Cuento para abordar el acoso escolar desde el contexto familiar
23 Ene 2024

El acoso escolar es, sin duda, una de las problemáticas de mayor gravedad en la actualidad que genera una gran preocupación en las familias y en los centros educativos por las consecuencias tan dañinas en el desarrollo de los menores y en el ámbito familiar y social. Por ello, requiere del compromiso y responsabilidad compartida de toda la comunidad educativa y de la sociedad en general.

Así lo afirma la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado (CEAPA) en su cuento sobre acoso escolar titulado “Cortocircuito”, un recurso (en versión actualizada) dirigido a niños y niñas de 6 y 12 años, para abordar este grave y complejo problema desde el contexto familiar. A través de este instrumento lúdico se pretende promover un entorno afectivo y de comunicación cálida y positiva que fortalezca el vínculo con los hijos e hijas y favorezca el diálogo en torno a esta problemática, ya sea de forma preventiva o para abordarlo si ya se ha producido.

Tal y como señala la CEAPA en su texto, el acoso escolar o maltrato entre iguales es un tipo de violencia que se da en el contexto escolar, y está caracterizado por la intencionalidad del agresor/a de causar daño a la víctima, la repetición en el tiempo y un desequilibrio de poder entre el agresor/a y la víctima (físico, psicológico o social) que se transforma en un patrón de comportamiento ‘dominio-sumisión’.

abordar el acoso escolar

Fuente: freepik. Foto: freepik. Fecha: 16/01/24

El acoso escolar tiene graves consecuencias en el desarrollo integral de todos los implicados (víctimas, acosadores, espectadores)

A esto se añade una serie de factores que favorecen su continuidad en el tiempo y dificultan su detección, tales como, la ignorancia o pasividad de los espectadores (que no suelen intervenir por miedo a ser víctimas, por proteger al acosador/a, para que no les acusen de “chivatos”, etc.), la ‘ley del silencio’, la ausencia de adultos cuando se produce dificultad de las víctimas para comunicarlo a otras personas, etc.

El acoso escolar conlleva graves consecuencias en el desarrollo integral de todos los actores implicados en el mismo: en la víctima, impacta negativamente en su salud, equilibrio y bienestar emocional y social, autoestima, rendimiento académico, etc., pudiendo derivar, en los casos más graves, en importantes problemas psicológicos (depresión, fobias, intentos de suicidio, etc.). Por su parte, en los acosadores, esta conducta violenta basada en el abuso de poder puede reforzarse, pudiendo asumir este rol en su vida adulta. Y en los espectadores, el hecho vivir con miedo a ser una posible víctima y con posibles sentimientos de culpabilidad, los puede llevar a desarrollar una actitud de pasividad y de tolerancia hacia la violencia, en lugar de sentir empatía y solidaridad.

Dado lo expuesto, la CEAPA considera trascendental brindar “una respuesta conjunta contra el acoso escolar que permita abordarlo desde sus diferentes dimensiones”, y en diferentes contextos, teniendo en cuenta diversos aspectos en su prevención y abordaje, entre ellos, los siguientes:

Desde los centros educativos
  • Mayor sensibilización y un cambio de mentalidad respecto a la necesidad de denuncia de los casos de acoso escolar. Aquí es clave erradicar algunas creencias erróneas, por ej., “son cosas de niños”, “siempre ha pasado”, “es un chivato”, etc., así como considerar que un centro que identifica y aborda estos casos es un centro de peor calidad, siendo, en todo caso, lo contrario.
  • Revisar y fortalecer los programas de prevención e intervención y los protocolos de actuación, dándolos a conocer a toda la comunidad educativa.
  • Mayor formación al profesorado para prevenir, detectar y abordar este tipo de situaciones entre el alumnado.
  • Promover la cooperación imprescindible entre las familias y los centros educativos.
  • Fomentar la convivencia positiva en el centro educativo y en el grupo clase y las relaciones entre iguales basadas en el respeto mutuo y la solidaridad, potenciando el desarrollo de valores (solidaridad, justicia, empatía, etc.) y habilidades (emocionales, sociales y asertivas).
  • Enseñar al alumnado cuándo se da una conducta de acoso, concienciándoles sobre las consecuencias de sus conductas y fomentando la empatía, al ponerse en el lugar de la persona acosada para saber cómo se siente.
  • Transmitir al alumnado la importancia de comunicarlo, así como la certeza y confianza de que van a ser escuchados, que se les va a creer cuando lo cuenten y se van a tomar las medidas adecuadas de protección y afrontamiento del problema
En el contexto familiar

Desde el ámbito familiar, el documento incluye recomendaciones distintas en función de si el niño o la niña está siendo acosado/a, si es el acosador o la acosadora, o si es espectador/a de la situación.

  • En caso de sufrir acoso escolar, se pone de relieve la importancia de observarle y atender a sus cambios de conducta, de rendimiento escolar, enfermedades leves, etc., promoviendo un clima cálido de comunicación que facilite el querer contarlo. Es crucial escucharle con atención y calma, validando sus sentimientos con confianza y comprensión, sin juzgarle y transmitiéndole su derecho a ser tratado con respeto. Asimismo, es esencial reforzar su autoestima, y poner en valor su esfuerzo al pedir ayuda. Esta grave situación debe comunicarse al centro educativo lo antes posible, para que la conozca e implemente las medidas adecuadas para solucionar eficazmente el problema.
  • Cuando el niño/a es el acosador, es necesario concienciarle sobre la gravedad de sus conductas y sus consecuencias, sin minimizarlas ni justificarlas, siendo trascendental que las detenga. Es esencial ayudarle a entender por qué está mal su conducta, enseñándole a ponerse en el lugar de la víctima, y que muestre arrepentimiento, así como buscar formas de reparar el daño causado.
  • En este punto, la CEAPA considera clave analizar el motivo por el que acosa a otros compañeros o compañeras, ayudándole a desarrollar habilidades y conductas positivas (no basados en la dominación y la violencia), basadas en el respeto mutuo, la tolerancia, solidaridad, empatía, autocontrol, resolución de conflictos, habilidades sociales, estableciendo límites educativos, fomentando el conocimiento de sus derechos y deberes, etc. Todo ello, en cooperación con el centro escolar.
Cuando un/a niño/a es espectador/a de una situación de acoso es crucial ayudarle a comprender que el silencio solo empeora el problema
  • Cuando el niño o la niña es espectador/a, pueden mostrarse reacios a informar de las situaciones de acoso por miedo a que se dirijan contra ellos/as, a empeorar la situación de la víctima o a que las personas adultas no les crean. En estos casos, las familias deben ayudarles a comprender que informar no es ser chivato sino solidario y que el silencio únicamente empeora el problema y les convierte “en parte del mismo”.

El cuento incluye múltiples preguntas dirigidas directamente al niño o niña lector/a, a modo de guía en la lectura y para favorecer una reflexión y diálogo conjunto con una persona adulta, sobre el acoso escolar.

Se puede acceder al relato desde la página Web de la CEAPA o bien directamente aquí:

Cortocircuito

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