La percepción de vitalidad es crítica para el funcionamiento físico, psicológico, y para el bienestar psicológico de los y las deportistas. Existe una alta correlación entre vitalidad subjetiva y bienestar psicológico, siendo la fortaleza mental una variable protectora para la salud, ya que incrementa el bienestar psicológico.
Esta es una de las principales conclusiones de un estudio publicado en la revista Cuadernos de Psicología del Deporte, y desarrollado por psicólogos/as de la Universidad de Murcia y del Área de Psicología del deporte del Consejo Estatal para el Fomento Deportivo en Jalisco (México), a través del cual se pretende conocer el nivel de vitalidad subjetiva, bienestar psicológico y fortaleza mental, y las posibles relaciones entre los tres constructos, en una muestra de 172 atletas de entre 12 y 20 años, que practican deportes de combate de alto rendimiento.
Tal y como señalan sus autores, la literatura al respecto considera la vitalidad subjetiva como un indicador del bienestar psicológico positivo, utilizándose ampliamente en el ámbito del deporte, dado que “se espera que las personas que hacen deporte reflejen un estado de funcionamiento pleno tanto a nivel físico como psicológico”.
La práctica de deportes de combate de alto rendimiento produce efectos psicológicos y sociales distintos a otros deportes
En este sentido, diversas investigaciones encuentran que la vitalidad subjetiva tiene una alta relación con la autorrealización, las emociones positivas y la motivación autónoma, asociándose, a su vez, con la práctica regular de la actividad física, con la autoestima y la satisfacción con la vida. Asimismo, se observa que presenta una relación negativa con sentimientos de malestar como la depresión, afecto negativo y agotamiento físico y emocional en los deportistas.
Por otro lado, la fortaleza mental se erige como un aspecto clave para el rendimiento exitoso en el deporte, al estar conformada por una serie de características psicológicas, entre ellas, la autoconfianza, el control atencional, la resiliencia, la mentalidad de éxito, el compromiso, el pensamiento optimista, la conciencia y la regulación emocional, o el manejo de desafíos.
De este modo, en palabras de los autores de este artículo, “si los deportistas se sienten llenos de energía, entusiasmo y vitalidad, es más probable que perciban un bienestar subjetivo mayor, siendo la fortaleza mental una variable protectora para la salud, ya que aumenta el bienestar psicológico”.
El estudio aborda estos constructos en el contexto de los deportes de combate olímpicos (tales como el Karate, el Judo, el Taekwondo, el Boxeo o la Esgrima), una práctica que, de acuerdo con los estudios llevados a cabo en los últimos años, produce efectos psicológicos y sociales distintos de los derivados de otros deportes. A este respecto, “presentan una gran intensidad del esfuerzo, con enormes exigencias físicas, fisiológicas, técnico-tácticas y psicológicas ante el enfrentamiento; y muestran dificultad de prescripción-control del entrenamiento y la competición, y mucho más aún de alto nivel”.
La autoaceptación es la dimensión del bienestar psicológico más afectada en deportistas de combate olímpico
A esto se añade el período evolutivo en que se practiquen. En el caso de la adolescencia -caracterizada por ser una etapa de profundos cambios biológicos, psicológicos y sociales-, tanto la vitalidad subjetiva como la fortaleza mental y el bienestar psicológico “pueden verse afectadas de forma notoria” y, consecuentemente, influir en el rendimiento deportivo.
Dado lo anterior, se ha llevado a cabo este estudio, cuyas principales conclusiones señalan lo siguiente:
- El 77,7% de los y las deportistas de la muestra presentan una puntuación por encima del punto de corte establecido para la variable bienestar psicológico, mientras que el 22,3% presentan un bajo bienestar psicológico susceptible de intervención.
- Mientras que el 84,1% de los y las deportistas puntúan alto en la dimensión del bienestar psicológico relacionada con los “proyectos y metas en la vida”, se observa que la dimensión más afectada es la autoaceptación, con un 38,9% de los y las deportistas registrando unas puntuaciones bajas, lo que, a juicio de los autores de este estudio, “significa que se encuentran inseguros con respecto a sus cualidades personales”.
- Aproximadamente el 70% de los/as deportistas cuentan con relaciones sociales estables en las que afirman poder confiar, y tienen la habilidad personal para elegir o crear entornos favorables para satisfacer los deseos y necesidades propias.
- En línea con otras investigaciones previas, los datos muestran una relación positiva entre la vitalidad subjetiva con la fortaleza mental y el Bienestar Psicológico. De este modo, las personas que practican deportes de combate y se sientan llenas de energía y entusiasmadas, presentarán una mayor fortaleza mental y, paralelamente, percibirán mayor bienestar psicológico.
La vitalidad subjetiva influye directamente en el bienestar psicológico e indirectamente a través de la fortaleza mental
- La fortaleza mental media y modera la relación entre la vitalidad y el bienestar psicológico, desempeñando un papel fundamental en el incremento de este último: “aquellos/as deportistas con altas puntuaciones en fortaleza mental, presentaran también mayores puntuaciones en bienestar psicológico”.
- Así, la vitalidad subjetiva influye, tanto directamente en el bienestar psicológico como indirectamente mediante esta variable moderadora. Los/as deportistas con elevados niveles de vitalidad, presentarán mejores habilidades mentales (relacionadas con la fortaleza mental), lo que mejorará el bienestar psicológico.
El estudio concluye poniendo de relieve la importancia de desarrollar programas de intervención a jóvenes deportistas para adquirir habilidades centradas en el bienestar psicológico, “como por ejemplo la autoaceptación y la capacidad de autonomía e independencia para que los deportistas sean capaces de percibir sus puntos fuertes y débiles y puedan resistir en mayor medida la presión, autorregulando mejor su comportamiento para mantener el rendimiento deportivo”.
Asimismo, teniendo en cuenta el rol mediador de la fortaleza mental con la vitalidad subjetiva y el bienestar psicológico, consideran fundamental trabajar las distintas dimensiones que la caracterizan, de cara a mejorar el bienestar psicológico.
Fuente: Trujillo Santana, T., Maestre Baidez, M., Romero. J., Ortin Montero, F.J., López Fajardo, A.D., López-Morales, J.L. (2022). Vitalidad Subjetiva, Bienestar Psicológico y Fortaleza Mental en Deportes de Combate. Cuadernos de Psicología del Deporte, 23(1), 175-189