Francisco Santolaya
Termina el año 2023 y el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha informado de los datos definitivos de defunciones del pasado año 2022 en España, reiterando la trágica tendencia ascendente en el número de suicidios. Fueron 4.227 fallecimientos por este motivo, lo que supone un incremento del 5,6% respecto al año precedente.
Los datos provisionales del primer semestre de 2023 siguen siendo altos. Aunque presentan una reducción del número de suicidios respecto al primer semestre de 2022, en 2019 y 2021 sucedió lo mismo, sin que se rompiera la tendencia alcista. Toca esperar a los datos definitivos anuales, que se conocerán el año que viene, para comprobar si esta tendencia de crecimiento se ha frenado o no en 2023.
En todo caso, seguimos con cifras muy altas, que se pueden considerar la punta de un iceberg de un malestar social que no se puede aceptar. Desde hace años la Organización Colegial de la Psicología venimos denunciando la gravedad de la situación y reclamando un Plan integral de prevención del suicidio en España, que reduzca los determinantes sociales que empeoran la salud y potencian las autolesiones, así como que incluya un incremento notable de los profesionales de la Psicología que atienden a las personas en riesgo de suicidio.
La puesta en marcha del teléfono 024 de atención a la conducta suicida, por parte del Ministerio de Sanidad, fue una buena noticia, pero se trata de una medida insuficiente. Mientras falten equipos de intervención en emergencias con profesionales de la Psicología, así como servicios que garanticen una asistencia continuada a las personas en riesgo de suicidio, junto con adecuadas medidas de apoyo social, la situación seguirá siendo trágica. Insistimos en que resulta fundamental incorporar la asistencia psicológica en la Atención Primaria sanitaria, así como que se incorporen psicólogas y psicólogos educativos en los centros escolares, de tal manera que se puedan realizar labores de prevención con eficacia. El bienestar psicológico se debe fomentar y el suicidio sí se puede prevenir. Como profesionales comprometidos con la salud y vida de las personas, vamos a seguir perseverando hasta lograr romper esa curva ascendente de suicidios. Todo nuestro cariño y apoyo a las personas que sufren y sus familiares. Esperamos que, por fin, 2024 sea el año en el que el cuidado de la salud mental pase a ser una prioridad real en las políticas públicas. Ojalá fructifique el anuncio de que se va a promover un Pacto de Estado por la Salud Mental, destinando los recursos que son necesarios para mejorar el bienestar psicológico de la población y reducir los casos de suicidio. Los profesionales de la Psicología seguiremos haciendo todo lo que esté en nuestra mano para mejorar la calidad de vida y la salud de la población.