Se estima que, al menos, medio millón más de personas en el Reino Unido experimentarán algún problema de salud mental este año como resultado del Covid-19. En este contexto de pandemia, las empresas pueden desempeñar un papel crucial en el apoyo al personal laboral, creando puestos de trabajo mentalmente saludables, detectando cualquier señal de angustia entre sus trabajadores y brindándoles el apoyo adecuado. Así lo afirma una nueva guía, desarrollada por el Centro para la Salud Mental de Reino Unido (Center for Mental Health) y la Allianza para la Salud Mental Ciudadana (City Mental Health Alliance), con el fin de ayudar a las empresas a comprender y apoyar mejor a aquellos trabajadores que puedan estar experimentando un trauma psicológico y emocional. El documento hace especial mención al impacto de la pandemia Covid-19, pero también aborda otros temas preocupantes, como el racismo y el estigma. |
| |||
Tal y como señalan sus autores, después de un evento traumático que afecta a muchas personas al mismo tiempo, las investigaciones revelan que relativamente pocas personas buscan ayuda para su salud mental a través de canales formales, como atención primaria y servicios especializados. En cambio, la recuperación tiene lugar a través de las relaciones que existen dentro de las familias, comunidades y lugares de trabajo. Es decir, el ámbito laboral de una persona ya sea físico o remoto, es uno de los contextos que puede ayudarles a dar sentido a lo que ha sucedido y encontrar formas compartidas de entenderlo para intentar reanudar su vida «normal». De hecho, según datos expuestos, desde principios de mayo, el 79% de las empresas en Reino Unido habría visto un incremento en las solicitudes de servicios de salud mental por parte de su personal laboral. A este respecto, el documento subraya la responsabilidad y oportunidad de las organizaciones a la hora de apoyar a las personas que pueden haber tenido una experiencia traumática durante este tiempo, poniendo de relieve el rol clave que juega la intervención temprana y el contar con un entorno que les apoye. Es importante aquí que los empleadores reconozcan que pueden necesitar ajustar sus expectativas en torno al personal laboral durante este tiempo. Así como se les pide a las empresas que cambien sus espacios físicos para que sea más seguro para los trabajadores, también deberían pensar en ofrecer ajustes razonables y ofrecer apoyo de cara a garantizar la seguridad para la salud mental y el bienestar de sus empleados. Para ello, a lo largo de la guía se realiza una descripción general de algunas de las dificultades que pueden experimentar las personas, desde un trauma más leve hasta un trastorno de estrés postraumático, y se ofrece una serie de recomendaciones prácticas para que las empresas reduzcan los riesgos para la salud mental de sus empleados, tanto a corto como a largo plazo, entre ellas las siguientes: crear una cultura de empresa abierta y solidaria, recordar la existencia de servicios de salud mental, incrementar la alfabetización en salud mental a los jefes de equipo, brindar tranquilidad y control a las personas sobre el regreso al puesto de trabajo, actualizar las políticas de duelo, apoyar a sus trabajadores, especialmente aquellos que pertenecen a otras etnias y grupos minoritarios, ofrecer de forma proactiva ajustes razonables, etc. El documento finaliza recordando que emprender acciones en este sentido, fomentará la recuperación de la sociedad en su conjunto y también impulsará la recuperación económica de las empresas, dado que, solo será posible que las empresas se reconstruyan mejor si cuentan con personas saludables. Se puede descargar la guía desde la página Web del Centro para la Salud Mental, o bien directamente a través del siguiente enlace: Recovering at work: how businesses can support staff who may be facing trauma |
Sesgos emocionales en las decisiones financieras
Las emociones pueden influir en las decisiones financieras y deben ser consideradas para tomar decisiones de inversión más racionales. Así lo concluye un nuevo metaanálisis (…)