Un número importante de adolescentes consideran que han tenido un problema de salud mental en el último año, según UNICEF
29 Oct 2024

Menos de la mitad de los y las adolescentes sienten que tienen alta autoeficacia para gestionar su salud mental. El 41% manifiesta haber tenido o creer haber tenido un problema de salud mental en el último año. De estos, más de 1 de cada 3 no ha hablado con nadie sobre dichos problemas y el 51,4% no han pedido ayuda. Cuando lo han hecho, la mayoría prefiere hablar primero con sus amistades (73,6%) y, en segundo lugar, buscar asistencia profesional psicológica (60,8%).

Estas son algunas de las preocupantes conclusiones recogidas por UNICEF España en su último Barómetro de Opinión de la Infancia y la Adolescencia, un informe fruto de un estudio elaborado en colaboración con la Universidad de Sevilla, a través del cual se analizan en detalle las percepciones de los y las adolescentes españoles/as sobre la salud mental en nuestro país.

UNICEF ha emprendido este estudio dada la importancia de esta etapa evolutiva, recordando que la salud mental es “un componente esencial del bienestar integral de los niños, niñas y adolescentes, especialmente durante la adolescencia, una etapa de desarrollo crítico en la que se consolidan habilidades emocionales, sociales y cognitivas”. De hecho, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre el 10 y el 20% de los/as adolescentes experimentan problemas de salud mental en todo el mundo y se estima que la mitad de todos estos problemas comienzan antes de los 14 años.

Desarrollado durante el curso académico 2023-2024, el estudio ha contado con la participación de 168 centros educativos de toda España, recopilando la visión y las opiniones de 4.740 adolescentes de 13 a 18 años.

Fuente: freepik. Foto: freepik. Fecha: 25/10/24

Entre sus principales conclusiones, destacamos las siguientes:

