en niños/as y adolescentes con trastorno del espectro del autismo (TEA). Así concluye un estudio publicado en la revista Journal of Affective Disorders, a través del cual se analizan los efectos y la eficacia de la TCC en el abordaje de las habilidades sociales y la ansiedad en niños con TEA.

Tal y como define el estudio, el autismo se caracteriza por deterioro social, intereses restringidos y conductas estereotipadas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que, en todo el mundo, uno de cada 100 niños tiene autismo. Su causa es desconocida y sus síntomas pueden persistir hasta la edad adulta, acompañados de deterioro físico y discapacidad, lo que complica el diagnóstico y tratamiento. Asimismo, las investigaciones al respecto han evidenciado que, hasta el 70% de las personas con autismo tienen, al menos, un problema de salud mental concurrente.

Los signos de autismo durante la primera infancia incluyen contacto visual limitado, mala respuesta a los nombres, falta de atención compartida, ausencia de gestos y problemas de lenguaje y de habilidades sociales. En preescolar, los signos de autismo incluyen dificultades para realizar juegos de simulación, intereses extraños o muy centrados y comportamientos estereotipados. Los niños y niñas en edad escolar pueden tener dificultades para comprender las emociones y mostrar interés en sus compañeros/as, y carecen de habilidades de conversación o de una socialización adecuada.

De acuerdo con los autores de este estudio, la dificultad social constituye una de las características centrales del autismo. De hecho, las investigaciones al respecto han encontrado que los niños y niñas con autismo son menos activos/as en situaciones sociales que el resto de sus compañeros/as de clase, independientemente de sus capacidades cognitivas. Los niños/as con autismo tienden a tener redes de amigos más pequeñas y perciben que sus amistades “carecen de compañerismo y seguridad”.

El deterioro social en niños/as con autismo aumenta con la edad, volviéndose más pronunciado en la adolescencia, que es la etapa en la que se requieren más habilidades sociales.

Según se indica en este estudio, la evidencia muestra que la terapia cognitivo-conductual (TCC) tiene un impacto positivo en niños/as con trastorno del espectro del autismo y varios metanálisis sugieren que puede mejorar eficazmente los síntomas de ansiedad que presentan, obteniendo un apoyo empírico considerable. Sin embargo, no se han analizado los efectos de la TCC sobre las habilidades sociales en niños/as con autismo.

Por este motivo y con el objetivo de conocer si la TCC mejora el deterioro social y las habilidades sociales en niños/as y adolescentes con trastorno del espectro del autismo, se ha llevado a cabo esta revisión sistemática.

Para tal fin, los investigadores han revisado artículos publicados en varias bases de datos hasta octubre de 2022 y listas de referencias relevantes. El metanálisis incluye una muestra de 214 niños/as y adolescentes con autismo de siete ensayos controlados aleatorios, utilizando la Escala de Respuesta Social (SRS, Social Responsiveness Scale) para evaluar el deterioro social y su gravedad en estos/as menores.

Los resultados ponen de relieve la eficacia de la TCC en la mejora de los síntomas de ansiedad y en las HHSS de los niños/as y adolescentes con autismo

Los resultados muestran que la TCC mejora las habilidades sociales en niños, niñas y adolescentes con autismo en comparación con el grupo control. El análisis de subgrupos revela las puntuaciones de la escala de respuesta social completada por los padres y por los profesores/as de los niños/as, revela que las puntuaciones de los y las docentes parecen ser una fuente de heterogeneidad en este estudio, que, a juicio de sus autores, “puede estar relacionada con una investigación insuficiente que utilice evaluaciones docentes”.

Otra razón de la heterogeneidad detectada, podría ser que las evaluaciones de los niños/as por parte de los/as docentes “pueden ser más objetivas que las de padres ansiosos que sobreestiman la condición de sus hijos”. En este sentido, destacan la necesidad de aumentar el tamaño de la muestra e incluir más artículos que exploren en profundidad las calificaciones del profesorado con la escala de respuesta social y compararlas con las calificaciones de los padres en futuros estudios.

Dados los hallazgos, el estudio concluye poniendo de relieve la eficacia de la terapia cognitivo-conductual en la mejora de los síntomas de ansiedad, así como de las habilidades sociales y del deterioro social en niños/as y adolescentes con trastorno del espectro del autismo.

Fuente: You, X. R., Gong, X. R., Guo, M. R., & Ma, B. X. (2024). Cognitive behavioural therapy to improve social skills in children and adolescents with autism spectrum disorder: A meta-analysis of randomised controlled trials. Journal of Affective Disorders, 344, 8-17.