Se registra un incremento de 1.618,7% de casos de violencia y de un 643,9% de problemas de salud mental atendidos por el Teléfono ANAR en los últimos 30 años. La conducta suicida, los problemas relacionados con la violencia de género y las situaciones de grooming, sexting no consentido y otras formas de acoso a través de las TIC, son los motivos de llamada que más han aumentado.
Estas son algunas de las conclusiones del nuevo estudio publicado por la Fundación ANAR (Ayuda a Niños/as y Adolescentes en Riesgo), a través del cual se presenta un análisis de la evolución de las problemáticas que afectan a la infancia y adolescencia en España a lo largo de los últimos años, señalando, a su vez, las nuevas tendencias.
Desde su puesta en funcionamiento, el Teléfono/Chat ANAR es un servicio de carácter universal que atiende a los/as menores de edad de toda España sin excepción. Aunque el servicio se presta a todos y todas los/as menores, la mayor parte presenta altos índices de vulnerabilidad por sufrir violencias, problemas de salud mental, por vivir en entornos familiares no protectores, etc. Desde febrero de 1994 a febrero de 2024 se han atendido 6.559.377 peticiones de ayuda de toda España, todas ellas, necesarias para ayudar a los 227.087 niños/as y adolescentes en situación de riesgo.
Tal y como señala el informe fruto de este estudio, a la hora de ofrecer orientación a los niños, niñas y adolescentes, así como a las familias que llaman en busca de ayuda, ANAR cuenta con tres departamentos: uno de orientación psicológica, formado por Psicólogos/as expertos/as en materia de infancia-adolescencia, un Departamento Jurídico, con Licenciados/as en Derecho, y uno Social, con trabajadores/as sociales, ambos tipos de profesionales, formados y especializados también en el ámbito infanto-juvenil.
El objetivo principal del psicólogo/a-orientador/a aquí, es ofrecer al niño/a y adolescente un espacio seguro y confidencial, dándole el tiempo necesario para que se sienta escuchado/a y respetado/a, y en el que pueda expresar libremente aquello que le ocurre, para poder buscar alternativas de solución a sus problemas. Las habilidades terapéuticas del equipo de psicólogos/as son fundamentales para detectar situaciones que permanecen ocultas, ofreciéndoles seguridad para afrontar sus miedos.
A partir de las peticiones de ayuda que se realizan al Teléfono/Chat ANAR, el equipo de psicólogos/as-orientadores/as recoge información sobre los problemas que relatan niños/as, adolescentes o personas adultas, para poder ayudar a quienes llaman y, en caso de tener que volver a comunicarse con ANAR, el/la psicólogo/a ya dispone de la información en su historial, evitando así la revictimización de los/as menores de edad, que ya no tienen que contar su relato de nuevo. Esta información es el punto de partida de la orientación y también del presente estudio, cuyas principales conclusiones recogemos a continuación:
Las familias monoparentales/monomarentales son uno de los tipos de hogares más vulnerables, con una mayor tasa media de pobreza
- La población extranjera menor de edad ha experimentado un incremento de +800,5% frente a un descenso del -6,2% de la población española menor de 18 años. Datos que, para ANAR, indican que “en el incremento del +2,8% de la población infantil y adolescente también está incidiendo, de forma importante, el aumento de población migrante de este grupo de edad”.
- Los datos muestran un aumento de la tasa de pobreza infantil en más de 3,5 puntos porcentuales. Crecer en situación de pobreza tiene importantes repercusiones a lo largo de todo el ciclo vital de niños, niñas y adolescentes. Una alimentación inadecuada, el bajo rendimiento académico o el abandono escolar, la debilidad de las redes de apoyo, entre otros factores, inciden en que se entre en una situación de la que es muy difícil salir y que tiene consecuencias a lo largo de toda la vida.
- Según la OCDE (2022) las familias monoparentales/monomarentales constituyen uno de los tipos de hogares más vulnerables, con una tasa media de pobreza del 32,5%, más de tres veces por encima de la de hogares con dos o más personas adultas y niños/as (9,8%). Entre los factores de vulnerabilidad de este tipo de familias destacan: la dificultad para acceder al mercado laboral y a unos ingresos suficientes, las amplias responsabilidades de cuidado y la falta de apoyo práctico y emocional. Los datos del presente informe muestran que las familias monoparentales/monomarentales son las que más han crecido (+13,9% entre 2013-2020).