La búsqueda de apoyo ante problemas de salud mental
  • Un número importante de adolescentes consideran que no tienen la autoeficacia necesaria para gestionar su propia salud mental. Algo menos de la mitad asegura tener una alta autoeficacia para gestionar su propia salud mental incluyendo habilidades como: explicar sus pensamientos y sentimientos, reducir el estrés, reconocer problemas graves de salud mental y buscar apoyo en otras personas. Las chicas, los y las adolescentes de mayor edad, aquellos/as pertenecientes a familias con un nivel socioeconómico bajo y quienes han tenido problemas de salud mental en primera persona, tienden a valorarse de forma más negativa en su capacidad de gestionar su salud mental.
  • El 41% manifiesta haber tenido o creer haber tenido un problema de salud mental en el último año. De ellos, más de 1 de cada 3 no ha hablado con nadie sobre ello, y el 51,4% no ha pedido ayuda.
  • Cuando lo hacen, la mayoría acude, en primer lugar, a sus amistades y entorno cercano (73,6%) y, en segundo lugar, busca asistencia profesional psicológica (60,8%). En menor medida se encuentran acuden a profesionales del centro educativo (34%) y de la medicina y psiquiatría (30%), o bien escuchando a profesionales en Internet y redes sociales (32,7%).
  • Las principales razones para no buscar ayuda son, según los y las adolescentes participantes, el deseo de mantener sus problemas en secreto (67,6%), la esperanza de que el tiempo resuelva la situación, o la desconfianza en el personal de su centro educativo (cerca de un 56% para ambas razones).
  • Para 4 de cada 10 adolescentes sus problemas de salud mental no son lo suficientemente serios (o bien no saben lo que les pasa o no saben a quién o a dónde acudir).
  • El 40,5% considera poco probable que los y las profesionales de orientación y tutoría de sus centros educativos les brinden de forma eficaz la ayuda que necesiten en caso de tener problemas de salud mental, destacando como principal razón la desconfianza hacia estos/as profesionales, seguido del temor a la falta de confidencialidad en el manejo de sus problemas y la percepción de que el personal no está suficientemente formado o carece de tiempo para esto. Las chicas, los de más edad y quienes tienen más cercanía con los problemas de salud mental suelen ser más críticos aquí.
  • A la hora de aconsejar a algún amigos o amiga que busquen ayuda ante un problema de salud mental, 3 de cada 4 adolescentes indican que recomendarían buscar apoyo personal (ofreciendo su propia ayuda o sugiriendo acudir a familiares), y 2 de cada 3 aconsejarían buscar ayuda profesional. Tan solo 1 de cada 10 sugerirían buscar esta ayuda en Internet y las redes sociales o, directamente, no contar nada a nadie. Las chicas son quienes tienden a ofrecer más su apoyo, mientras que los chicos son más propensos a recomendar buscar ayuda en Internet y redes sociales, aconsejar no contar a nadie lo que sucede o reconocer que no sabrían o no podrían ayudarles.
Actitudes y prejuicios hacia los problemas de salud mental
  • 1 de cada 4 adolescentes cree que las personas con problemas de salud mental se sienten avergonzadas. En torno a un 15% opina que las personas de su edad con este tipo de problemas no se comportan tan bien como el resto de la clase, no les gustaría que en su calle hubiera un centro de salud mental y reconocen que se sentirían inseguros/as estando cerca de una persona que tiene un problema de salud mental. En general, la opinión sobre las personas con este tipo de problemas es más negativa entre los chicos que entre las chicas sobre las personas con problemas de salud mental.
  • Aproximadamente 6 de cada 10 adolescentes señala que no tendría problemas para mantener una amistad o trabajar en el futuro con personas que presentan problemas de salud mental. Sin embargo, este dato cambia cuando se pregunta por relaciones afectivas más cercanas: menos de 3 de cada 10 afirma que no tendría inconvenientes en compartir vivienda o tener una relación de pareja con alguien en esta situación. Las chicas, y quienes tienen mayor cercanía personal con los problemas de salud mental, suelen tener menos prejuicios en todos estos aspectos.
  • En opinión del 47% de los/as adolescentes, las personas adultas consideran que aquellas con problemas de salud mental son muy sensibles y delicadas, y hay que tratarlas con mucho cuidado, y que estas personas utilizan su condición como excusa para justificar conductas inapropiadas.
  • Para 1 de cada 3 adolescentes, la mayoría de las personas adultas piensan que quienes tienen estos problemas no son tan buenos cuidando a otros (menores o ancianos/as)
  • Cuando se les pregunta si han pensado alguna vez en algún problema de salud mental específico, 3 de cada 4 adolescentes dicen haber pensado en varios problemas, mientras que los que han pensado sólo en uno, suelen ser, principalmente, la esquizofrenia (6,1%), la depresión (4%) y el trastorno del espectro del autismo (3,9%). Los prejuicios más negativos se observan en los casos en los que se ha pensado en el trastorno obsesivo compulsivo, seguido de quienes han pensado en personas con autolesiones o intentos de suicidio y esquizofrenia, siendo estos estereotipos menos negativos entre quienes han pensado en trastornos de la alimentación o depresión.
Los determinantes de la salud mental
  • Con respecto a la percepción sobre los factores personales que contribuyen y perjudican al bienestar y la salud mental de las personas de su edad, 1 de cada 2 destaca los beneficios de mantener una dieta equilibrada, 1 de cada 3 los de hacer ejercicio físico y 3 de cada 4 los de dormir bien. Por su parte, 2 de cada 3 adolescentes apunta a la baja autoestima y el consumo de alcohol y/u otras drogas como perjudicial y 3 de cada 5 opina igual de los problemas de salud física y las dificultades económicas.
  • En lo referente a los factores del entorno que perjudican e influyen en el bienestar o la salud mental, en torno al 80% de los y las adolescentes valoran positivamente aspectos como tener una buena relación con sus progenitores, recibir el apoyo de personas cercanas y hacer cosas que les gusten o les hagan sentir bien. La satisfacción con el centro educativo es el factor menos apreciado.
  • De los factores del entorno que podrían perjudicar la salud mental, 4 de cada 5 adolescentes señalan el hecho de sufrir bullying o ciberbullying, y tener problemas familiares.
  • Solo 1 de cada 10 cree que los problemas del medio ambiente y el cambio climático afectan negativamente la salud mental a estas edades.
El rol de las redes sociales en la gestión de la salud mental
