La salud mental es una de las áreas más débiles del SNS, según el CES
05 Mar 2024

La salud mental es una de las áreas más débiles del sistema nacional de salud (SNS) y requiere reformas importantes. Así lo establece el Consejo Económico y Social (CES), en un informe en el que presenta un análisis detallado del sistema sanitario en España, destacando los retos actuales a los que se enfrenta.

El informe analiza diversos aspectos del sistema sanitario, como la cartera de servicios, la cobertura universal, los recursos humanos y físicos, la actividad asistencial, la financiación, la calidad de la atención y la investigación. También se discuten cuestiones transversales como la equidad territorial y de género, así como la colaboración público-privada.

El deterioro del SNS y los desafíos a los que se enfrenta

Según advierte el CES, el sistema español ha experimentado un deterioro en su valoración pública en los últimos años. Esta valoración se ha visto empañada por los múltiples desafíos a los que no puede hacer frente, tales como la atención a la cronicidad, el envejecimiento de la población, la escasez de recursos humanos y las carencias de la atención primaria y la salud mental, entre otros.

El documento destaca la preocupante situación de la salud mental en España, así como la insuficiencia de los dispositivos públicos existentes para la correcta atención de la población. Además, se hace hincapié en la importancia de reforzar la atención primaria como parte fundamental en la detección y tratamiento de problemas de salud mental, y en la necesidad de mejorar la coordinación interniveles de atención (atención primaria, especializada, de salud mental y atención sociosanitaria) para una mejor atención integral de los pacientes.

Los autores del documento remarcan la importancia de recuperar la confianza de la población en el sistema sanitario, fortaleciendo sus recursos y mejorando su calidad. En esta línea, insisten en la necesidad de aprender de la experiencia de la pandemia y de adaptarse a los nuevos retos y consecuencias indirectas, como el aumento de los problemas de salud mental en la población.

A continuación, se ofrece un resumen de las ideas centrales recogidas en el documento, con especial referencia a la atención primaria y de salud mental.

La necesidad de mejorar la cartera de servicios del SNS

El texto resalta la necesidad de modernizar y mejorar la cobertura de la cartera de servicios del SNS en España. A este respecto, se señala que existen importantes desigualdades sociales y territoriales en salud debido a la falta de concreción o lagunas en ciertos aspectos de la atención. Entre estas áreas se destacan la atención bucodental, visual, la atención temprana y la atención a pacientes terminales, entre otras.

Falta de recursos humanos y de densidad de psicólogos

En su análisis del número de profesionales sanitarios en los diferentes niveles asistenciales del SNS, el informe señala que el volumen de ciertos profesionales sanitarios, como los psicólogos/as, es “claramente insuficiente”.

Así, frente a los facultativos de Medicina y Enfermería, “la densidad de otro tipo de profesionales es claramente insuficiente en algunos casos, como, sin ánimo de exhaustividad, en el de psicólogos/as y trabajadores sociales en atención primaria, teniendo en cuenta la elevada demanda en el ámbito de la salud mental y la necesidad de reforzar la coordinación sociosanitaria”.

Según el CES, el número de profesionales de la psicología en Atención Primara del SNS es de 366. Una cifra muy inferior respecto a profesionales de la Medicina (36.912) y Enfermería (40.595). Asimismo, esta cifra es inferior al de otros grupos de profesionales sanitarios como estomatólogos (1.381), fisioterapeutas (2.047), auxiliares de enfermería (4.736), técnicos de diagnóstico (642) o higienistas dentales (703).

La necesidad de mejorar las condiciones laborales

El CES remarca la necesidad de mejorar las condiciones laborales de la fuerza laboral del SNS. El texto destaca que la inestabilidad de las plantillas en el sector sanitario no solo afecta a las condiciones laborales y la calidad de vida de los trabajadores, sino que también dificulta la gestión de las organizaciones sanitarias y puede tener un impacto negativo en la calidad de la atención. Según advierte el CES, La rotación constante de personal erosiona la relación de confianza entre los profesionales de la salud y los pacientes, especialmente en áreas como la atención primaria, la enfermería y la salud mental, así como en grupos de pacientes con características específicas, como la edad avanzada o ciertas discapacidades, donde esta relación es especialmente crucial.

