¿Qué aportaciones se pueden realizar desde la Psicología en la etapa de envejecimiento? Según una publicación de la Asociación Americana de Psicología (APA) el papel de los profesionales de la Psicología es fundamental para la mejora de la calidad de vida de las personas mayores. Esta área, de creciente interés, ha dado lugar al desarrollo de la psicogerontología.
En la guía se explica el campo de estudio de la psicogerontología y por qué es importante la inclusión de servicios psicológicos para las personas mayores. El texto reconoce además la interrelación entre los problemas de salud física y de salud mental y ofrece ejemplos de las aportaciones que se pueden realizar desde la Psicología para mejorar el bienestar de este grupo de edad.
La psicología es una ciencia que se dedica al estudio de la mente y el comportamiento humano. Dentro de esta disciplina, la psicogerontología se enfoca en el envejecimiento y su objetivo es proporcionar servicios clínicos especializados para adultos mayores. Esta disciplina busca entender el proceso de envejecimiento normal y cómo se puede intervenir para mejorar la calidad de vida en esta etapa.
Según el texto, las personas mayores de 65 años o más son el segmento de población de mayor crecimiento a nivel mundial. Uno de las asignaturas pendientes supone el reconocimiento de los problemas de salud mental y el deterioro cognitivo en este grupo y su impacto en todas las áreas de la vida. A este respecto, los profesionales de la Psicología desempeñan un papel fundamental para dar respuesta a las necesidades psicológicas y cognitivas de las personas mayores. Las intervenciones psicológicas, a diferencia de las farmacológicas, no tienen efectos secundarios adversos, y pueden mejorar la calidad de vida de los adultos mayores y sus familias.
En este sentido, la publicación de la APA subraya la necesidad de aumentar el acceso a los servicios de salud mental para los adultos mayores. Este acceso ofrece ventajas en términos de reducción de gastos en atención médica. Se ha comprobado que existe una estrecha relación entre la salud mental y física, por lo que mejorar el bienestar psicológico de este grupo reduce la frecuencia de visitas médicas, los procedimientos médicos y el uso de medicamentos.
Tal y como subraya la APA, uno de los desafíos en la atención a la salud mental de los adultos mayores es la brecha en el acceso a los servicios necesarios. Numerosos adultos mayores que padecen trastornos mentales no reciben el apoyo requerido, y esta situación es especialmente notable en áreas rurales y en comunidades desfavorecidas. A pesar de ello, los adultos mayores cada vez están más concienciados de la importancia de cuidar su salud mental. Se están mostrando cada vez más dispuestos a recibir servicios psicológicos y mucho de ellos expresan preferencia por este tipo de tratamientos frente a la medicación.
En este contexto, los psicólogos y psicólogas realizan una valiosa contribución para asegurar la atención integral de los adultos mayores. Los profesionales de la Psicología trabajan en colaboración con otros profesionales de la salud, incluyendo médicos y otros especialistas, para garantizar una atención holística y adaptada a las necesidades individuales de cada adulto mayor. Su enfoque multidisciplinario y su capacidad para brindar apoyo emocional son esenciales para mejorar el bienestar general de los adultos mayores y fomentar una vejez más saludable y feliz, señala la APA.
¿Cómo pueden los profesionales de la Psicología contribuir a la mejora de la calidad de vida de las personas mayores? Según la publicación de la APA, las contribuciones de la Psicología se manifiestan en el área de investigación, evaluación y tratamiento.
Así, la Psicología ha alcanzado importantes y valiosos conocimientos sobre los factores psicológicos y cognitivos que afectan en el envejecimiento. Más allá, ha desarrollado instrumentos de evaluación para la exploración psicológica y neuropsicológica en esta etapa. También es interesante su aportación al ámbito jurídico, para la evaluación de las necesidades y capacidades de las personas mayores.
Respecto al tratamiento, los adultos mayores también pueden verse afectados por trastornos de salud mental como ansiedad y depresión, debido a diversos factores estresantes característicos de esta etapa vital. Asimismo, la Psicología ha desarrollado intervenciones psicológicas específicas para ayudarles a afrontar estos problemas y desafíos que supone la tercera edad.
Las aportaciones de la Psicología se han puesto de manifiesto especialmente en los siguientes aspectos:
- Ayudar a enfrentar los estresores que supone el envejecimiento, como el deterioro físico, pérdida de seres queridos o cambio en la vivienda y situación vital.
- Manejo de los problemas de ansiedad.
- Evaluación de la capacidad para la toma de decisiones.
- Apoyo a cuidadores de personas mayores.
- Intervención en demencia.
- Prevención y abordaje de la depresión.
- Apoyo en el final de la vida.
- Actividades para la promoción de la salud.
- Abordaje de la incontinencia urinaria.
- Manejo de los problemas de insomnio.
- Apoyo para el abordaje de enfermedades crónicas.
- Prevención e intervención en abuso de sustancias.
- Prevención y manejo de las conductas suicidas.
Según la APA, las intervenciones psicológicas más utilizadas dentro del ámbito de la psicogerontología son las terapias cognitivo-conductuales, interpersonales y psicodinámicas. Asimismo, es frecuente el uso de técnicas de modificación de conducta, el entrenamiento cognitivo y las modificaciones ambientales con personas mayores. Estas intervenciones han demostrado ser las más efectivas en el tratamiento de diversos trastornos de salud mental y problemas de la vida diaria de este grupo.