  • Un 98,5% de los y las adolescentes ha utilizado alguna vez redes sociales como Instagram, Snapchat, TikTok, Twitch, Twitter/X, Wattpad, WhatsApp o Youtube. De ellos, 3 de cada 4 ha expresado en redes sociales sus propias experiencias y pensamientos sobre salud mental.
  • También 3 de cada 4 indican que nunca o casi nunca han sentido agobio o estrés por la cantidad de información sobre salud mental que hay en estas redes sociales, si bien el 44% de los y las adolescentes reconoce que, al menos una vez al mes, se compara con imágenes o historias de personas que aparentan tener una salud mental perfecta en redes sociales y un 32% ha sentido que debía mostrar una vida perfecta y sin problemas en las redes sociales, aunque no fuese cierto.
  • Los datos revelan que las chicas, los/as adolescentes de mayor edad y quienes tienen una mayor cercanía con los problemas de salud mental reportan con mayor frecuencia experiencias negativas sobre su salud mental relacionadas con el uso de las redes sociales.
  • Para 4 de cada 10 adolescentes es útil leer noticias sobre salud mental en redes sociales, mientras que 1 de cada 3 ha encontrado recursos o apoyo útiles para su salud mental a través de estas plataformas y cree que las redes y los medios de comunicación les han ayudado a desarrollar habilidades para afrontar y gestionar el estrés en su vida diaria. Por el contrario, menos del 30% siente que las redes sociales han mejorado su capacidad para establecer límites saludables o buscar apoyo en momentos de angustia emocional.
  • Las chicas, los y las adolescentes de mayor edad, quienes pertenecen a familias con un bajo nivel socioeconómico y aquellos/as de mayor cercanía con problemas de salud mental son quienes más utilizan las redes como recurso para su salud mental.
  • En opinión de más de la mitad de los y las adolescentes redes como Twitter/X, TikTok e Instagram son bastante o muy peligrosas para la salud mental. Las chicas perciben como más peligrosas YouTube, Instagram y Twitch en comparación con los chicos, que perciben que Snapchat es más peligrosa. Con el aumento de la edad, la percepción de peligrosidad en Instagram, Twitter/X y TikTok se intensifica, mientras que en Twitch se reduce levemente. Quienes tienen poca o ninguna experiencia con problemas de salud mental tienden a percibir menor peligrosidad en las redes.
  • Con la finalidad de abordar los desafíos detectados y promover un entorno más favorable para el desarrollo mental y emocional de niños, niñas y adolescentes, UNICEF España concluye su informe recogiendo una serie de recomendaciones dirigidas a los Ministerios de Sanidad y de Educación y las correspondientes Consejerías autonómicas, a las administraciones públicas, a las instituciones públicas y privadas, a los medios de comunicación y al sector privado:
– Fortalecer los programas y servicios de prevención, detección precoz y atención a la salud mental infanto-juvenil en el ámbito de la Atención Primaria y los sistemas sanitarios autonómicos
  • UNICEF pide reforzar los programas y servicios de salud mental para la infancia y la adolescencia en el primer nivel asistencial de la salud, garantizando recursos accesibles, suficientes y especializados y mejorando los mecanismos de coordinación dirigidos a la prevención, la detección precoz y la atención de calidad.
  • Insta a incrementar el número de profesionales dedicados a la salud mental en los servicios de Atención Primaria y de salud mental infantil, principalmente, con formación especializada en salud mental infanto-juvenil, destacando la importancia de promover las unidades especializadas en la detección y atención temprana de los problemas de salud mental infanto-juveniles, desde un enfoque interdisciplinar e integral. Para ello, considera primordial “consolidar la especialidad de Psiquiatría y Psicología infanto-juvenil”.
– Mejorar el conocimiento y comprensión de la situación actual de la salud mental de los niños, niñas y adolescentes
– Promover el rol clave del ámbito educativo para la promoción de la salud mental de niños, niñas y adolescentes
  • El informe aquí recomienda introducir y reforzar los programas de promoción del bienestar y aprendizaje emocional en los centros educativos como espacios protectores, brindando herramientas al alumnado para prevenir y detectar el malestar emocional, “a través del desarrollo de habilidades sociales y emocionales que les permitan gestionar el estrés, resolver conflictos de manera saludable y mejorar su autoeficacia e identidad personal”.
  • Asimismo, considera clave promover actuaciones de prevención y detección precoz de problemas de salud mental en este contexto, definiendo claramente los indicadores de riesgo y mejorando la coordinación con las instituciones sanitarias y sociales, así como sensibilizar y formar a la comunidad educativa y al alumnado sobre los problemas de salud mental y sus consecuencias.
– Potenciar la escucha activa y la participación de niños, niñas y adolescentes en todos los espacios de decisión relacionados con la salud mental
  • Esto supone implicar a los y las menores en las tomas de decisiones, “situando la salud mental como una cuestión prioritaria”, garantizando su derecho a participar como protagonistas de las propuestas y de las campañas de concienciación social de salud mental y erradicación del estigma.
– Apoyar a las familias y cuidadores en la atención de la salud mental infanto-juvenil
– Concienciar para normalizar la atención a la salud mental y combatir el estigma: la salud mental como componente esencial del bienestar de la infancia y de la adolescencia
– Fomentar el rol del sector privado como catalizador de cambio y promotor de bienestar de la salud mental de niños y niñas
Impulsar un espacio digital en clave de bienestar emocional
  • En este punto, UNICEF considera crucial “supervisar que los contenidos de bienestar emocional y salud mental a los que acceden en internet los niños, niñas y adolescentes, pero también los adultos, sean rigurosos, y que aborden desde el malestar emocional hasta la existencia de un problema de salud mental”.
  • De igual modo, pide, entre otros aspectos, dar visibilidad al acceso a los servicios de ayuda profesional en los espacios digitales y establecer pautas de higiene digital en el ámbito familiar sobre el uso de la tecnología que eviten su consumo temprano, intensivo y sin acompañamiento.

Se puede acceder al informe completo desde la página Web de UNICEF o bien directamente a través del siguiente enlace:

Ramos, P., Luna, S., Rivera, F., Moreno, C., Moreno[1]Maldonado, C., Leal-López, E., Majón-Valpuesta, D., Villafuerte-Díaz, A., Ciria-Barreiro, E., Velo-Ramírez, S. y Salado, V. (2024). La salud mental es cosa de niños, niñas y adolescentes. Barómetro de Opinión de la Infancia y la Adolescencia 2023-2024. UNICEF España.

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