Se registra una mejora de la salud física y un empeoramiento de la salud mental
- En los últimos 30 años, la tasa de mortalidad infantil se ha reducido a más de la mitad (56,8%). Entre los 15-19 años, el 49,5 % de las defunciones, son debidas a causas externas. A esa edad, los chicos adolescentes habitualmente presentan una mortalidad más elevada por “causas externas” que las chicas.
- Se registra una mejora de la salud física (-1,7% morbilidad) y un empeoramiento de la salud mental (+160,6% morbilidad).
- Con respecto a la salud física, los datos indican que casi 3 de cada 10 niños/as y/o adolescentes es obeso o tiene sobrepeso. La prevalencia descendió en el año 2003 (24,8%), aumentando progresivamente a partir de 2006, hasta alcanzar el 28,6% en 2017 (porcentaje más alto de toda la serie temporal). Como bien indica el informe, son múltiples las consecuencias negativas de la obesidad infantil, tanto para la salud física de los/as menores (más probabilidad de desarrollar enfermedades cardiovasculares, respiratorias y diabetes), como para su salud mental y calidad de vida (baja autoestima, ansiedad, mayores dificultades para relacionarse, etc.), impactando a largo plazo en su vida adulta.
- Se observa un incremento en el riesgo de: maltrato infantil (+266,5%); delitos contra la libertad e indemnidad sexual (+89,8%); ciberdelincuencia (+85,9%) y delitos de odio (+42%). Estos últimos, se caracterizan por estar ‘infradenunciados’: según algunos informes, únicamente una de cada diez personas denuncia delitos de odio, lo que “impide que se recojan todos los hechos que suceden relacionados con ellos”.
Los datos muestran que en los últimos años, los motivos de consulta han cobrado mayor trascendencia y gravedad
- Las cifras evidencian un claro desplazamiento en la atención que se brinda a través del Teléfono/Chat ANAR, pasando de problemas de menor envergadura a atender situaciones de mayor trascendencia y gravedad. Así, mientras que en los primeros años no existía conciencia social de los problemas relativos a la infancia y adolescencia, los cambios sociales y normativos acaecidos en estos 30 años han derivado en una mayor sensibilización y conciencia respecto a algunas situaciones de riesgo de los y las menores, como por ejemplo, del acoso escolar, la violencia de género y las agresiones sexuales.
- La falta de conciliación entre la vida familiar y laboral, y de los horarios escolares y laborales, también ha provocado que niños, niñas y adolescentes pasen más tiempo solos/as y, por lo tanto, más expuestos/as a riesgos. Asimismo, los problemas que sufren los/as menores tienden a aparecer interrelacionados y en muchos casos, están influenciados por contextos familiares y sociales muy deteriorados.
- Por otro lado, el importante desarrollo de las tecnologías ha contribuido a la aparición de nuevas problemáticas, como el grooming, la sextorsión, el ciberacoso y el ciberbullying, agravando también otros problemas previos (violencia de género, pornografía, prostitución, etc.).
Han aumentado los problemas relacionados con las violencias
- La violencia contra los y las menores han experimentado un incremento, pasando del 13,3% en 1995 al 53,1% en 2023. Destacan especialmente las siguientes:
- Violencia de género: registra un incremento de +1.154,7% entre 2009 y 2023, y afecta a las adolescentes víctimas en sus primeras relaciones sentimentales y a muchos niños/as y adolescentes que experimentan este tipo de violencia en su entorno familiar. El número de mujeres víctimas de violencia de género ha crecido un +14,6% entre 2019 y 2023 y el de víctimas menores un 32% entre 2022 y 2023.
- Violencias ejercidas a través de las TRIC (Grooming, Sexting, Ciberacoso): +834,8%. Este incremento también se refleja en los datos del Ministerio del Interior sobre victimizaciones de cibercriminalidad en menores de 18 años (+85,9% entre 2016 y 2022).
