Para una gran parte de la población mundial, la salud mental y el trabajo están íntimamente relacionados, es decir, el bienestar psicológico de una gran parte de la población está muy ligado a su entorno laboral y el bienestar del trabajador afecta a su rendimiento y productividad laboral. Así lo explica la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su nuevo manual titulado Recomendaciones de la OMS para la salud mental en el trabajo (WHO guidelines on mental health at work). El texto tiene la finalidad de expandir prácticas eficaces para la prevención, promoción y apoyo a la salud mental de los empleados en los entornos laborales, basadas en la revisión de la literatura científica existente. A este respecto, determinadas intervenciones psicológicas, como la terapia cognitivo conductual o el entrenamiento en la gestión del estrés tienen un papel fundamental en la prevención, promoción e intervención de la salud mental en el trabajo. | |
Tal y como se expone en el documento, la salud mental va más allá de la ausencia de trastornos mentales. La salud mental es un estado de bienestar mental que permite a las personas hacer frente a las tensiones de la vida, realizar sus capacidades, aprender bien y trabajar bien, y contribuir a sus comunidades, explica la OMS. Desde este enfoque, la participación personal y el rendimiento en el trabajo van a estar determinados por la salud mental, de forma que una mala salud mental tiene un efecto negativo en el bienestar y el funcionamiento cognitivo, conductual, emocional, social y relacional de una persona, en su salud física y en su identidad y bienestar personales en relación con el trabajo, lo que tiene una repercusión directa en la reducción de su productividad y en la economía de la empresa. En el manual se recogen recomendaciones basadas en la evidencia que engloban la prevención universal (si son de aplicación para toda la plantilla), la prevención selectiva (para trabajadores con riesgo de padecer trastornos de salud mental) y la prevención indicada (para los trabajadores que presentan trastornos de salud mental). A continuación, se exponen las recomendaciones basadas en la evidencia según la OMS: Recomendaciones sobre intervenciones organizativas Las intervenciones organizativas que abordan la reducción o eliminación de los factores de riesgo psicológico y social en el trabajo (sobrecarga laboral, situaciones de mobbing, etc.), incluidas las intervenciones con enfoques participativos, tienen un efecto positivo en la reducción del malestar emocional y en la mejora del rendimiento en el trabajo. Las intervenciones organizativas que abordan los factores de riesgo psicológico, por ejemplo, la reducción de la carga de trabajo y los cambios de horario o la mejora de la comunicación y el trabajo en equipo, tienen un efecto positivo en los trabajadores sanitarios, humanitarios y de emergencias para reducir el malestar emocional y mejorar los resultados relacionados con el trabajo. Se deben realizar adaptaciones laborales precisas para los trabajadores con problemas de salud mental, incluyendo las discapacidades psicológicas, en consonancia con los principios internacionales de derechos humanos.
Recomendaciones para la formación de directivos y trabajadores Se debe impartir formación a los directivos en apoyo a la salud mental de sus trabajadores lo que tiene un efecto positivo en los conocimientos, actitudes y comportamientos de los directivos en materia de salud mental y en la mejora de la conducta de búsqueda de ayuda de los trabajadores. Se debe impartir la formación de los gestores en apoyo a la salud mental de los trabajadores sanitarios, humanitarios y de emergencias para mejorar sus conocimientos, actitudes y comportamientos en materia de salud mental.
Recomendaciones para la formación de trabajadores La formación de los trabajadores en alfabetización y concienciación sobre la salud mental puede servir para mejorar sus conocimientos y actitudes en materia de salud mental en el trabajo, incluidas las actitudes de estigmatización. La formación del personal sanitario, humanitario y de emergencias en sensibilización y conocimientos sobre salud mental puede servir para mejorar sus conocimientos y actitudes en materia de salud mental en el trabajo, incluidas las actitudes de estigmatización.
Recomendaciones sobre las intervenciones individuales Las intervenciones psicológicas universales que tienen como objetivo desarrollar las habilidades de los trabajadores en la gestión del estrés – como las intervenciones basadas en la atención plena o los enfoques cognitivo-conductuales – pueden ser consideradas para los trabajadores para promover la salud mental positiva, reducir el malestar emocional y mejorar la eficacia del trabajo. Las oportunidades para la actividad física basada en el ocio -como el entrenamiento de resistencia, el entrenamiento de fuerza, el entrenamiento aeróbico, la caminata o el yoga- pueden considerarse para los trabajadores para mejorar la salud mental y la capacidad de trabajo. Las intervenciones psicológicas universales que tienen como objetivo desarrollar las habilidades de los trabajadores en la gestión del estrés – como las intervenciones basadas en la atención plena o los enfoques cognitivo-conductuales – pueden ser consideradas para los trabajadores de la salud, humanitarios y de emergencia con el fin de promover la salud mental positiva y reducir la angustia emocional. Las intervenciones psicológicas -como la gestión del estrés y la formación en autocuidado, o la formación en habilidades de comunicación- pueden ponerse a disposición de los trabajadores sanitarios, humanitarios y de emergencias que sufran malestar emocional. Para los trabajadores con malestar emocional, pueden considerarse intervenciones psicológicas, como las basadas en enfoques de atención plena o cognitivo-conductuales, o el entrenamiento en resolución de problemas, con el fin de reducir estos síntomas y mejorar la eficacia en el trabajo. Para los trabajadores con malestar emocional, se puede considerar el ejercicio físico, como el entrenamiento aeróbico y el entrenamiento con pesas, con el fin de reducir estos síntomas.
Recomendaciones para la reincorporación al trabajo tras una ausencia asociada a un problema de salud mental En el caso de las personas con absentismo asociado a problemas de salud mental, se debe considerar: (a) la atención sanitaria en el entorno laboral junto con la atención clínica de salud mental o (b) sólo la atención clínica de salud mental basada en la evidencia, para la reducción de los síntomas de salud mental y la disminución de los días de absentismo
Recomendaciones para la mejora de la accesibilidad al empleo para personas con diagnóstico de trastorno mental Las estrategias orientadas a la recuperación que mejoran la inclusión profesional y económica, como el empleo con apoyos, deben estar disponibles para que las personas con trastornos mentales graves, incluidas las discapacidades psicológicas, obtengan y mantengan un empleo.
Tal y como advierte la OMS, Si bien los problemas de salud mental afectan a un 15% de la población en edad de trabajar, la realidad es que apenas se realizan esfuerzos para mitigar y eliminar este problema. La magnitud del problema de salud pública que suponen los trastornos mentales es mayor que el volumen de inversión para abordarlo, insiste la OMS en el preámbulo de las recomendaciones. Se puede descargar el recurso en el siguiente enlace: WHO guidelines on mental health at work |