Hoy, 7 de abril, se celebra el Día Mundial de la Salud, una fecha establecida en 1948 por la Primera Asamblea mundial de la Salud, para conmemorar la fundación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y cuyo objetivo, cada año, es brindar una oportunidad de ámbito mundial para centrar la atención en importantes cuestiones de salud pública, que afectan a la comunidad internacional.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) trabaja en pro de la mejora de la salud mental y física de las personas en todos los países, subrayando la necesidad de que todas las naciones establezcan sistemas que ayuden a prevenir, conservar y restituir la salud. En esta línea, todos los años se elige para este día un tema de salud específico, a fin de destacar un área prioritaria de interés.
Esta edición de 2025, inicia una campaña de un año de duración sobre la salud de la madre y el recién nacido, bajo el lema Comienzos saludables, futuros esperanzadores, a través del cual se recuerda que «la salud de las madres y de los recién nacidos está en la base de las familias y las comunidades saludables, pues contribuye a garantizar futuros esperanzadores para todos y todas». Atendiendo a esto, se exhorta a los gobiernos y a la comunidad de la salud a intensificar los esfuerzos para poner fin a las muertes prevenibles de madres y recién nacidos, y a dar prioridad a la salud y el bienestar de las mujeres a corto y a largo plazo.

Foto: freepik. Descarga: 24/03/25
Tal y como afirma la OMS, es fundamental ayudar a que todas las mujeres y recién nacidos sobrevivan y prosperen. Según las estimaciones actuales, cada año pierden la vida trágicamente cerca de 300.000 mujeres durante el embarazo o el parto, más de dos millones de recién nacidos fallecen en su primer mes de vida y alrededor de dos millones más nacen muertos. Estas cifras equivalen, aproximadamente, a una muerte prevenible cada siete segundos.
Según advierte, de mantenerse las tendencias actuales, «cuatro de cada cinco países seguirán estando lejos de alcanzar las metas de mejora de la supervivencia materna de aquí a 2030, y uno de cada tres no logrará las metas relativas a la reducción de la mortalidad neonatal». Y esto son cifras bastante alarmantes.
Es necesaria una atención de alta calidad que brinde apoyo físico, psicológico y emocional antes, durante y después del parto
Todas las mujeres y sus familias necesitan una atención de alta calidad que brinde no sólo apoyo físico sino también psicológico y emocional, antes, durante y después del parto, sobre todo, en los países más pobres, durante las emergencias humanitarias y en los lugares vulnerables, donde se concentran la mayoría de las muertes maternas y neonatales, sin dejar a nadie atrás.
Para ello, es clave que los sistemas de salud evolucionen, de cara a gestionar eficazmente los numerosos problemas de salud que inciden en la salud materna y del recién nacido. Como bien señala la Organización Mundial, no se trata solo de complicaciones obstétricas directas, sino que también se incluyen los problemas de salud mental, las enfermedades no transmisibles y la planificación familiar.
En todo el mundo, las mujeres deben poder tener acceso a profesionales de la salud que atiendan sus preocupaciones y satisfagan sus necesidades, incluso en los meses posteriores al embarazo, «cuando millones de ellas carecen de un apoyo fundamental, a pesar de las consecuencias duraderas para su salud que pueden sufrir después del parto».
Los/as responsables de políticas deberían invertir en salud materna y neonatal
La OMS recuerda que mejorar la salud de las madres implica respetar los derechos de las mujeres y las niñas, para que puedan planificar sus vidas y proteger su salud. Su capacidad de acción y su autonomía son fundamentales para reducir la mortalidad materna y neonatal y garantizar la salud en general.
Dado lo expuesto, en este Día Mundial de la Salud, se recoge una serie de recomendaciones, entre ellas, las siguientes:
- Los/as responsables de políticas deberían invertir en salud materna y neonatal para poner fin a la mortalidad prevenible. La experiencia adquirida en todo el mundo demuestra que se puede avanzar y poner fin a las muertes evitables de madres y recién nacidos. Estas inversiones «no solo tienen que ver con la supervivencia, sino con ofrecer a las mujeres y a sus hijos un futuro más prometedor y esperanzador». Según cálculos de la OMS (en inglés), en los países de ingresos medianos y bajos, cada dólar de los Estados Unidos invertido en salud materna y neonatal genera un retorno de entre 9 y 20 dólares. Esos datos evidencian que el gasto en la salud de las madres y los recién nacidos es una inversión en capital humano y no un coste, que contribuye al desarrollo económico y a mejorar la salud y la felicidad de las sociedades.
- La OMS considera esencial buscar atención inmediata con un/a profesional de la salud desde el primer momento del embarazo y recomienda adoptar y/o mantener hábitos saludables para reducir posibles riesgos, acudiendo inmediatamente al médico ante cualquier síntoma o señal de alerta.
