La gestión de la salud y seguridad en el trabajo debe contemplar los riesgos psicosociales asociados a situaciones de violencia y acoso laboral, que se han visto aumentados durante la pandemia. Así lo establece la nueva guía de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que lleva por título Entornos de trabajo seguros, saludables, libres de violencia y acoso. Tal y como se define en el texto, la violencia y acoso en el trabajo hace referencia a un conjunto de comportamientos y prácticas inaceptables, o de amenazas de tales comportamientos y prácticas, ya sea que se manifiesten de manera puntual o recurrente, que tengan por objeto, que causen o sean susceptibles de causar, un daño físico, psicológico, sexual o económico. En función de quién es el responsable de la violencia ejercida contra el trabajador, se hablar de violencia horizontal (si es un compañero de trabajo), vertical (si es por parte de un supervisor o subordinado) o violencia por terceras partes (si proviene de clientes, consumidores o pacientes). |
| |||
Sea cual sea el origen de la violencia laboral, esta tiene efectos muy negativos en la salud física y mental, en la dignidad, en la autoestima y en la situación laboral de las víctimas. En la OIT se repasa la definición, las causas y los factores de riesgo para la violencia y el acoso laboral y se ofrecen una serie de recomendaciones para prevenir y abordar este problema, que se está viendo acrecentado por la crisis sanitaria y económica actual. Entre las líneas de actuación, las empresas deberían proporcionar capacitación específica en esta materia, así como diseñar protocolos de prevención y protección a las víctimas. Según se señala en el texto, cuando se producen casos de violencia y acoso, deben adoptarse medidas apropiadas para responder y reducir al mínimo los efectos, recordando que, según la normativa europea, las empresas y organizaciones deben:
Se puede acceder al recurso en el siguiente enlace: Entornos de trabajo seguros, saludables, libres de violencia y acoso
| ||||
Sesgos emocionales en las decisiones financieras
Las emociones pueden influir en las decisiones financieras y deben ser consideradas para tomar decisiones de inversión más racionales. Así lo concluye un nuevo metaanálisis (…)