Hoy, 28 de abril, se celebra el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo. A través de este día, la Organización Internacional del Trabajo (OIT), pretende concienciar al público en general y, sobre todo, a los responsables y gerentes de las empresas y organizaciones sobre la obligación de cuidar la salud de los trabajadores y realizar acciones para asegurar la prevención de accidentes del trabajo y de enfermedades profesionales en todo el mundo: un problema que causa la muerte al año a cerca de 2,9 millones de trabajadores y genera lesiones profesionales a otros 402 millones. Con el lema elegido para este año, que es Actuar juntos para construir una cultura de seguridad y salud positiva, la OIT pretende dar a conocer los beneficios y ventajas que supone promover una cultura de prevención en materia de salud y seguridad en el trabajo, basada en la participación y el diálogo social, especialmente tras este periodo de pandemia. A tal fin, la OIT ha publicado un informe en el que se detalla y justifica esta aproximación.
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El informe, titulado Fomentar el diálogo social para una cultura de seguridad y salud. Lecciones aprendidas de la COVID-19, aborda qué es el diálogo social, el papel de los interlocutores sociales en la construcción de una cultura de prevención en materia de seguridad y salud, la importancia de la cooperación entre empleadores y trabajadores en el lugar de trabajo para asegurar entornos de trabajo seguros y saludables y la necesidad de incorporar el diálogo social para promover la salud y seguridad en el trabajo durante la actual pandemia de COVID-19, así como durante crisis futuras. Durante la pandemia de COVID-19, nos hemos dado cuenta de que contar con un sistema de seguridad y salud en el trabajo (SST) sólido, que incluya una participación efectiva de los Gobiernos, los empleadores, los trabajadores, los actores de la salud pública y todas las partes relevantes a nivel nacional y empresarial, ha sido decisivo para proteger los entornos de trabajo y salvaguardar la seguridad y la salud de los trabajadores, señala la OIT en la nota de prensa. Tal y como se define en el documento, una cultura positiva de salud y seguridad en el trabajo es aquella en la que la dirección y los trabajadores valoran el derecho a un entorno de trabajo seguro y saludable y colaboran activamente para conseguirlo. Se basa en una comunicación y un diálogo abiertos entre trabajadores y empleadores, donde los trabajadores se sienten cómodos compartiendo sus incidentes y preocupaciones. En este modelo, es fundamental la percepción de las actitudes y las conductas de los altos directivos en relación con el cuidado de los trabajadores. Sin este tipo de liderazgo y sin este compromiso hacia el cuidado de los empleados, es imposible crear una cultura organizacional positiva. Asimismo, y tal y como se establece en el documento, los pilares que sustentan el desarrollo de una cultura positiva de salud y seguridad en el trabajo son la implicación social, la justicia, la confianza, la sostenibilidad, la participación y el diálogo social, la resiliencia y flexibilidad y el desarrollo y crecimiento de los trabajadores. Todos y cada uno de estos valores fundamentales son importantes para el desarrollo de una cultura positiva de salud y seguridad en el trabajo y cada uno de ellos puede tener una influencia directa e indirecta en la salud y seguridad laboral, añade la OIT. Los beneficios de la creación de una cultura positiva en salud y seguridad laboral son múltiples, contribuyendo al éxito comercial de la empresa. Asimismo, la participación activa de los trabajadores y sus representantes en la toma de decisiones contribuye a la adopción de soluciones sostenibles y apropiadas y da lugar a un mayor compromiso con las decisiones adoptadas. De esta manera, el diálogo social entre todos los agentes implicados ayuda a mejorar las políticas y estrategias de salud y seguridad laboral y también a la aceptación y compromiso hacia las medidas adoptadas. Según insiste la OIT, en un lugar de trabajo con una cultura de salud y seguridad en el trabajo sólida, los trabajadores se sienten cómodos planteando sus preocupaciones sobre posibles riesgos o peligros para la salud y seguridad en el lugar de trabajo y la dirección colabora activamente con los trabajadores para encontrar soluciones adecuadas, eficaces y sostenibles. Para ello es necesario establecer una comunicación abierta y un diálogo basado en la confianza y el respeto mutuo. Se puede descargar la guía en el siguiente enlace: Fomentar el diálogo social para una cultura de seguridad y salud Más información sobre el Día Mundial de la Salud y Seguridad en el Trabajo aquí.
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