Déficits cognitivos persistentes asociados al COVID-19
12 Abr 2024

¿El COVID-19 está asociado a déficits cognitivos? ¿Estos déficits perduran en el tiempo? Esta fue la pregunta de investigación de un estudio publicado en la revista New England Journal of Medicine.

Según señalan los autores, desde 2020 se comenzaron a reportar ciertos déficits cognitivos asociados al COVID-19. En estos primeros casos se hablaba de «niebla mental», con síntomas como mala memoria, concentración alterada y dificultad para pensar. No obstante, aunque este fenómeno hoy en día está confirmado, aún falta información sobre su persistencia en el tiempo y las áreas de funcionamiento cognitivo que se pueden ver más afectadas. Por este motivo, el propósito del estudio fue evaluar el funcionamiento cognitivo entre adultos que experimentaron COVID-19. Los autores analizaron la relación entre los déficits cognitivos observados y otras variables como la gravedad y duración de la enfermedad.

Para ello, realizaron un estudio de cohorte rastreando la prevalencia de la infección por SARS-CoV-2 entre 3.099.386 individuos mayores de 18 años. De estos, se invitó a 800.000 personas a completar una evaluación cognitiva y una encuesta de seguimiento. Finalmente, la muestra final quedó constituida por 141.583 participantes, de los cuales 112.964 completaron la batería de 8 pruebas cognitivas. Estos individuos fueron comparados con personas que no habían experimentado COVID-19.

Fuente: Pexels. Autor: Karolina Grabowska. Fecha: 08/04/2024

Los participantes incluidos en el estudio debían haber recibido un resultado positivo en una prueba diagnóstica de SARS-CoV-2 o sospechar que habían tenido COVID-19 y haber experimentado síntomas durante 12 semanas o más.

Los resultados del análisis de regresión múltiple revelaron que:

  • Se observaron pequeños déficits en la cognición global en los participantes que se recuperaron de COVID-19 y cuyos síntomas se resolvieron en menos de 4 semanas o al menos en 12 semanas, en comparación con aquellos sin COVID-19 o con una infección no confirmada.
  • Aquellos con síntomas persistentes no resueltos (COVID prolongado) mostraron mayores déficits cognitivos en comparación con el grupo sin COVID-19.
  • Se encontraron déficits cognitivos mayores en los participantes infectados durante períodos en los que el virus original o la variante B.1.1.7 eran predominantes en comparación con aquellos infectados con variantes posteriores, como ómicron o delta.
  • También se observaron mayores déficits cognitivos en los participantes que habían sido hospitalizados en comparación con los que no habían sido hospitalizados.
  • En comparación con el grupo sin COVID-19, las tareas de memoria, razonamiento y función ejecutiva fueron las que mostraron mayores déficits en el grupo con síntomas persistentes no resueltos.
  • Estas tareas cognitivas se correlacionaron débilmente con síntomas recientes, como mala memoria y confusión mental.

En definitiva, los resultados muestran que el COVID-19 está asociado con déficits cognitivos medibles, los cuales pueden persistir a largo plazo.

Asimismo, los datos avalan la hipótesis formulada por los autores que sostiene que las personas con síntomas prolongados de COVID-19 muestran un deterioro de la memoria y la función ejecutiva más evidente, incluida la niebla mental y la mala memoria.

Los autores señalan que la cepa parece influir en el deterioro cognitivo asociado, al no disponer de tratamientos eficaces en los momentos iniciales. Asimismo, las reinfecciones no parecen tener ningún efecto, mientras que la vacunación (particularmente dos o más dosis) puede mitigar el impacto del deterioro cognitivo.

Debido a posibles limitaciones en el sesgo de la muestra, los autores animan a la comunidad científica a realizar estudios adicionales para proporcionar información sobre las implicaciones a más largo plazo de estos hallazgos.

En conclusión, el estudio proporciona información crucial sobre los posibles efectos a largo plazo del COVID-19 en la función cognitiva de los pacientes. Comprender estos efectos resulta fundamental para proporcionar una atención adecuada y desarrollar estrategias de intervención para aquellos que experimentan síntomas cognitivos persistentes después de la recuperación de COVID.

Fuente:

Hampshire et al. (2024). Cognition and memory after Covid-19 in a large community sample. New England Journal of Medicine DOI: 10.1056/NEJMoa2311330, https://www.nejm.org/doi/10.1056/NEJMoa2311330

Noticias Relacionadas

Noticias

PSICOLOGÍA EN RED


LOS COLEGIOS HABLAN

MÁS NOTICIAS

Noticias Relacionadas

Noticias