Un nuevo estudio publicado en Trauma, Violence, & Abuse examina la efectividad y factibilidad de las intervenciones psicológicas para personas que viven bajo amenaza continua de violencia. Este tema es de gran relevancia para los profesionales de la salud mental, ya que las intervenciones tradicionales para el trauma suelen centrarse en eventos pasados, sin considerar las necesidades específicas de quienes aún enfrentan peligros reales.
El estudio, una revisión sistemática de 18 artículos que incluyen 15 ensayos clínicos, analizó datos de 1867 personas con niveles elevados de síntomas relacionados con el trauma. Los participantes seleccionados en los estudios vivían en contextos de violencia política y armada, violencia comunitaria o violencia de pareja.
Tipos de intervenciones psicológicas analizadas
La revisión sistemática analizó una variedad de intervenciones psicológicas para personas que experimentan trauma en contextos de amenaza continua. La mayoría de los estudios incluidos utilizaron variaciones de la terapia cognitivo-conductual (TCC). Estas variaciones incluyeron TCC centrada en el trauma, TCC por internet, terapia de exposición narrativa (TEN), terapia de procesamiento cognitivo (TPC) y enseñanza de técnicas de recuperación (TRT).
El resto de los estudios utilizaron otras modalidades, como:
- EMDR en grupo
- Intervención de empoderamiento
- Gestión del estrés postraumático (CISM)
- Círculos de sanación del Árbol de la Vida
- Asesoramiento centrado en soluciones
La duración de la intervención varió desde una sesión única de 30 minutos hasta 14 sesiones semanales de 90 minutos.
Es importante destacar que la revisión incluyó intervenciones que abordaban tanto el trauma pasado como la amenaza actual, reconociendo la complejidad de la experiencia de las personas que viven en contextos de violencia continua.
Principales resultados del estudio:
De acuerdo con los resultados, la mayoría de los estudios mostraron efectos moderados a grandes en la reducción de los síntomas relacionados con el trauma en comparación con las listas de espera. Esto significa que las intervenciones psicológicas, en general, parecen ser beneficiosas para las personas que viven bajo amenaza continua de violencia.
Respecto a la comparación entre diferentes terapias, las intervenciones basadas en la TCC, como la TCC centrada en el trauma, la TCC por internet, la TEN y la TPC, mostraron la evidencia más sólida en términos de eficacia. Según indican los autores, esto es consistente con la literatura sobre el tratamiento del trauma en general, que a menudo recomienda la TCC como tratamiento de primera línea. Asimismo, la evidencia para la TEN fue prometedora, pero limitada a un solo ensayo. Por tanto, se necesitan más estudios para confirmar la efectividad de la TEN en contextos de amenaza continua.
La evidencia para el EMDR, la terapia del Árbol de la Vida y la gestión del estrés postraumático fue la menos robusta. Según explican los autores, esto no significa que estas intervenciones no sean efectivas, sino que se necesitan más estudios con mayor rigor metodológico para determinar su eficacia.
Las adaptaciones culturales y los desafíos a la implementación de estas terapias
Otros aspectos a destacar del análisis de los datos, muestran que la mayoría de los estudios realizaron adaptaciones relacionadas con la cultura y la amenaza continua. A este respecto, los resultados sugieren que es posible brindar intervenciones psicológicas en estos contextos, siempre que se tengan en cuenta las necesidades específicas de la población.
Entre los desafíos señalados por los investigadores para implementar este tipo de terapias, se observan preocupaciones de seguridad para los clientes y terapeutas, dificultades logísticas para asistir a las sesiones y la necesidad de adaptar las intervenciones al contexto cultural. Según recomiendan los autores de la revisión, es importante que los profesionales sean conscientes de estos desafíos y tomen medidas para mitigarlos.
En general, la revisión sistemática proporciona evidencia de que las intervenciones psicológicas pueden ser efectivas y factibles para las personas que experimentan trauma en contextos de amenaza continua.
Implicaciones para la práctica:
Según se detalla en el texto, la presente revisión sistemática tiene implicaciones importantes para la práctica asistencial.
En primer lugar, el estudio desafía la suposición de que las intervenciones psicológicas no deben ofrecerse en entornos de amenaza continua. A la luz de la evidencia proporcionada por este metaanálisis, los datos muestran que estas intervenciones no son dañinas y probablemente sean beneficiosas, siempre que se adapten adecuadamente al contexto.
Asimismo, los profesionales deben considerar la incorporación de elementos culturales y conocimientos locales en los tratamientos.
Otro aspecto para considerar es la necesidad de abordar las preocupaciones de seguridad y proporcionar apoyo a los trabajadores comunitarios que actúan como terapeutas, puesto que también pueden estar expuestos al trauma.
Finalmente, tal y como señalan los autores, se necesitan más investigaciones para determinar qué intervenciones son más efectivas para diferentes poblaciones y contextos.
En conclusión, el estudio destaca la importancia de proporcionar atención de salud mental a las personas que viven bajo amenaza continua de violencia. A este respecto, los profesionales de la psicología tienen un papel crucial en el desarrollo e implementación de intervenciones efectivas y culturalmente sensibles para estas poblaciones.
Fuente:
Yim, S. H., Lorenz, H., & Salkovskis, P. (2024). The effectiveness and feasibility of psychological interventions for populations under ongoing threat: A systematic review. Trauma, Violence, & Abuse, 25(1), 577-592.