El coste anual de los problemas de salud mental en Reino Unido ha aumentado de manera constante en los últimos 20 años, pasando de cifrarse en de £77 mil millones en 2002-2003, hasta alcanzar un coste de 300.000 millones de libras esterlinas. Esta cifra, que engloba el total de costes económicos y sociales registrados en el año 2022, duplica el presupuesto total del Sistema Sanitario en Inglaterra y es similar al impacto estimado de la COVID-19 en la economía británica en el año 2020. En cierto sentido, el impacto económico de los trastornos mentales es semejante al que resultaría de tener una pandemia cada año.
Así lo afirma el Centro para la Salud Mental de Reino Unido (Center for Mental Health) en un informe a través del cual analiza los costes sociales y económicos de la salud mental no solo para los individuos, sino también para la sociedad y la economía.
Tal y como señalan sus autores, la mala salud mental representa una carga enorme para las personas, las redes de apoyo, el gobierno, las empresas y la sociedad. Si bien es imposible evaluar completamente el alcance del problema, consideran de gran interés estimar el coste económico de los problemas de salud mental, por ser una cuestión que merece atención, inversión y reformas políticas.
Fuente: freepik. Foto: freepik. Fecha: 03/04/24
El contexto social y macroeconómico presente, justifica un análisis actualizado de estos costes
Desde que en 2002/03, el Centro para la Salud Mental publicase su último análisis económico, se han producido múltiples cambios significativos en el Reino Unido, que han impactado en la escala, la gravedad y consecuencias de los problemas de salud mental, entre ellos, la irrupción de la pandemia de la COVID-19 y las medidas asociadas, o la actual crisis económica, en la que la inflación, la pobreza masiva y la inseguridad financiera afectan a grandes sectores de la población y repercuten negativamente en su salud mental. Así, el actual contexto social y macroeconómico justifica una reelaboración de la valoración económica original para reflejar estos cambios.
El informe, desarrollado a través de Mental Health Economics Collaborative (una asociación entre la Red de Salud Mental de la Confederación NHS, el Centro para la Salud Mental y la London School of Economics), se centra en dos categorías generales de costes: por un lado, los costes económicos y humanos, que muestran el nivel de pérdida de productividad y calidad de vida asociada a la salud mental en el año de estudio; por otro lado, los costes de salud y atención asociados con la prestación de tratamiento y atención a quienes padecen problemas de salud mental.
A continuación, recogemos los principales resultados del análisis:
El coste total de los problemas de salud mental se cifra en 300.000 millones de libras
Los datos muestran que el coste total de los problemas de salud mental en Inglaterra en el año 2022 es de 300.000 millones de libras esterlinas. De acuerdo con los autores, esta cifra duplica el presupuesto del Sistema Nacional de Salud de Reino Unido para ese mismo año (£153 mil millones), y es más elevada que el gasto de los consumidores en alimentos, bebidas y catering registrado en 2022 (£254 mil millones) y que el impacto estimado de la COVID-19 sobre la economía del Reino Unido en 2020 (£260 mil millones).
El coste total obtenido se divide en cuatro categorías: costes económicos; de salud y atención; humanos e intangibles.
Los costes humanos representan la mayor parte, con 130,5 mil millones de libras
Los costes humanos, definidos como el valor monetario de la reducción de la calidad de vida y la mortalidad prematura, entre las personas que viven con problemas de salud mental, representaron la mayor parte de los costes con £130,5 mil millones, incluyendo, en orden descendente de coste:
- El coste de los problemas de salud mental en la población en edad de trabajar (personas adultas de 20 a 65 años), que ascendió a £90,2 mil millones.
- El de los problemas de salud mental para niños/as y jóvenes (menores de 20 años) en Inglaterra ascendió a £18,8 mil millones.
- El coste de estos problemas en la población jubilada (de 65 años o más), que se cifró en £14,4 mil millones.
- Los costes de la calidad de vida humana, relacionados con las autolesiones y el suicidio, que costaron £ 7,1 mil millones.