- Maltrato infantil: maltrato psicológico (+634,4%) y maltrato físico (+416,4%). Los tipos de maltrato más frecuentes que se notifican a lo largo de todo el período son los referentes a maltrato psicológico y negligencia, representando, respectivamente, más del 40% y en torno al 30% de las notificaciones recibidas. El grupo de edad del que se recibe mayor número de notificaciones de sospecha de maltrato es el de 11 a 14 años, seguido del de 15 a 17.
- Agresión sexual: registra un aumento de +625,7%, coincidente con el aumento detectado en los datos oficiales de victimizaciones aportados por el Ministerio del Interior en relación con este tipo de delito. En línea con estos mismos datos, se observa que las mujeres están más representadas que los hombres a lo largo de todo el período analizado (suponen en torno al 80% de las victimizaciones por delitos contra la libertad e intimidad sexual).
- Abandono: +346,2%. Aumentan las notificaciones por motivo de abandono/negligencia un 129% más entre 2015 y 2022, pasando de 8.726 a 19.970.
- Acoso escolar/Ciberbullying: +236,1% desde 2005 a 2023.
- Prostitución/Pornografía infantil: han aumentado los delitos relativos a la prostitución y la pornografía de menores desde 2017 a 2022, de +25,7% y +48,1%, respectivamente. Las TRIC tienen una gran incidencia en estas problemáticas.
- Agresiones extrafamiliares: se han incrementado un 158,7% más.
Se detecta un incremento en los problemas de salud mental
- Las consultas telefónicas de niños/as y adolescentes y familiares por problemas de salud mental registran un aumento del 54,6% respecto al año 2020, siendo especialmente preocupante para ANAR el que se detecta entre 2009 y 2021 en las consultas por ideación e intento de suicidio (+18,8%), por autolesiones (+56,1%), por trastornos de conducta alimentaria (+154,7%), por adicciones (+41%), por síntomas depresivos (+31,5%), por ansiedad (+25,6%) y por problemas de conducta (+9,6%).
- Las categorías diagnósticas que han aumentado más entre 1997-2022 son las de Déficit de atención y Trastornos del comportamiento (+376,2%), Ansiedad (+200%) y Trastornos de la personalidad (+172,4%).
- El informe destaca el aumento de un +27,8% en los trastornos de alimentación entre los y las menores de 15 años, durante 2013 y 2017. Si bien las mujeres presentan una prevalencia más elevada a lo largo de todo el período, resalta el mayor incremento que se ha producido entre los hombres (un +35,4% frente a un +21,8% en las mujeres). De este modo, “un problema que tradicionalmente se atribuye a las mujeres empieza a ser preocupante también en los hombres de menos de 15 años”.
- Son diversos los factores sociales y culturales implicados en el incremento de este tipo de trastornos, entre ellos, una imagen corporal distorsionada, junto con la insatisfacción corporal. A este respecto, “el culto al cuerpo de la cultura actual puede explicar el aumento continuado de este tipo de trastornos”. Hasta hace unos años, esta presión social del ideal de belleza se ejercía fundamentalmente hacia las mujeres, hecho que parece estar cambiando en los últimos años, como así se refleja en los datos señalados.
La conducta suicida y las autolesiones han ido adquiriendo un peso porcentual bastante preocupante
- Los problemas de salud mental también han experimentado un crecimiento en las consultas atendidas a través del Teléfono/Chat ANAR. Tal y como explica el informe, mientras que, en los primeros años, las primeras llamadas se relacionaban principalmente con “Otros problemas psicológicos” (como los trastornos psiquiátricos, los problemas de alimentación -anorexia, bulimia, obesidad, etc.-, la soledad, la depresión, la ansiedad, provocados por diferentes situaciones como la proximidad de los exámenes, la separación de los padres, la asistencia al colegio, a la hora de relacionarse con los demás, …), con el paso del tiempo, han ido adquiriendo peso porcentual otras problemáticas más graves como la conducta suicida (ideación e intento de suicidio) y las autolesiones.
