¿Cuáles son las claves para una adecuada evaluación del Trastorno del Espectro Autista (TEA)? Para informar a los profesionales de la Psicología sobre recomendaciones para una evaluación basada en la evidencia en personas con TEA, la revista Assessment, ha publicado un artículo de revisión sobre el tema.

El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es un trastorno del neurodesarrollo que afecta la interacción social y la comunicación y se caracteriza por intereses restringidos y comportamientos repetitivos.

El texto presenta enfoques basados en la evidencia para la evaluación del TEA, desde la detección hasta el diagnóstico. También se discuten las implicaciones del diagnóstico temprano y la evaluación de otros problemas coexistentes. Además, se mencionan futuras líneas de investigación.  

Según señalan los autores, la capacidad de diagnosticar TEA con precisión ha mejorado considerablemente en las últimas dos décadas, especialmente en niños y niñas muy pequeños. Esto se debe al desarrollo y/o adaptación de instrumentos de evaluación fiables y válidos.

La investigación ha demostrado que los síntomas del TEA generalmente comienzan a manifestarse entre los 12 y 18 meses de edad y que los diagnósticos realizados a los 18 meses son fiables y estables. Varios estudios han demostrado también la estabilidad de los diagnósticos en niños y niñas antes de los tres años, lo que sugiere una tasa de falsos positivos relativamente baja. Sin embargo, la tasa de falsos negativos es más alta. Algunos niños y niñas muestran síntomas emergentes más tardíamente y reciben un diagnóstico en la edad escolar. Estos casos de diagnóstico tardío requieren expandir la detección del autismo más allá de los tres años de edad.

En el artículo se revisan los mejores instrumentos de detección (screening). Asimismo, se propone la batería de instrumentos que debe incluir la evaluación diagnóstica integral del TEA. De acuerdo con los expertos, las personas con TEA a menudo experimentan desafíos en otras áreas más allá de los dominios de los síntomas centrales del autismo, incluidos retrasos en el desarrollo o cognitivos, retrasos en el lenguaje, dificultades médicas y de salud mental concurrentes y problemas de comportamiento. Por este motivo, una adecuada evaluación del TEA debe contemplar los siguientes aspectos:

• Entrevistas a cuidadores.
• Instrumentos de observación directa del comportamiento del menor.
• Instrumentos de evaluación cognitiva/del desarrollo y funcionamiento intelectual.
• Instrumentos de evaluación del comportamiento adaptativo. Además de examinar el funcionamiento cognitivo, también es importante evaluar los comportamientos adaptativos, que normalmente consisten en habilidades conceptuales (p. ej., concepto de dinero, tiempo), sociales (p. ej., habilidades interpersonales) y prácticas (p. ej., cuidado personal, seguridad, transporte) que afectan el funcionamiento diario.

Fuente:

Yu, Y., Ozonoff, S., & Miller, M. (2023). Assessment of Autism Spectrum Disorder. Assessment, 0(0). https://doi.org/10.1177/10731911231173089