¿Cómo manejar el duelo por la pérdida de un ser querido durante las fiestas de Navidad?
18 Dic 2024

El duelo por la pérdida de un ser querido es un desafío profundo y difícil en cualquier momento. Concretamente, las fechas señaladas y los eventos festivos, suelen ser recordatorios dolorosos de su ausencia. Durante estos períodos, tiende a amplificarse la sensación de pérdida y tristeza, sobre todo, en fechas navideñas y, especialmente, cuando son las primeras después de su fallecimiento.  

Estar rodeado de amigos/as y familiares y saber que falta alguien en esa reunión, genera una disonancia cognitiva entre los sentimientos de tristeza y la expectativa de “ser feliz, agradecer y celebrar” las Navidades junto a ellos, que no siempre es fácil de sobrellevar.

De acuerdo con los expertos, para “superar” la temporada de festivos cuando se pasa por unas circunstancias tan difíciles, es recomendable que quienes están enfrentando el duelo y la pérdida establezcan un plan que incluya minimizar la ansiedad y adaptarse a la situación del modo más adecuado para ellos.

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Fuente: freepik. Foto: freepik. Fecha: 11/12/24

El primer paso es reconocer que estas fiestas navideñas serán diferentes, y ser proactivo/a en relación con aquello que puede ayudar y lo que no. A este respecto, hay una serie de recomendaciones y aspectos a tener en cuenta:

  • Cada persona es única y vive su duelo de forma diferente al resto. En estas fechas y en una situación de esta índole, es común experimentar una amplia gama de emociones dispares, que incluyen desde la tristeza, la culpa, el enfado, el resentimiento, hasta la emoción y la alegría. Algunas personas tratan de evitar los sentimientos de tristeza, otras se sienten culpables por celebrar en estos días, y otras pueden no querer festejar ni reunirse con amigos/as ni familiares. Por ello, es fundamental hacer una pausa y tomarse un tiempo para reconocer y aceptar los propios sentimientos (así como los inevitables altibajos en los mismos), atendiendo solo a lo que se desea y se necesita hacer durante estos días.
  • Es importante aceptar que éste puede ser un momento difícil, siendo clave un mayor autocuidado. Por ejemplo, si es posible, tomarse un tiempo todos los días para realizar alguna actividad con la que se sienta a gusto, tales como, pasear por la playa y/o el parque, escuchar música o salir con amistades, entre otras.
  • Aunque sea Navidad, no existe ninguna obligación de participar en nada que no le apetezca ni se sienta preparado/a. Únicamente depende de la persona decidir si desea celebrar las fiestas, dónde hacerlo, qué eventos, actividades y tradiciones puede manejar, con cuáles se siente cómoda y si necesita adaptarlas a sus circunstancias actuales.
  • Cuando las actividades navideñas suponen una distracción y suscitan buenos recuerdos y sentimientos alegres, entonces puede ser beneficioso realizarlas. Si, por el contrario, hay algunas tradiciones que resultan demasiado dolorosas, no existe obligación alguna de seguirlas, pueden dejarse para otro año y retomarlas únicamente cuando la persona así lo quiera.
  • En esta misma línea, podría ser una opción el considerar comenzar nuevas tradiciones. Realizar nuevas y distintas actividades sin recuerdos específicos vinculados a la persona que se ha perdido, pueden ser más fáciles de sobrellevar.
  • En numerosas ocasiones, cuando se anticipa la ocurrencia de un evento -principalmente uno potencialmente estresante-, las expectativas suelen ser mucho peor que la realidad, generando un mayor sentimiento de malestar. A este respecto, es primordial dejar de lado las expectativas de lo que podría y/o debería hacerse en estas fechas. Se pueden planificar actividades que resultan reconfortantes, anticipando así lo que se puede esperar en estos días. Conviene recordar que es un día festivo como cualquier otro día, ya que solo dura 24 horas.
  • Durante las Navidades, la persona en duelo tiene que conciliar el hecho de reconocer la pérdida de aquel o aquella que no está y que querría que estuviera, con tener que festejar y celebrar junto a quienes aún siguen ahí. Hay que preguntarse quiénes son las personas con las que se quiere estar. Reunirse con familiares y amigos cercanos puede ser una oportunidad para recordar los buenos momentos y reír. Es esencial tener presente que divertirse no significa que se ha olvidado a la persona que se ha perdido.
  • Si bien existe ese vacío que deja la pérdida, puede ser beneficioso recordarle y honrarle durante estas fechas así como durante cualquier posible celebración. Hay múltiples maneras de recordar a la persona de forma especial conectar con sus recuerdos: encendiendo una vela para él o ella el día de Navidad, colocando un adorno personalizado para simbolizarle/a, creando un centro de mesa con una foto o elementos que fueron significativos para él o ella, haciendo una donación a una causa que le importase, preparando su plato favorito, continuando con sus tradiciones navideñas favoritas, visitando un lugar que fue especial para él o ella, recopilar historias sobre la persona y explicarlas, etc.
  • Escribir sus pensamientos en un diario y/o una carta es una buen modo de expresar cómo se está sintiendo. Ya sean las emociones que está experimentando, los recuerdos de años pasados o lo que desearía poder compartir con él/ella, etc., todas son opciones idóneas.
  • Los amigos y la familia no siempre saben qué decir o cómo actuar cuando alguien está en duelo. Es necesario permitirse sentir las emociones y sentimientos, y hablar sobre ello con amigos y familiares, de este modo, podrán entender más fácilmente el modo de apoyar a la persona en su dolor.
  • Es esencial que sea honesto/a acerca de cómo desearía pasar las fiestas este año: explicar si durante una reunión familiar y/o celebración desea hablar de la persona que falta y compartir recuerdos o si prefiere no hacerlo, adelantar la posibilidad de asistir durante un corto período de tiempo, siendo flexible con uno mismo y haciendo saber cuándo se ha llegado al límite, etc.
  • Cuando la persona siga abrumada y le resulte difícil hacer frente al día a día, es una buena opción buscar ayuda profesional. El psicólogo es un profesional que cuenta con la cualificación y competencias necesarias para ayudar a hacer frente al dolor y la pérdida, trabajando de forma conjunta con la persona en el desarrollo de estrategias para sobrellevar la situación de forma eficaz.

En el siguiente enlace (pinchando en la imagen), se encuentra disponible una breve infografía donde se resumen las anteriores recomendaciones:

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