Recomendaciones de la APA para gestionar conversaciones cuando no se comparte la misma ideología política
28 Ene 2025

Entablar conversaciones difíciles sobre temas delicados como la política, el racismo, la religión, el control de armas, el aborto, etc., puede generar tensión en cualquier relación, ya sea con amigos/as o personas conocidas, compañeros/as de trabajo, familiares o incluso con la misma pareja. Saber o descubrir que tienes ideologías o creencias diferentes a las de las personas que te importan puede resultar incómodo, especialmente cuando las conversaciones versan en torno a estos temas.

Así lo afirma la Asociación Americana de Psicología (APA, American Psychological Association), en un artículo publicado en su sección de temas de Psicología, donde recoge una serie de recomendaciones que pueden ser de utilidad para orientar las conversaciones sobre política hacia una dirección más positiva:

política
Fuente: freepik. Foto: Drazen Zigic. Fecha: 21/01/24
  • Busca aspectos en los que estés de acuerdo con la otra persona. Puedes estar en desacuerdo con alguien, pero en lugar de reaccionar con firmeza en contra de su opinión, trata de escuchar activamente a la otra persona sobre lo que es importante para ella. Encontrar puntos de vista compartidos puede hacer que las áreas de desacuerdo se sientan menos intensas, reduciendo consecuentemente el estrés que generan estas conversaciones.
  • Sé abierto/a y amable. Cuando tengas este tipo de conversaciones, evita el lenguaje polarizado y los ataques personales. Recuerda con quién estás hablando: puede ser un miembro de la familia o alguien importante para ti. Comunícate de manera eficaz. Evita tener conversaciones sobre temas delicados temprano en la mañana o justo antes de un evento importante. Trata de ser consciente de tus palabras y del tono que utilizas, y no permitas que la conversación se vuelva hostil o combativa, ya que eso podría afectar negativamente la relación en el futuro.
  • Mantén la calma cuando aumente la tensión. Prepararse para cómo podrías reaccionar antes de una conversación de esta índole, aumentará tu autoconciencia y puede darte más opciones si quieres reducir la tensión. Si notas que reaccionas rápidamente en una conversación acalorada, puede ser beneficioso para ti dar un paso atrás y recordarte a ti mismo/a, una vez más, que debes mantener la calma. Intenta respirar profundamente cuando te sientas alterado/a o cambia educadamente el tema de conversación. Solo tú puedes controlar tus emociones, y ser consciente de ellas te ayudará a reducir la tensión con los demás.
  • Ten objetivos para la conversación. Entender tus objetivos cuando se trata de comunicarte con los demás puede ser útil para que las conversaciones sean productivas. El tema de la conversación puede ser delicado o no, pero lo importante es determinar qué esperas lograr de dicha conversación. ¿Quieres cambiar la opinión de la persona o simplemente escuchar y comprender mejor su punto de vista? Establecer objetivos fáciles y alcanzables cuando te comuniques con los demás ayudará a aliviar la tensión en este tipo de conversaciones.
  • Acepta que no puedes cambiar la opinión de la otra persona. Cuando estés hablando, es posible que notes que la otra persona no está de acuerdo con tus opiniones o afirmaciones. Abordar temas delicados, no siempre será fácil. Reconoce que es posible que no puedas cambiar sus puntos de vista. Usa la conversación como una oportunidad para compartir vuestros puntos de vista, no para convencer a nadie de que el tuyo es el mejor.
  • No pasa nada por estar en desacuerdo con alguien que te importa. Sí es importante recordar que no siempre puedes estar de acuerdo con todo el mundo (o al revés, no siempre, todo el mundo puede estar de acuerdo contigo). Acepta que se puede estar en desacuerdo. Tus opiniones y creencias personales te hacen único/a. Puede ser difícil aceptar que un ser querido o un amigo pueda tener ideologías opuestas a las tuyas, pero comprender sus puntos de vista ayudará a contribuir a que las relaciones sean saludables.
  • Debes saber cuándo terminar la conversación. Si la conversación no ha llegado a una resolución, es recomendable encontrar un momento adecuado para terminar la discusión de manera pacífica. Puede ser que cambies el tema de conversación o sugieras otra actividad, pero trata de mantener y reforzar la relación que tienes con la otra persona. Aunque no haya habido un acuerdo, continúa participando en actividades con las que disfrutéis juntos.
  • Es clave ser proactivo/a. Si te preocupan las conversaciones potencialmente difíciles durante las reuniones familiares, recuerda que estos eventos tienen como objetivo unir a las personas, no separarlas. Concéntrate en los buenos momentos y en lo que tu familia y tú tenéis en común. Planificad actividades que fomenten la diversión y la risa, por ejemplo, juegos en familia, mirar álbumes de fotos antiguas, salidas o excursiones, etc.

Fuente: Managing conversations when you disagree politically

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