¿Qué beneficios presenta la terapia de grupo frente a la terapia individual? La terapia grupal a menudo es percibida como una modalidad de menos eficacia que la terapia individual. Asimismo, para algunos profesionales de la Psicología esta modalidad grupal puede resultar más desafiante a la hora de implementarla. Sin embargo, la terapia grupal es tan eficaz como la terapia individual para una amplia gama de síntomas y problemas de salud mental. Además, es más eficiente, permitiendo a un solo terapeuta tratar a muchas personas a la vez. Así lo explica un reciente artículo de APA Monitor, titulado La terapia de grupo es tan eficaz como la individual, y más eficiente.
Tal y como se recoge en el texto, en muchos casos, los grupos pueden ser aún más efectivos que la terapia individual. Esto es debido a la reducción del estigma y la solidaridad que las personas experimentan en presencia de sus compañeros. Por este motivo, diversos expertos han señalado la necesidad de aumentar la oferta asistencial de terapias de grupo. Esta estrategia permitiría ahorrar recursos y alcanzar a un número mayor de beneficiarios. Además, en estos momentos postpandemia, en los que se ha observado un aumento creciente de problemas de salud mental en la población, la terapia grupal puede ser una gran alternativa.
El texto de la APA Monitor, menciona una revisión sistemática con 11 metaanálisis que concluye que la terapia en grupo es tan efectiva como la terapia individual para tratar diversos trastornos y síntomas, incluyendo depresión, trastorno bipolar, esquizofrenia, trastornos de ansiedad, trastornos de estrés postraumático, trastornos de la alimentación y el dolor crónico, entre otros. Los grupos pueden ser particularmente beneficiosos para personas de poblaciones que sufren discriminación. En estos casos recibir el apoyo y la solidaridad de otras personas que están experimentando situaciones similares puede resultar muy terapéutico. La terapia en grupo también puede ayudar a pacientes LGBTQ+ a hacer frente a los estresores universales y a los estresores derivados del prejuicio, así como a otros desafíos relacionados con su experiencia vital.
Tal y como se señala en el artículo, la motivación del paciente es un factor clave en la elección de la terapia de grupo. Los terapeutas deben estar preparados para abordar las ideas erróneas comunes que los pacientes pueden tener acerca de la terapia grupal. De esta manera, deben trabajar con ellos para lograr su compromiso y apreciación colaborativa.
En la terapia grupal, el terapeuta debe establecer reglas y fomentar la cohesión grupal para garantizar un entorno seguro. La cohesión es un predictor importante del éxito de la terapia grupal. Asimismo, las reglas claras ayudan a establecer el clima de seguridad psicológica necesario para alcanzar esta cohesión. Además, el artículo destaca que las actividades para romper el hielo pueden ser útiles, pero deben ser breves para no retrasar el trabajo terapéutico. A medida que el grupo se siente más seguro, el conflicto se convierte en una oportunidad de aprendizaje y de exploración para los miembros. Por este motivo, establecer una alianza terapéutica con el grupo aumentará el éxito terapéutico.
El texto señala que una de las dificultades para tener en cuenta en la terapia grupal es el manejo de los conflictos. A este respecto, señala que es una habilidad delicada que requiere que el líder del grupo o terapeuta resuelva a través de un enfoque positivo y no defensivo. Así, si surge un conflicto en la terapia grupal, se debe abordar abiertamente y trabajar sobre este conflicto, para asegurar que los miembros del grupo se sienten cómodos y seguros.
Los conflictos pueden estar causados por cuestiones de estereotipos y discriminación, por lo que es importante abordar y frenar cualquier comentario de un paciente que pueda resultar ofensivo o perjudicial para los otros miembros del grupo. Los terapeutas deben enfocarse en responder de manera terapéutica, lo que implica curiosidad, empatía, adoptar un enfoque centrado en la víctima y de justicia restaurativa. Además, es importante planificar la finalización y cierre del grupo, proporcionando actividades de reflexión para ayudar a los miembros a cerrar esta etapa y seguir avanzando.
Asimismo, en el texto se mencionan los desafíos que supone la terapia de grupo en modalidad virtual, cuya tendencia ha ido en aumento debido a la pandemia de COVID-19 y al movimiento general hacia la telemedicina. Antes de la pandemia, los grupos online eran considerados como una alternativa de segunda opción en comparación con los grupos presenciales, aunque algunos estudios sugieren resultados similares entre la terapia en grupo por videoconferencia y la terapia en grupo en modalidad presencial. Sin embargo, según se indica en el artículo, todavía se necesitan más investigaciones sobre la cohesión del grupo y la presencia y empatía del terapeuta. Asimismo, queda por determinar qué pacientes se pueden beneficiar mejor de la terapia grupal en cada una de sus modalidades.
Aunque la terapia en grupo online plantea importantes desafíos, se pueden desarrollar estrategias para minimizar su impacto. A este respecto, hay que tener en cuenta que los terapeutas deben establecer reglas claras sobre la privacidad y las distracciones, y ajustarse a la falta de señales físicas, como el contacto visual. El terapeuta también necesita ser más activo, flexible y creativo en los grupos online frente a la terapia grupal en persona.
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