La atención a la salud mental en estado crítico

El texto reconoce que se ha observado un aumento en los problemas de salud mental, especialmente durante la pandemia de COVID-19. Esta crisis ha supuesto el aumento de trastornos como la ansiedad, la depresión y el estrés postraumático, así como las conductas autolíticas y el empeoramiento de cuadros clínicos preexistentes. Asimismo, el CES recuerda que la salud mental es esencial para la calidad de vida y la productividad laboral, siendo la segunda causa de baja laboral después de las enfermedades osteomusculares.

Tal y como se subraya en el texto, el coste total de los problemas de salud mental en la UE se estima en el 4% del PIB, y en España, representa el 4,2%. Sin embargo, a pesar de su importancia, la salud mental recibe una pequeña porción de los recursos del sistema de salud, con una escasez de personal especializado, especialmente en comparación con otros países de la UE.

Por este motivo, los expertos destacan la importancia de ampliar los recursos humanos y asistenciales disponibles en salud mental y prestar una atención integral, que incluya prevención, detección temprana y tratamientos eficaces, tanto en el ámbito de la atención primaria como en el especializado. A este respecto, el texto menciona la necesidad de explorar una ampliación de las transferencias estatales finalistas a las Comunidades autónomas, con cargo a los Presupuestos Generales del Estado y a los fondos europeos, para reforzar los ámbitos sanitarios más debilitados o menos desarrollados del SNS, como la atención primaria o la salud mental.

La  necesidad de revisión de los tratamientos en salud mental

La salud mental es definida en el informe como uno de los “talones de Aquiles” del SNS. En esta línea, además de reforzar los recursos humanos, se deberían revisar los tratamientos aplicados, con el fin de mejorar la atención que se realiza. De acuerdo con el informe, el repunte de los reingresos hospitalarios en pacientes con problemas de salud mental observados en los últimos años, pone de manifiesto un empeoramiento de la efectividad y adecuación de la atención a la salud mental.

Asimismo, el informe del CES muestra su preocupación ante el consumo abusivo de benzodiacepinas e hipnosedantes en nuestro país. España es líder mundial en el consumo de hipnosedantes, a pesar de sus efectos secundarios y los problemas de adicción que generan, así como a su asociación como medio utilizado de intentos autolíticos, señala el texto. De acuerdo con el informe, “convendría, en este sentido, poder contar con más información oficial que ahonde en las causas y que analice los efectos, en términos de seguridad y adecuación, del suministro de este tipo de fármacos y su relación con la respuesta del SNS ante el empeoramiento de la salud mental de la población”.

De esta manera, “como reto ineludible del sistema, emerge la necesidad de reforzar la atención a la salud mental, desde etapas primarias hasta casos más graves como el de reingresos urgentes de pacientes psiquiátricos”, señala el texto en sus conclusiones.

La Atención Primaria como eje fundamental del sistema

De acuerdo con el informe, la Atención Primaria es crucial para obtener mejores resultados en salud y hacer un uso más eficiente de los recursos sanitarios. “La Atención Primaria sólida y de calidad puede resolver la mayoría de los problemas de salud sin necesidad de recurrir a la atención especializada, que es más costosa”, se indica en el texto. Asimismo, los servicios de Atención Primaria también tienen un papel protagonista en la acción preventiva ante el envejecimiento de la población, que constituye uno de los grandes desafíos actuales. Por estos motivos, es necesario fortalecer este nivel de atención mejorando la respuesta oportuna, la coordinación entre niveles y su capacidad de resolver problemas de salud.