- Si bien no se incluye en el coste total final, se ha calculado también el coste de los problemas de salud mental entre la población presidiaria, que ascendió a 2.100 millones de libras esterlinas. Los costes humanos engloban también costes adicionales que no se incluyen en esta valoración, como son el coste de la reducción de la calidad de vida entre las personas sin vivienda y las personas con trastornos por uso de sustancias.
El informe destaca que los costes humanos resultantes de los problemas de salud mental “representan una carga desproporcionada para determinados grupos de la población”, como, por ejemplo, las personas pertenecientes a comunidades racializadas, las personas con discapacidades físicas o aquellas que enfrentan pobreza, entre otros grupos.
Los costes económicos ascienden a £109,7 mil millones
Los costes económicos, definidos como pérdidas para la economía debido a problemas de salud mental, representaron la segunda mayor proporción de los costes, con £109,7 mil millones. Se incluyen aquí los costes de las bajas por enfermedad y el “presentismo” en el trabajo, así como la rotación de personal y el desempleo entre las personas con problemas de salud mental.
Según señalan los autores de este informe, los efectos adversos de los problemas de salud mental sobre la actividad económica y la productividad están bien documentados. A modo de ejemplo, la OMS estima que la pérdida de productividad asociada con la ansiedad y la depresión, dos de los problemas de salud mental más comunes, le cuesta a la economía mundial 1 billón de dólares cada año. Asimismo, el porcentaje de personas con problemas de salud mental entre el personal laboral es menor que en la población promedio y un gran porcentaje de personas económicamente inactivas (es decir, que no tienen empleo y que no han buscado trabajo en las últimas cuatro semanas y/o no pueden comenzar a trabajar en las próximas dos semanas) reportan problemas de salud mental como principal causa. Además, una gran parte del tiempo productivo perdido por ausentismo y presentismo se debe a motivos de salud mental.
El mayor coste económico es el de la rotación de personal por problemas de salud mental y el presentismo
Los datos indican que el mayor coste económico es el de la rotación de personal debido a problemas de esta índole, ascendiendo a £43,1 mil millones, y el presentismo, que se cifra en £41,8 mil millones. Los costes económicos inferiores a £10,000 millones son, en orden descendente, los siguientes:
- La inactividad económica, cifrada en £9,2 mil millones.
- La ausencia por enfermedad que asciende a £6,5 mil millones.
- La pérdida de ingresos fiscales debido al desempleo y la inactividad económica que cuesta £5,7 mil millones.
- El trabajo no remunerado, que se cifra en £3,4 mil millones.
- Los económicos incluyen también una serie de costes adicionales que no se han añadido en el análisis expuesto en este informe, tales como, costes asociados con el impacto de la mala salud mental en otros empleados, el desempleo, la mortalidad prematura y el apoyo educativo adicional (o el bajo rendimiento académico) para los niños, las niñas y los/as adolescentes.
El coste de la salud y la atención a personas con problemas de salud mental se cifra en £60,2 mil millones
Los costes de salud y atención, definidos como el coste de brindar servicios de salud y atención a personas que viven con problemas de salud mental, representaron la categoría más baja de costes con £60,2 mil millones. Este apartado, se divide en tres categorías:
- Costes de gasto público por problemas de salud mental:
- Servicios de salud hospitalarios y comunitarios del NHS: £ 13,6 mil millones.
- Gasto de los médicos de atención primaria: £1,9 mil millones.
- Servicios sociales: £1,6 mil millones.
- Recetas de medicamentos para la salud mental: £600 millones.
2. Otros costes del sector público debido a problemas de salud mental:
- Coste de alojamiento para personas sin vivienda que viven con problemas de esta índole: £1,3 mil millones.
- Costes administrativos de la seguridad social para personas que viven con problemas de salud mental: £300 millones.
3. El coste de los problemas de salud mental para individuos y familias, incluye el coste de la atención informal para personas que viven con estas problemáticas (£39,7 mil millones) y el coste de orientación, terapia y otros servicios privados (£1,1 mil millones).
