¿Cómo se puede mejorar la competencia lectora? En una sociedad basada en el conocimiento, la competencia lectora es esencial en el proceso de aprendizaje. La lectura implica habilidades de comunicación y resolución de problemas. También es crucial para adquirir habilidades básicas como matemáticas y ciencias, y participar activamente en la vida adulta. Así lo explican los autores de un reciente estudio publicado en la revista Psicothema, cuyo título es Strategies for Promoting Reading Competence: Teaching Practices and Enjoyment of Reading.

El estudio, realizado por Elena Govorova de la Universidad de Oviedo, Isabel Benítez Baena, de la Universidad de Granada y Marcelino Cuesta de la Universidad de Oviedo, ha tenido como objetivo analizar los factores de enseñanza que promueven la competencia lectora en estudiantes de todos los países de la OCDE en PISA 2018. Para ello, los autores han recopilado datos de una amplia muestra de 294.527 alumnos de 37 países recogidos en el estudio PISA 2018.

Según se expone en la introducción, estudios previos han examinado factores como el género y el entorno socioeconómico y su influencia en el rendimiento lector. La participación familiar temprana y la exposición a la lectura han resultado ser estrategias positivas en esta dirección. Los padres influyen en la lectura de sus hijos e hijas, ya sea mediante su entusiasmo por la lectura o su ejemplo. La confianza de los estudiantes en sus habilidades de lectura y la exposición temprana también tienen un importante peso. De acuerdo con el texto, comprender estos factores puede ayudar a desarrollar políticas educativas eficaces. Sin embargo, muchos factores, como el entorno socioeconómico y las prácticas parentales, están fuera del control escolar. Por este motivo, resulta esencial identificar prácticas educativas efectivas que se puedan promover dentro del contexto escolar.

Los autores han utilizado los datos proporcionados por el Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA) de la OCDE. Los estudios PISA recopilan información sobre prácticas y estrategias de enseñanza y evalúan competencias básicas. En 2018, el análisis de PISA se centró en la lectura, definiendo esta competencia como la comprensión, uso y reflexión de textos para lograr metas y participar en la sociedad.

De esta manera, el estudio PISA 2018 ofrece un marco idóneo para el análisis de esta temática, según lo señala el artículo. Algunos estudios previos han analizado variables predictoras de la competencia lectora en contextos académicos usando datos de PISA 2018. Estos estudios, el algunos países, han mostrado que las estrategias de resumen y evaluación de credibilidad resultan variables clave. Otras investigaciones han confirmado estos hallazgos, señalando que el uso de más estrategias metacognitivas mejoraba el rendimiento lector. También se ha identificado el disfrute de la ciencia y prácticas docentes como factores influyentes. Sin embargo, estos resultados se han basado en datos específicos de ciertos países y no se pueden aplicar universalmente.

De acuerdo con los autores, se necesita investigación transcultural para identificar estrategias efectivas y adaptar las políticas educativas a los contextos locales. Por este motivo, la investigación utiliza el modelo de Diferencia en Diferencias (DiD) para analizar la relación entre la adquisición de competencia lectora y variables académicas a nivel internacional y nacional. Este modelo compara el rendimiento antes y después de un programa educativo, utilizando grupos de control. Según se indica, dado que PISA tiene datos longitudinales limitados, se adaptó la estrategia DiD para comparar el rendimiento de individuos en lectura y matemáticas en un único momento temporal. Esta adaptación permitió aislar el efecto de diversos factores como las prácticas de enseñanza y las estrategias de lectura sobre la competencia lectora.

En primer lugar, los resultados muestran que el disfrute de la lectura y el uso de estrategias efectivas para resumir textos tienen un impacto positivo en la competencia lectora. Los estudiantes que leen por placer obtienen puntuaciones en lectura entre 4 y 9 puntos más altas que sus puntuaciones en matemáticas. Además, el conocimiento de estrategias efectivas de resumen está asociado con un aumento de cinco puntos en las puntuaciones de lectura en comparación con las de matemáticas.

También los datos destacan que la frecuencia de lectura, especialmente la lectura en línea, está relacionada positivamente con el rendimiento en lectura.

Por otro lado, las prácticas de enseñanza predominantes en las clases de lectura no parecen tener una influencia significativa en el rendimiento. La excepción es el apoyo del profesor en las lecciones de lenguaje, que muestra un impacto positivo en los resultados de lectura. Los estudiantes que perciben que sus profesores se interesan por su aprendizaje y les brindan ayuda adicional obtienen puntuaciones más altas en lectura en comparación con matemáticas, explican los autores.

Además de estos hallazgos, se observa que el género de los estudiantes tiene un efecto significativo en el rendimiento. Así, las niñas tienden a obtener puntuaciones más altas en lectura que en matemáticas, con una diferencia de hasta 27 puntos. También se evidencia que los niveles socioeconómicos influyen en las puntuaciones, con estudiantes de niveles socioeconómicos más altos obteniendo puntuaciones ligeramente mejores en matemáticas que en lectura.

Los autores se hacen eco de las recomendaciones de la OCDE sobre la importancia del desarrollo de políticas educativas que incluyan el desarrollo profesional continuo de los profesionales de la educación y las evaluaciones centradas en trayectorias educativas individualizadas. A la luz de los resultados del estudio, la enseñanza de estrategias efectivas de comprensión y síntesis de textos escritos y de prácticas para fomentar el disfrute de la lectura deben ser parte de la formación continua del profesorado debido a su importancia y alto impacto. Asimismo, el estudio destaca la importancia de promover la lectura temprana y la participación familiar para formar lectores competentes.

Más allá de las limitaciones del estudio, la investigación realizada proporciona datos muy valiosos para identificar mecanismos universales para mejorar el rendimiento educativo, gracias a la colaboración internacional en PISA y el acceso a los datos de múltiples países.

Fuente:

Govorova, E., Benítez Baena, I., & Cuesta, M. (2023). Strategies for promoting reading competence: Teaching practices and enjoyment of reading. Psicothema, 35(4), 340-350. https://doi.org/10.7334/psicothema2022.509