Es importante un enfoque integrado que vincule la salud física, la salud mental y los servicios de apoyo social
- Los servicios tienen que ser seguros y eficaces, y deben garantizar que las mujeres, los recién nacidos y los/as cuidadores/as sean tratados con dignidad, empatía y respeto. Con ese fin, se debe ofrecer una atención compasiva y respetuosa a las personas afectadas por la muerte de un feto o por un aborto espontáneo, por parte de profesionales de la salud cualificados para ello.
- Después del parto, alrededor de un tercio de las mujeres sufren complicaciones de salud a largo plazo, que pueden incrementar los riesgos en futuros embarazos. Datos de la OMS indican que el 20% de las nuevas madres sufren depresión o ansiedad posparto. En esta etapa crítica y en periodos posteriores, es importante aplicar un enfoque integrado que vincule la salud física, la salud mental y los servicios de apoyo social.
- Tras el parto, «se experimentan muchos cambios físicos, psicológicos y emocionales, algunos de los cuales pueden generar temor o desconcierto». La OMS recomienda a las mujeres solicitar asesoramiento si se sienten muy tristes o con ansiedad. En este sentido, destaca que una de cada cinco mujeres presenta depresión o ansiedad posparto, situaciones que «son comunes y se pueden tratar con ayuda profesional». Igualmente advierte de que, en casos poco frecuentes, puede aparecer repentinamente una psicosis posparto, «que es sumamente grave si no se trata». Esta psicosis puede manifestarse con síntomas como alucinaciones, delirios y cambios bruscos en el estado de ánimo.
La salud mental materna desempeña un rol crucial para el bienestar de la madre y su familia
- A este respecto, la evidencia subraya el rol crucial que desempeña la salud mental materna para el bienestar de la madre y su familia. Las investigaciones al respecto revelan que los problemas de salud mental pueden tener un impacto negativo en la vida diaria de la madre, afectar a su relación de pareja y disminuir su capacidad para cuidar del bebé. Además, la salud mental de la madre puede afectar el desarrollo emocional y cognitivo del menor, especialmente en los primeros años de vida.
- No podemos dejar de señalar aquí el papel fundamental de la Psicología en el ámbito de la salud mental materna. Los y las profesionales de la Psicología proporcionan herramientas y estrategias que han demostrado ser eficaces. En este sentido, las intervenciones psicológicas permiten desarrollar habilidades y recursos para sobrellevar el estrés y la ansiedad que puede suponer el nacimiento de un hijo/a. Asimismo, existen terapias psicológicas eficaces para prevenir o tratar trastornos de salud mental perinatales, como la depresión posparto, la ansiedad posparto y el trastorno de estrés postraumático posparto.
- Por otro lado, las políticas y leyes de conciliación familiar se consideran cruciales para que las mujeres reciban el apoyo adecuado de cara a cuidar de su salud y la de sus bebés. Estas políticas incluyen la baja remunerada por maternidad («de al menos 18 semanas, aunque lo ideal es que sea de 6 meses o más»), garantías jurídicas y apoyo en el lugar de trabajo para la lactancia materna.
- La OMS recomienda fomentar el apego y la interacción con el recién nacido, para crear un vínculo afectivo y favorecer el desarrollo emocional y cognitivo del bebé. Recuerda también la relevancia de no descuidar el bienestar propio, siendo esencial tomarse un tiempo para descansar, pedir ayuda cuando la necesiten y buscar ayuda profesional si se sienten muy desbordadas, tristes o ansiosas.
La campaña recoge una serie de recomendaciones para los padres en caso de muerte perinatal o posnatal
- Manifestando que «ninguna embarazada está exenta del riesgo de perder a su bebé» (ya sea por un aborto espontáneo o porque el feto nace muerto), la campaña recoge los siguientes mensajes, dirigidos a los progenitores que se encuentran en esta situación de pérdida:
- Sea consciente de que está pasando por un duelo: perder un bebé es una experiencia especialmente traumática. Es importante que acepte sus emociones y se permita pasar por el duelo respetando sus sentimientos.
- Pida ayuda: acuda a grupos de apoyo o a profesionales de la salud mental (por ej., un/a profesional de la Psicología). Contar su vivencia a otras personas que le entiendan puede ayudar a superar la situación.
- Hable con sus seres queridos: explíqueles cómo pueden ayudarle. A veces es difícil saber qué decir o hacer, así que puede guiarles expresando lo que necesita de ellos.
- Cuídese: tómese el tiempo necesario para recuperarse descansando, buscando ayuda para mantener su salud mental y realizando actividades que le brinden bienestar.
- Planifique futuros embarazos, si lo desea: si quiere volverse a quedar embarazada, hable con su médico sobre la atención o el monitoreo adicionales que podría necesitar en adelante. La mayoría de las mujeres que han perdido a un bebé no sufren problemas en futuros embarazos.
- Recuerde que no está sola. Muchas personas han vivido experiencias similares y existen recursos y sistemas de apoyo para ayudar en este momento difícil. Ante cualquier duda o necesidad de ayuda, la OMS recomienda consultar con un/a profesional de la salud.
Toda la información sobre la campaña se encuentra disponible aquí:
Día Mundial de la Salud 2025. Comienzos saludables, futuros esperanzadores