La mayoría de las personas han experimentado estrés en el trabajo en algún momento de su vida. En numerosas ocasiones, suele tratarse de situaciones estresantes puntuales que no constituyen mayor problema -por ejemplo, realizar una tarea bajo presión dentro de un plazo establecido-. Sin embargo, cuando los problemas persisten, el estrés puede cronificarse, comprometiendo seriamente el bienestar físico y emocional de la persona que lo sufre. La APA (American Psychological Association-Asociación Americana de Psicología) identifica una serie de factores que suelen darse en el lugar de trabajo y que pueden desencadenar estrés laboral, tales como percibir un bajo salario, soportar cargas de trabajo excesivas, pocas oportunidades de crecimiento dentro de la empresa, trabajo poco estimulante, falta de claridad y demandas contradictorias o sensación de falta de control en las decisiones, entre otros. A corto plazo, la vivencia de este tipo de circunstancias puede provocar malestar tanto físico como psicológico en el trabajador (dolor de cabeza, dolor de estómago, trastornos del sueño, irritabilidad, falta de concentración, etc.), pero cuando estas situaciones se prolongan en el tiempo, suelen acarrear consecuencias más graves para la salud, como ansiedad, depresión, insomnio, obesidad, aumento de la presión arterial y aparición de enfermedades cardiovasculares, debilitamiento del sistema inmunológico, etc. |
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Por ende, algunas personas suelen utilizar métodos poco saludables para lidiar con el estrés (fumar, beber alcohol, tomar medicación, comer en exceso o poco, etc.), que, en lugar de eliminar el problema no hacen sino agravarlo. Lamentablemente, según señala la APA, los casos de estrés a largo plazo en el ámbito del trabajo se dan con demasiada frecuencia y constituyen un grave problema, tal y como muestran los resultados de la última encuesta realizada por el Centro para la Excelencia Organizacional de la APA (APA’s Center for Organizational Excellence), al indicar cómo más de un tercio de los trabajadores estadounidenses afirman padecer estrés laboral crónico, y que de éstos, únicamente el 36% reconoce que sus organizaciones proporcionan recursos suficientes para ayudarles a manejarlo. Sin embargo, la alta prevalencia del estrés laboral no sólo se limita a Estados Unidos. Sin ir más lejos, en Europa, los datos de la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (EU-OSHA), señalan al estrés como el segundo problema de salud más reportado en este ámbito percibido como algo habitual por el 51% de los trabajadores europeos-, que, junto con otros riesgos psicosociales, es el responsable de más de la mitad de los días de trabajo perdidos por discapacidad. Estas cifras nos dejan entrever la necesidad de llevar a cabo medidas con el fin de paliar este problema cada vez más extendido. A este respecto, la APA propone una serie de recomendaciones para enfrentarse al estrés laboral:
Si bien las pautas anteriores pueden ser eficaces, la APA recomienda acudir a un profesional de la Psicología en casos en los que la persona siga sintiéndose abrumada por el estrés laboral, recordando que los psicólogos son profesionales capacitados para ayudar a manejar mejor el estrés y a adquirir hábitos de comportamiento más saludables. Fuente: APA |
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