Fuente: Pexels. Autor: MART PRODUCTION. Fecha: 04/03/2024
Conclusiones y propuestas

Teniendo en cuenta el análisis pormenorizado de la situación actual del SNS, los expertos sugieren una serie de líneas de acción. Entre las diferentes propuestas, se encuentran medidas asociadas los siguientes aspectos:

Reforzando el sistema sanitario
  • Reforzar el impacto positivo del sistema sanitario en la salud y el bienestar, reforzando su capacidad asistencial y acción preventiva.
  • Aumentar la salud pública, la prevención y la preparación del sistema ante nuevas pandemias, adoptando una perspectiva intersectorial en materia de salud, entre otras medidas.
  • Asegurar el principio de cobertura universal de la asistencia sanitaria, optimizando recursos, la gobernanza y cooperación del conjunto del sistema sanitario, así como la calidad de la atención centrada en el paciente.
  • Consolidar el SNS con recursos suficientes y sostenibles, sobre todo, en sus áreas menos desarrolladas como la atención primaria, los servicios dentales o la salud mental.
  • Concretar, actualizar y mejorar la cartera de servicios del SNS, especialmente en la atención sociosanitaria, las prestaciones de salud pública y la atención a la salud mental.
Mejora en la accesibilidad y equidad
  • Mejorar la equidad en el acceso a los servicios de atención sanitaria en el SNS y, en especial, la salud mental, el cribado del cáncer y los grupos vulnerables como las personas mayores. En relación con la salud mental, el CES señala que la falta de recursos en esta área ha motivado que la mayor parte de las consultas de psiquiatría se realicen el sector privado. Sin embargo, esta distribución, “puede resultar en una situación de cuidados inversos, recibiendo menos atención quienes más la necesitan”.
  • Situar los servicios de Atención Primaria, como ejes fundamentales del sistema. Para ello, los expertos del CES sugieren aumentar el número de profesionales y sus condiciones laborales, reforzar la capacidad de resolución de este nivel asistencial, priorizar las medidas de prevención mediante la promoción de estilos de vida saludables o reduciendo las listas de espera, entre otras medidas.
  • Mejorar la atención especializada con la reducción de las listas de espera.
Salud mental
  • Fortalecer el modelo integral de atención a la salud mental. A este respecto, se incluyen las siguientes propuestas:
    • Aumentar los recursos dedicados a la salud mental y extender un enfoque terapéutico integral a la misma garantizando la atención multidisciplinar, la continuidad asistencial y la perspectiva de equidad.
    • El SNS debe ampliar la dotación de medios para afrontar los problemas de salud mental, tanto de recursos humanos especializados (incluyendo psiquiatría y psicología infantojuvenil), como de dispositivos.
    • Mejorar la dimensión preventiva en el abordaje de la salud mental en toda la población, incluida la población infantil y adolescente, prestando especial atención a las tecnologías de la comunicación y las redes sociales como factores de riesgo, así como a las conductas potencialmente adictivas.
Recursos humanos y calidad de la atención
  • Impulsar la planificación y el refuerzo de los recursos humanos del SNS, mediante la mejora del registro estatal de profesionales sanitarios y el aumento de las plazas disponibles, entre otras medidas. Asimismo, el informe hace mención a la necesidad de “evitar el desacoplamiento entre el número de graduaciones en Medicina y otros estudios requeridos en el SNS (como psicología o enfermería) y las plazas convocadas para su posterior formación como especialista vía FSE (MIR, PIR o EIR))”.
  • Mantener y reforzar la calidad de la atención, centrada en el paciente.
  • Avanzar hacia un sistema sanitario resiliente y justo en perspectiva de género.
Confianza en el sistema y gestión
  • Reforzar la confianza en el sistema y hacer efectiva la participación del paciente.
  • Mejorar la gestión y la evaluación del sistema. En relación con esta línea de acción, el informe sugiere incorporar registros de resultados en salud en todas las áreas, incluida la atención primera y especializada de salud mental.

Se puede acceder al informe completo aquí.

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