TEPT grave y dificultades de acceso a terapia
05 Dic 2023

¿Los pacientes TEPT (trastorno por estrés postraumático) grave tienen acceso a terapia psicológica? Esta fue la pregunta de investigación de un artículo publicado en la revista International Journal of Psychiatry in Clinical Practice.

Según indican los autores, los pacientes con TEPT que informan de ideación suicida deberían recibir terapia psicológica como tratamiento de primera elección. Así lo establecen las principales guías de práctica clínica basadas en la evidencia. No obstante, ¿esta indicación basada en la revisión de estudios científicos se lleva a cabo en la práctica diaria?

El TEPT es un trastorno de ansiedad que se acompaña de síntomas como pesadillas, flashbacks y culpa (entre otros) después de experimentar un evento traumático. Este trastorno puede tener un impacto significativo en la capacidad de una persona para hacer frente a las actividades de la vida cotidiana. Además, tiene una fuerte asociación con el suicidio, lo que lo convierte en un problema de salud mental crítico.

TEP grave y acceso a terapia
Fuente: Pexels. Autor. Timur Weber. Fecha: 21/11/2023

Las terapias psicológicas constituyen un enfoque fundamental para tratar el TEPT. Así, el NICE recomienda la terapia cognitivo conductual centrada en el trauma (entre otras) para estos pacientes. De acuerdo con esta guía de referencia, se enfatiza que las terapias psicológicas deben considerarse como primera línea de tratamiento. De esta forma, la medicación antipsicótica solo se recomienda si la terapia no es efectiva en estos pacientes. Esta recomendación se basa en la revisión de la evidencia científica sobre la eficacia de la medicación antipsicótica en el tratamiento del TEPT.

Con la finalidad de evaluar si estos pacientes están recibiendo la terapia recomendada por la evidencia en el sistema sanitario, Opie y cols. (2022) llevaron a cabo un estudio. Para ello, analizaron los datos de 745 pacientes con TEPT atendidos en los servicios de salud mental del sistema de salud británico. Estos autores recopilaron datos sobre el tratamiento recibido y el riesgo de suicidio de los pacientes atendidos entre 2009 y 2017.

Los resultados del estudio revelan que, de los 745 pacientes, 48 informaron de tendencias suicidas 6 meses antes o después del diagnóstico. Asimismo, se observó que los participantes más jóvenes y con problemas de abuso de drogas o alcohol tenían una mayor probabilidad de informar de estas tendencias suicidas.

Respecto al tratamiento recibido, de los 745 pacientes diagnosticados con TEPT, el 60% recibió psicoterapia y el 66% recibió medicación psicotrópica. Aquellos que reportaron tendencias suicidas, presentaron además más probabilidades de recibir, por orden de mayor a menor frecuencia: antipsicóticos, benzodiazepinas, psicoterapia y ser admitidos en hospital/equipo de crisis frente a los pacientes con TEPT sin ideación suicida.

De esta manera, en la muestra analizada, los pacientes con TEPT tienen a recibir psicofármacos antes que psicoterapia. En el caso de los pacientes con TEPT grave (es decir, con ideación suicida), los autores señalan que esta tendencia es aún más marcada. Los autores subrayan, con preocupación, que la práctica asistencial no es acorde con las recomendaciones basadas en la evidencia. Así, la guía basada en la evidencia del NICE sostiene que el uso de medicamentos psicotrópicos tiene una evidencia débil en estos pacientes y no reduce el riesgo de autolesiones repetidas. Para los investigadores resulta llamativo que este grupo de pacientes con TEPT y tendencias suicidas, que se encuentra en mayor riesgo, no reciba el tratamiento de primera línea recomendado por la evidencia, es decir, el tratamiento psicológico.

Los autores remarcan, además, las siguientes conclusiones:

  • Las directrices del NICE recomiendan que la terapia psicológica sea el tratamiento de primera línea para el trastorno de estrés postraumático, pero los datos muestran que estos pacientes reciben en mayor medida psicotrópicos en vez de terapia psicológica.  
  • Los pacientes con tendencias suicidas, además, tienen más probabilidades de recibir antipsicóticos y benzodiazepinas, pero no medicamentos antidepresivos/ansiolíticos. Dado que el suicidio es característico de la depresión grave, se podría suponer (a partir de modelos de atención escalonada) que se prescribieran medicamentos antidepresivos/ansiolíticos antes que los antipsicóticos y, sin embargo, esto no es así.
  • El alto porcentaje de pacientes a los que se recetan antipsicóticos sugiere la necesidad de una mejor comprensión de los síntomas de la psicosis entre las personas expuestas a traumas.
  • Identificar qué combinaciones de síntomas están asociadas con pensamientos suicidas podría ayudar a adaptar enfoques informados sobre el trauma para establecer una mejor decisión clínica sobre el uso de la terapia y la medicación.

De acuerdo con los autores, resulta de vital importancia revisar los protocolos de atención médica para desarrollar medidas más eficaces en el caso de los pacientes con TEPT grave para evitar sus dificultades de acceso a terapia. Además, los investigadores plantean la necesidad de explorar las barreras que impiden que estos pacientes reciban el tratamiento psicológico recomendado por la evidencia en primer lugar. 

Fuente:

Opie, E., Werbeloff, N., Hayes, J., Osborn, D., & Pitman, A. (2023). Suicidality in patients with post-traumatic stress disorder and its association with receipt of specific secondary mental healthcare treatments. International Journal of Psychiatry in Clinical Practice27(2), 151–160. https://doi.org/10.1080/13651501.2022.2140679

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