Se necesitan medidas para asegurar la salud mental en el trabajo y atender los problemas de salud mental derivados de un ambiente y condiciones de trabajo adversos. Así lo establece un informe elaborado por el University College Cork y publicado en The Lancet. El artículo arroja luz sobre la relación entre las condiciones de trabajo y su impacto en la salud mental, ofreciendo recomendaciones de actuación.

El texto ofrece una perspectiva global de cómo el lugar de trabajo puede ser un determinante esencial de la salud mental de la población. En esta línea, se ofrece una revisión exhaustiva de la literatura científica a través de la selección de estudios de cohortes internacionales a gran escala. En conjunto, este cuerpo de investigación demuestra de manera concluyente que las condiciones laborales adversas están asociadas con un mayor riesgo de trastornos depresivos y con otros problemas de salud mental.

Específicamente, los datos aportados señalan que el 15% de los adultos en edad laboral experimenta trastornos de salud mental. La depresión, la ansiedad y el abuso de sustancias son los más comunes. Además, se ha observado que los trabajadores con problemas de salud mental enfrentan un riesgo significativamente mayor de bajas por enfermedad, desempleo, salida permanente del mercado laboral y menores ingresos a lo largo de su vida. Estos efectos adversos se traducen en costes económicos considerables para los trabajadores afectados, sus empleadores y la sociedad en general.

El artículo aboga por un enfoque más proactivo para mejorar las condiciones de salud mental en el lugar de trabajo. A este respecto, los expertos destacan la utilidad y conveniencia de implementar medidas dirigidas a la modificación de las condiciones adversas en el entorno laboral.  El ambiente de trabajo es crucial y la salud mental en el lugar de trabajo debe convertirse en una preocupación colectiva en cualquier organización, señalan los autores del artículo.

En el documento los expertos presentan algunas recomendaciones clave para asegurar la promoción de entornos laborales saludables y seguros, tales como:

• Los gobiernos deben integrar de manera integral el lugar de trabajo en sus estrategias de salud mental.
• Los responsables de las políticas, a nivel local, nacional e internacional, deben asumir un rol activo en la regulación y supervisión de los entornos laborales. A este respecto, la evidencia sugiere un mayor riesgo de problemas de salud mental en condiciones de trabajo adversas.
• Es imperativo que los responsables de las políticas desarrollen y mejoren las disposiciones legales orientadas a promover ambientes laborales mentalmente saludables. En este sentido, se debe adoptar un enfoque especial hacia los trabajadores en riesgo de discriminación o con bajos ingresos.
• Asimismo, deben establecerse directrices que aborden la creación y el mantenimiento de entornos de trabajo mentalmente saludables en todos los niveles de una organización. Esto incluye la promoción de programas de capacitación para los empleadores.
• Los gobiernos deberían hacer hincapié en mejorar el apoyo y las condiciones laborales para permitir la inclusión de personas con problemas de salud mental en la fuerza laboral.
• Finalmente, se recomienda que los profesionales sanitarios integren de manera sistemática información relativa a las condiciones de trabajo en la evaluación, diagnóstico y tratamiento de problemas de salud mental de los pacientes que atienden.

Según los autores del documento, los programas de apoyo y asistencia a empleados con problemas de salud mental han ganado impulso en los últimos años. Sin embargo, subrayan la necesidad de dar un segundo paso y complementar estas acciones con programas proactivos para asegurar entornos y condiciones de trabajo saludables. Según los autores, esto no solo es un imperativo moral, sino necesario para que los empleadores cumplan con los requisitos legales para la creación de entornos de trabajo psicológicamente seguros.

Fuente:

Reiner Rugulies et al. (2023). Work-related causes of mental health conditions and interventions for their improvement in workplaces, The Lancet. DOI: 10.1016/S0140-6736(23)00869-3