El tratamiento psicológico, especialmente la terapia cognitivo-conductual, tiene un efecto positivo sobre los problemas de sueño infantil, por lo que debería ser el tratamiento de referencia en el abordaje del insomnio en niños/as.
Esta es una de las conclusiones recogidas en una revisión sistemática publicada en la revista de Psicología Clínica con Niños y Adolescentes, y llevada a cabo por Katina Kovacheva y María de la Fe Rodríguez-Muñoz, con el fin de conocer la efectividad de las intervenciones psicológicas en el abordaje del insomnio infantil.
Tal y como señalan las investigadoras, los trastornos del sueño suponen uno de los motivos de consulta pediátrica más frecuentes durante la infancia y la adolescencia, siendo los más comunes aquellos relacionados con las dificultades para iniciar y/o mantener el sueño. Entre sus múltiples causas, destacan la falta de información de los padres en torno al sueño, un modelo familiar conflictivo y desestructurado, problemas emocionales, físicos o de rendimiento académico, antecedentes familiares de insomnio, asociación de conductas inadecuadas con el inicio del sueño o llevar a cabo actividades que conllevan a un estado de hiperalerta que altera la estructura del sueño e incrementa los despertares nocturnos, etc.
Fuente: freepik. Autor: freepik. Fecha: 15/09/23
Dado el impacto negativo de las trastornos del sueño en el desarrollo integral de los y las menores, es clave su detección y diagnóstico tempranos
De acuerdo con la evidencia, estos trastornos del sueño pueden impactar de forma negativa en el desarrollo físico emocional, cognitivo y social de los y las menores, por lo que las investigadoras destacan la trascendencia de su detección temprana, siendo clave, para ello, un diagnóstico preciso del trastorno.
Si bien en los últimos años se ha registrado un incremento de ensayos y revisiones sistemáticas relativas a la eficacia de los tratamientos no farmacológicos del insomnio durante la infancia, se hace preciso contar con una síntesis de la información relativa a la evidencia sobre las intervenciones disponibles.
Por este motivo, las autoras han emprendido esta revisión sistemática de revisiones sistemáticas y metaanálisis sobre la efectividad de las intervenciones psicológicas en dicha problemática, con el fin de resumir exhaustivamente las pruebas relativas a la eficacia de las mismas y brindar orientación/directrices para los clínicos e investigadores, así como detectar las lagunas de conocimiento en la literatura actual para informar la investigación futura en el área.
Dadas las limitaciones de esta revisión -debidas, entre otros aspectos, a las dificultades de calidad metodológica que presentan las revisiones incluidas en la misma-, las investigadoras apelan a la cautela a la hora de establecer conclusiones firmes.
Las intervenciones psicológicas, principalmente la TCC, resultan eficaces en la mejora de los problemas de sueño
No obstante, los datos obtenidos ponen de relieve la efectividad de las intervenciones psicológicas para reducir los síntomas del insomnio durante la infancia, con una mejora sobre la latencia de inicio del sueño tras la intervención (tardan menos tiempo en quedarse dormidos) y un mayor tiempo total de sueño. Estos resultados aparecen a corto plazo y parecen mantenerse a lo largo del tiempo, produciendo “un alivio significativo de los problemas de sueño”.
Se observa que las técnicas “más utilizadas, mejor aceptadas y con resultados de mejora significativa” son el control de estímulos, la relajación y la atención plena, la psicoeducación y la higiene del sueño. Ningún estudio analiza los efectos de las técnicas y componentes del tratamiento por separado, sino que todos incluyen la terapia cognitivo conductual (TCC), destacando su eficacia basada en la evidencia para aliviar los problemas de sueño, independientemente del formato de tratamiento, de modo que las autoras de esta revisión concluyen que la “TCC debería ser el tratamiento de referencia para el insomnio en niños”.
Teniendo en cuenta que la arquitectura del sueño, su duración y la proporción de las distintas etapas del sueño, difieren en función de la edad, las autoras destacan la importancia de “tener en cuenta la fase evolutiva en la que se encuentra el menor a la hora de elegir los mejores componentes del tratamiento y de establecer los objetivos de trabajo”.
En el tratamiento psicológico del insomnio es fundamental tener en cuenta la etapa evolutiva del o la menor
Asimismo, aunque la TCC resulta efectiva en todas las edades, determinados componentes, como la reestructuración cognitiva, “pueden ser menos eficaces para los niños más pequeños, en comparación con los adolescentes”. De forma específica, el rol de los padres es trascendental en los niños y las niñas más pequeños, “tanto para la cumplimentación de los diarios de sueño y otras herramientas de evaluación, como para la realización del tratamiento”.
Los datos muestran también una mejora con la terapia psicológica, de los síntomas de ansiedad y depresión, especialmente, entre adolescentes, y sobre las dificultades de interiorización y la calidad de vida informada por los padres, en edad escolar.
Las investigadoras concluyen su artículo destacando la necesidad de realizar futuros ensayos intervención del insomnio en la infancia con tamaños muestrales más grandes, incluyendo una potencia estadística adecuada para detectar efectos significativos y una condición de control activo o placebo psicológico, informando y publicando los protocolos de los ensayos antes de iniciar las intervenciones, en aras de incrementar la transparencia de la investigación y la fiabilidad de los resultados.
Fuente: Kovacheva, K., & Muñoz, M. D. L. F. R. (2023). El tratamiento psicológico del insomnio durante la infancia: Una revisión paraguas. Revista de Psicología Clínica con Niños y Adolescentes, 10(1), 5.