Las personas con síndrome de piernas inquietas presentan significativamente más síntomas de depresión y de ansiedad, que aquellas que no tienen este síndrome.
Esta es una de las principales conclusiones de un estudio publicado en la revista Frontiers in Neurology, cuyo objetivo es analizar los niveles de depresión y ansiedad en personas con síndrome de piernas inquietas, comparando los resultados con un grupo control de personas que no presentan este síndrome.
El síndrome de piernas inquietas (SPI) es un problema sensoriomotor relacionado comúnmente con el sueño, que se caracteriza por una necesidad irresistible de mover las piernas, con un empeoramiento típico de los síntomas por la noche, durante los períodos de inmovilidad. De acuerdo con los datos de este estudio, su prevalencia en la población general es, aproximadamente, del 5 al 15 %, con predominio femenino (1 a 3). Los síntomas de ansiedad y depresión se asocian constantemente con el SPI. En este sentido, estudios previos han puesto de relieve que el trastorno depresivo mayor, la ansiedad y determinados rasgos de la personalidad (como el neuroticismo), son comunes en el síndrome de piernas inquietas.
Fuente: freepik, Foto: freepik. Fecha: 24/05/24
Tal y como explican los autores de este estudio, en comparación con el resto de población, las personas que presentan SPI tienen más probabilidades de desarrollar ansiedad, depresión, dolor crónico y dificultades cognitivas. A este respecto, diversas investigaciones señalan la presencia de déficits cognitivos en los ámbitos de la atención a corto plazo, la fluidez verbal, las funciones visoespaciales y la función ejecutiva, en personas con SPI. Además, este problema sensoriomotor afecta significativamente al bienestar emocional y eleva el riesgo de enfermedades cardiovasculares, lo que, en última instancia impacta negativamente en la calidad de vida en general.
Según diversos estudios epidemiológicos, las personas con SPI tienen un riesgo entre dos y cuatro veces de sufrir trastornos depresivos. Para los investigadores, a medida que se va ampliando la comprensión sobre el síndrome de piernas inquietas y los síntomas psicológicos asociados, esto tendrá un impacto en la atención a la salud mental.
En este sentido, el objetivo de este estudio es realizar una revisión sistemática y un metanálisis para comparar los niveles de depresión y ansiedad entre personas con síndrome de piernas inquietas y los de un grupo control. Para tal fin, los investigadores han realizado una búsqueda electrónica exhaustiva en las bases de datos PubMed, Web of Science, EMBASE y Cochrane Library, desde su inicio hasta el 20 de junio de 2023. Se han incluido estudios que presentan datos sobre la depresión y la ansiedad en personas con SPI.
Las personas con síndrome de piernas inquietas presentan más síntomas depresivos y de ansiedad
Un total de 21 estudios que han cumplido los criterios de inclusión, siendo revisados sistemáticamente y sometidos a metanálisis. Los resultados muestran que las personas con SPI presentan significativamente más síntomas depresivos que aquellas sin SPI (según datos obtenidos con el Inventario de Depresión de Beck). De manera similar, los datos proporcionados por el Inventario de Ansiedad de Beck, indican que las personas con SPI presentan también significativamente más síntomas de ansiedad. El resto de escalas de ansiedad y depresión arrojan también resultados estadísticamente significativos. Los investigadores indican que, a pesar de las variaciones en los tamaños de muestra y las escalas de diagnóstico utilizadas para la depresión, la ansiedad o ambas, los estudios seleccionados han demostrado una alta calidad metodológica general.
De acuerdo con el estudio, investigaciones recientes sugieren que el SPI en personas que tienen, además, esclerosis múltiple, puede contribuir a un aumento de los síntomas de ansiedad y depresión. Los efectos del síndrome de piernas inquietas en pacientes con esclerosis incluyen efectos negativos sobre la capacidad funcional, los niveles de ansiedad, la calidad del sueño y la calidad de vida relacionada con la salud.
Deberían tenerse en cuenta los síntomas psicológicos en el diagnóstico de SPI e incorporar el apoyo psicológico en el tratamiento
Según concluyen los autores, sus hallazgos resaltan las asociaciones positivas entre el SPI y la depresión y la ansiedad. Si bien los mecanismos precisos que subyacen a estas asociaciones no han sido dilucidados, hay cierta evidencia que podría ayudar a explicar este fenómeno. Los pacientes con síndrome de piernas inquietas experimentan sensaciones nocturnas caracterizadas por una necesidad irresistible de mover las piernas. Estas sensaciones se intensifican en los períodos de descanso, especialmente durante la noche, lo que lleva a las personas a realizar movimientos o masajearse las extremidades para aliviarse. La aparición prolongada de estos síntomas reduce significativamente la calidad del sueño de las personas con SPI, lo que puede desencadenar la aparición de depresión y ansiedad.
Señalando que el síndrome de piernas inquietas “puede tener un efecto psicológico sustancial en los individuos afectados”, los investigadores ponen de relieve la necesidad de que, en el ámbito clínico, los profesionales de la salud tengan en cuenta los síntomas psicológicos al diagnosticar el SPI y consideren incorporar el apoyo psicológico como parte del tratamiento. En la misma línea, destacan la necesidad de que las organizaciones emprendan esfuerzos para aumentar la concienciación sobre la salud psicológica de las personas con síndrome de piernas inquietas.
Fuente: An, T., Sun, H., Yuan, L., Wu, X., & Lu, B. (2024). Associations of anxiety and depression with restless leg syndrome: a systematic review and meta-analysis. Frontiers in Neurology, 15, 1366839.