Expertos en Pediatría y Psiquiatría infantil piden la creación de las especialidades de Psiquiatría y Psicología Clínica infantil en España
16 Jun 2021

El impacto psicológico y social de la pandemia de la COVID-19 ha comenzado a saturar las consultas y las urgencias hospitalarias, duplicándose los casos de urgencias psiquiátricas infantiles y observándose un repunte en los servicios de pediatría de atención primaria de consultas por casos de ansiedad, depresión, síntomas de tipo obsesivo-compulsivos, autolesiones e intentos de suicido en adolescentes, así como trastornos de conducta alimentaria (cada vez más graves). En la misma línea, se ha registrado un incremento en la violencia sobre los/as menores, el maltrato y los abusos y se ha disparado el consumo de pantallas en niños y jóvenes.

Así lo advierten la Sociedad de Psiquiatría Infantil (SPI) y la Asociación Española de Pediatría en una nota de prensa difundida tras la celebración del II Congreso Digital de la Asociación Española de Pediatría, mediante la cual ponen de relieve el grave impacto de la pandemia sobre la salud mental infanto-juvenil y la trascendencia de que las instituciones sanitarias activen “un plan de prevención y respuesta” en pro de la salud de los y las menores.

Foto: Lukas Fuente: pexels Fecha descarga: 08/06/2021

Tal y como manifiesta la SPI-AEP, las consecuencias psicológicas derivadas de la crisis se relacionan con diversos factores de riesgo surgidos en el marco de esta pandemia, tales como, “la incertidumbre, el exceso de noticias, el distanciamiento social y familiar, la ausencia de rutinas, el abuso de pantallas, los ritmos irregulares de sueño y un patrón de alimentación menos saludable y, en muchos menores, la escolarización semipresencial”. En este contexto, cobran especial importancia otros factores como los problemas económicos, de conciliación laboral y familiar, el contagio o enfermedad propia o de familiares e “incluso el duelo por fallecimiento de seres queridos”.

Atendiendo a lo anterior, los/as expertos/as consideran que la mayoría de los niños, las niñas y los/as adolescentes podrían recuperar su funcionamiento normal con los apoyos necesarios y al retomar hábitos saludables. Con este propósito y en aras de reducir las consecuencias psicológicas de la pandemia, la SPI-AEP considera fundamental implementar una serie de medidas, la mayoría de las cuales han venido siendo puestas de manifiesto en los últimos años por el Consejo General de la Psicología:

1. Mejorar los sistemas de coordinación entre los equipos de atención primaria y los servicios de salud mental, así como la accesibilidad a estos últimos. De cara a una mejor prevención y detección tempranas, los/as expertos subrayan aquí la importancia de incorporar psicólogos clínicos en los dispositivos de atención primaria.

2. Garantizar en todas las comunidades autónomas la jornada escolar completa a todos/as los/as menores de todas las edades. En este punto, señalan la necesidad desde el punto de vista educativo y social de que los niños y las niñas puedan tener una jornada escolar completa y no semipresencial o intermitente.

3. Fomentar las actividades de ocio y muy especialmente las deportivas, abriendo de forma permanente los centros deportivos, los parques infantiles y otras actividades dirigidas a menores.

4. Agilizar la vacunación infanto-juvenil. En palabras de los/as expertos, esta medida “permitiría reducir los contagios en esta edad, facilitando el contacto social, evitando cuarentenas”.

5. Reconocer oficialmente la especialidad de Psiquiatría del niño y del adolescente y la de Psicología Infantil en España -único país de Europa donde aún no están aprobada-, con el objetivo de garantizar una atención especializada a niños, niñas y adolescentes.

6. Desarrollar e implementar programas de promoción de la salud mental universales e independientes enfocados en la prevención, detección temprana y lucha en contra del estigma de los problemas de salud mental.

7. Aprobar e implementar la Ley de prevención del suicidio, incorporando apartados específicos para adolescentes.

8. Incrementar la cifra de especialistas en Psiquiatría y Psicología infantil por habitante. La importancia de esta medida -ya necesaria antes de la pandemia-, ha aumentado aún más con la irrupción de la COVID-19.

Se puede acceder a la nota de prensa a través del siguiente enlace:

Los pediatras advierten de una ‘pandemia’ de problemas de salud mental en la población infanto-juvenil y urgen un plan de prevención y respuesta  

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