- En este sentido, desde 2014 a 2023, han aumentado +1.938% las consultas de niños, niñas y adolescentes por conducta suicida y +2.019% las de autolesiones. No obstante, “Otros problemas psicológicos” también han crecido, mayoritariamente la ansiedad (+20,6 puntos porcentuales entre 2010 y 2023), la tristeza (+5,2 p.p.), la baja autoestima (+4,2 p.p.) y los problemas de alimentación (+ 3,7 p.p.). Se registra también un importante aumento en los problemas de conducta, de +754,1%, y en las adicciones (un +77,8%), principalmente las referidas a las tecnologías (+11,1 p.p. entre 2010 y 2023) y a otras drogas distintas del tabaco y el alcohol (+16 p.p.).
Problemas jurídicos y problemas relacionados con el colegio también han experimentado un aumento
- Se han incrementado un 426,1% más los problemas jurídicos relativos a separación, custodia, régimen de visitas, acogimiento, adopción, consultas sobre derechos infanto-juveniles, etc.
- Problemas en el colegio como el absentismo, rendimiento escolar, dificultades de relación con profesorado, etc. también han aumentado (+208,9%), así como el porcentaje de menores de edad que se fugan o abandonan su casa o la institución donde se encuentran acogidos/as (+96,2%).
- Crecen 149,1% más las peticiones de ayuda en las que los/as propios menores de edad se ponen en contacto con ANAR para contar la situación en la que se encuentra otro/a menor de su entorno.
¿Cómo han evolucionado los parámetros de la problemática de los/as niños/as y adolescentes?
- Las situaciones de “gravedad alta” han aumentado +53 puntos porcentuales, pasando de representar el 20,9% en 1997 al 74,5% en 2023. Las situaciones de “urgencia alta” han crecido +58,5 p.p., pasando de representar el 6,3% en 1997 y el 64,8% en 2023. En ambos casos, los incrementos más elevados se dan en el período de pandemia COVID-19 y postpandemia.
- Frecuencia: entre 2000 y 2023 se incrementa la periodicidad “diaria” de los problemas por los que se contacta con la Fundación en 11,7 p.p. más, pasando del 55,6% al 67,3%.
- Duración: la duración de “más de un año” de estas situaciones problemáticas también aumentan +23,9 p.p. en 2023 con respecto al año 2000, pasando del 39,6% al 63,5%.
Reducir las listas de espera, fomentar la terapia psicológica frente a la farmacológica e introducir la figura del psicólogo especialista infanto-juvenil, recomendaciones clave
El informe finaliza con una serie de recomendaciones generales dirigidas a niños, niñas y adolescentes, a las familias, a los centros educativos/profesionales y a las instituciones, así como otras recomendaciones más específicas, para el abordaje y prevención del acoso escolar y del ciberbullying desde el entorno familiar y educativo; la prevención, intervención y apoyo de la violencia de género; la concienciación y sensibilización para fomentar la prevención y detección temprana de la agresión sexual infantil; la prevención y sensibilización de la violencia a través de la tecnología; la prevención e intervención en casos de desaparición de menores; así como la detección e intervención de problemas de salud mental.
Entre las distintas acciones recomendadas, el documento destaca la importancia de que todos los/as actores profesionales relevantes que tienen contacto con el/la menor de edad necesitado/a de apoyo psicológico, se coordinen para facilitar el abordaje multidisciplinar desde el ámbito educativo, social y sanitario, y subraya la relevancia de brindar orientación y apoyo a las familias.
Pone de relieve también la trascendencia de generar más recursos y contar con más profesionales especializados/as que den atención a problemáticas de alta sensibilidad y riesgo para la salud infanto-juvenil, y así paliar las demoras de acceso que existen actualmente. En el contexto actual de saturación del Sistema público de salud considera clave las siguientes mejoras: reducir las listas de espera y el tiempo entre consultas de atención psicológica; fomentar la terapia psicológica frente a la prescripción farmacológica; mejorar los recursos de atención psicológica de bajo coste; e introducir la figura del psicólogo/a especialista en infancia y adolescencia.
Se puede acceder al estudio completo desde la página Web de la Fundación ANAR o bien directamente a través del siguiente enlace: