Aumenta el consumo de bebidas energéticas entre los jóvenes
20 Dic 2023

Aproximadamente la mitad de los/as jóvenes de 14 a 18 años reconoce haber tomado bebidas energéticas en el último mes, cerca del 20% lo ha hecho mezclándolas con alcohol. Evolutivamente, la prevalencia de consumo de bebidas energéticas en 2023 es la mayor de toda la serie analizada.Estas son algunas de las conclusiones recogidas en el Dosier Informativo sobre Bebidas energéticas, un informe publicado junto con su correspondiente infografía, por el Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones (OEDA), con los datos actualizados de la última encuesta ESTUDES 2023 sobre este tipo de bebidas.

Tal y como señala el OEDA, la irrupción en el mercado de este tipo de productos está influenciada por intensas campañas de publicidad, que las muestran como “bebidas refrescantes creadas para incrementar la resistencia física, proporcionar sensación de bienestar y estimular el metabolismo, capaces de suministrar un elevado nivel de energía proveniente de una combinación de ingredientes adicionados por sus posibles efectos estimulantes”.

La evidencia pone de relieve las consecuencias negativas de las bebidas energéticas a nivel cerebral y metabólico, tales como, la estimulación del sistema nervioso central (SNC) y cardiovascular y su asociación con el sobrepeso y la obesidad. Su consumo regular se relaciona con la sobredosis de cafeína, la hipertensión, la pérdida de masa ósea y la osteoporosis, y con una serie de efectos secundarios como palpitaciones, insomnio, náuseas, vómitos y micción frecuente.

bebidas energéticas

Fuente: freepik. Foto: freepik. Fecha: 13/12/23

Los y las jóvenes son el grupo de población más expuestos al consumo de bebidas energéticas

A pesar de estas consecuencias, en los últimos años, este tipo de productos se están comercializando libremente, siendo los y las jóvenes uno de los grupos de población más expuestos a su consumo. Por este motivo, la OEDA considera trascendental contar con información periódica y actualizada sobre estos fenómenos para desarrollar y evaluar programas e intervenciones destinados a reducir el consumo, los problemas asociados a éste y a otras conductas y adicciones relacionadas con el consumo de bebidas energéticas.

Precisamente, uno de los métodos más eficientes para obtener datos e información son las encuestas escolares como la Encuesta bianual sobre alcohol y drogas en enseñanzas secundarias en España (ESTUDES) de la DGPNSD. Este estudio cuenta desde el año 2014 con un módulo sobre bebidas energéticas, cuyo objetivo es analizar las tendencias, el alcance y el impacto del consumo de bebidas energéticas con alto contenido en cafeína entre los alumnos y las alumnas de 14 a 18 años.

De acuerdo con los datos correspondientes al año 2023, aproximadamente la mitad de los y las estudiantes (47,7%) han tomado bebidas energéticas en los últimos 30 días, siendo la prevalencia mayor en los chicos (54,4%) que en las chicas (40,7%). La tendencia de consumo es similar en ambos sexos: la prevalencia aumenta con la edad hasta los 16 años, se reduce a los 17, y vuelve a incrementarse a los 18 años, donde registra su máximo porcentaje. Asimismo, el 19,5% de los y las estudiantes revela que ha consumido este tipo de bebidas mezcladas con alcohol durante el último mes (20,8% chicos vs 18,2% chicas).

Evolutivamente, los datos registran en 2023 la mayor prevalencia de consumo de bebidas energéticas de toda la serie analizada.

Los/as estudiantes que consumen este tipo de bebidas presentan más problemas académicos

La OEDA indica que, entre aquellos estudiantes que han consumido bebidas energéticas de alto contenido en cafeína, se observa una mayor prevalencia de consumo de las diferentes drogas analizadas, siendo mayores estos valores cuando éstas son mezcladas con bebidas alcohólicas.

Con relación a las características sociodemográficas, el informe destaca que aquellos/as estudiantes que han consumido bebidas energéticas en el último mes, presentan una media más baja en las calificaciones académicas, repiten más cursos o registran más faltas de asistencia, en comparación con aquellos/as que no han consumido este tipo de productos. Estas diferencias “son todavía mayores” entre quienes han tomado bebidas energéticas mezcladas con alcohol.

Se observa también un mayor porcentaje de jóvenes que han consumido bebidas energéticas con o sin alcohol en el último mes, que salen 2 o más noches a la semana, regresan a las 3 de la madrugada o más tarde tras salir de noche y disponen de más dinero para gastar semanalmente, para salir con amigos, ir al cine o tomar algo.

El documento recoge diversas actividades que parecen ser un factor de protección frente al consumo de bebidas energéticas, entre ellas, la lectura de libros o tener alguna afición (por ej., tocar algún instrumento musical).

El 14,2% de la población de 15 a 64 años las ha consumido en el último mes

Por su parte, la encuesta EDADES del año 2022 en población general de 15 a 64 años, sitúa en el 14,2% la prevalencia de consumo de bebidas energéticas en los últimos 30 días. De igual modo que en ESTUDES, se observa de modo general, un consumo más elevado de este tipo de bebidas entre los hombres (17,1% vs 11,2% las mujeres), para todos los tramos de edad. Su consumo se reduce a medida que aumenta la edad, estando más extendido entre los más jóvenes de 15 a 24 años, donde su prevalencia de consumo en el último mes alcanza el 37,6 (42,8% en hombres y 32,1% en mujeres).

Uno de cada cuatro individuos de los que consumieron bebidas energéticas en el último mes reconoce haberlas mezclado con alcohol (25,8%), siendo esta tendencia mayor entre los hombres y reduciéndose con la edad.

1 de cada cinco personas que se ha emborrachado ha consumido bebidas energéticas mezcladas con alcohol

La prevalencia de consumo de bebidas energéticas en el último mes es superior entre aquellas personas que, durante el mismo período, han tomado otras sustancias psicoactivas (alcohol, tabaco y otras sustancias ilegales) o han realizado patrones de riesgo (borracheras y/o binge drinking). La OEDA destaca aquí “lo extendido que está el consumo de bebidas energéticas entre aquellos que han consumido cannabis en el último mes (37,1%), entre aquellos que se han emborrachado (32,9%) y entre aquellos que han hecho binge drinking (26,4%)”.  

El informe muestra una mayor prevalencia de consumo de bebidas energéticas mezcladas con alcohol, entre los consumidores y las consumidoras de sustancias psicoactivas: uno de cada cinco personas que se han emborrachado han consumido bebidas energéticas mezcladas con alcohol en el último mes (19,9%), proporción 10 veces superior en comparación con quienes no se han emborrachado (2,5%). De igual modo, el 19,1% de las personas que reconocen haber consumido cocaína en el último mes, han tomado también bebidas energéticas mezcladas con alcohol en este mismo período de tiempo.

Se puede acceder al documento desde la página Web de la DGPNSD o bien directamente aquí:

Bebidas energéticas

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