Los costes adicionales dentro de los de salud y atención, pero que no se han incluido en esta valoración, comprenden los costes asociados al gasto con financiación privada de organizaciones benéficas y voluntarias de salud mental y el aumento de los costes de atención médica debido a la mala salud mental entre las personas que viven con lesiones físicas a largo plazo.
Gran parte de los costes totales son asumidos en su mayoría por las personas con problemas de salud mental y sus familias
Como se desprende del informe, una gran parte de los sustanciales costes económicos y sociales de los problemas de salud mental (cifrados en £300 mil millones), son asumidos en su mayoría por quienes viven con dificultades de salud mental y sus familias: un total de £175 mil millones. Las empresas soportan un coste total de 101.000 millones de libras esterlinas, mientras que, para el gobierno, el coste es de 25.000 millones de libras esterlinas anuales. Sus autores consideran importante destacar que la mayoría de los costes derivados de problemas de salud mental no recaen en los sistemas de atención médica, sino que se reflejan en reducciones del bienestar y pérdidas de productividad.
De igual modo, el análisis da cuenta de la naturaleza relacional de todos los costes, lo que supone que los cambios en un área podrían impactar en otra, por ejemplo, el aumento de los costes en prevención y tratamiento de la salud mental, podría conllevar una reducción de los costes económicos y humanos.
Es clave una respuesta política para proteger y promover la salud mental de la población
El informe concluye señalando que el coste real de los problemas de salud mental “se extiende más allá de los impactos sobre la productividad económica y los costes de atención médica asociados”. En este sentido, considera “prácticamente imposible” el poder cuantificar el verdadero alcance en el que la depresión, la ansiedad, el trastorno de estrés postraumático o la esquizofrenia, por ejemplo, afectan a una persona y a quienes la rodean.
No obstante, si bien “el signo £ nunca puede reflejar plenamente el impacto devastador de los problemas de salud mental en la vida de las personas”, los resultados de este informe evidencian claramente “que abordar las enfermedades mentales es asunto de todos y debe estimular una acción gubernamental urgente”.
Dada la magnitud de los costes, los autores del informe instan a implementar medidas urgentes para proteger y promover la salud mental de la población, junto con una inversión sostenida en servicios de salud mental.
El informe considera esencial una estrategia integral de salud mental enfocada en la prevención, la igualdad y el apoyo
A este respecto, el Centro de Salud Mental y la Red de Salud Mental de la Confederación NHS piden una estrategia integral de salud mental, con el fin de dar solución a los costes expuestos en este informe y orientada a conseguir comunidades mentalmente saludables, enfocándose, para ello, en tres áreas prioritarias:
- Prevención: si se abordan eficazmente los determinantes sociales, como la pobreza y la discriminación, y los factores ambientales, incluida la vivienda y la contaminación, muchas personas pueden tener una mejor salud mental. Invertir en ofrecer a los/as niños/as el mejor comienzo en la vida y en una infraestructura de salud pública más poderosa, también es clave para prevenir problemas y promover una mejor salud.
- Igualdad: la discriminación y la desigualdad significan que los riesgos para la salud mental son mucho mayores para algunos grupos determinados, como, por ej., las comunidades racializadas. Las personas con problemas de salud mental suelen recibir un trato peor en los sistemas de seguridad social y justicia. Construir una nación mentalmente más sana requiere una acción concertada para abordar estas desigualdades y cerrar las brechas de salud entre los diferentes grupos.
- Apoyo: todos deberían poder tener acceso oportuno a los servicios locales de salud mental cuando los necesiten por primera vez. Si se dotan adecuadamente de recursos a estos servicios, se minimiza el uso de la coerción y se amplía el acceso, especialmente para niños/as y jóvenes, se pueden mejorar considerablemente los resultados de salud mental para las personas.
Se puede acceder al informe completo desde la página del Center for Mental Health o bien directamente aquí: