Cada año, el tabaco mata a más de 8 millones de personas, una persona cada cuatro segundos. Más de 7 millones de esas muertes son causadas por el consumo directo de tabaco, mientras que se estima que 1,3 millones se deben a la exposición de los no fumadores al humo de segunda mano. Se informa que, alrededor de la mitad de los niños en todo el mundo, respiran aire contaminado por el humo del tabaco y que cerca de 51.000 niños mueren cada año por enfermedades relacionadas con el humo de segunda mano.
Con esta introducción, la Organización Mundial de la Salud (OMS) presenta una guía a través del cual pretende brindar a los centros educativos y a sus estudiantes toda la información y herramientas necesarias para implementar con éxito una política de espacios libres de tabaco y nicotina.
Tal y como advierte la OMS en su documento, estos productos contienen sustancias tóxicas: el humo del tabaco contiene más de 7.000 sustancias químicas, de las cuales se sabe con certeza que, al menos 250, son nocivas y que 70 de ellas causan cáncer.
De acuerdo con los datos, el consumo de tabaco entre los y las menores aumenta el riesgo de una función pulmonar reducida, un crecimiento pulmonar deficiente y la aparición temprana de enfermedades respiratorias crónicas. Aunque los pulmones continúan creciendo hasta la edad adulta, la inhalación de las toxinas que se encuentran en el humo del tabaco ralentiza este proceso y ocasiona un daño pulmonar potencialmente irreversible.
Fuente: freepik. Autor: freepik. Fecha: 29/09/23
El impacto negativo del tabaco en los/as menores
El consumo de tabaco, especialmente desde edades tempranas, provoca enfermedades cardiovasculares, enfermedades respiratorias crónicas, diversos tipos de cáncer y problemas de fertilidad. Puede dañar todos los órganos y sistemas del cuerpo. La nicotina es altamente adictiva y puede tener efectos dañinos y duraderos en el desarrollo del cerebro.
De igual modo, la exposición de los/as menores al líquido de los cigarrillos electrónicos plantea también graves riesgos para su salud. Se sabe que algunos cigarrillos electrónicos causan lesiones graves, incluidas quemaduras por incendios y explosiones. A pesar de ello, se siguen comercializando en miles de sabores y atractivos diseños, lo que los hace muy populares entre los y las más jóvenes.
A pesar de sus graves consecuencias, aproximadamente 9 de cada 10 fumadores se inicia en el consumo a los 18 años y el 99% comienza a fumar a los 26 años.
Las políticas libres de tabaco y nicotina tienen múltiples beneficios
Afirmando que todas las personas “tienen el derecho fundamental a respirar aire limpio y los entornos libres de tabaco son esenciales para garantizar este derecho”, la Organización Mundial pone de relieve la necesidad de proteger los espacios al aire libre: Esto incluye la protección en espacios al aire libre. Ya sea sentados en clase, jugando al aire libre o esperando en la parada del autobús escolar, recuerda, “los y las jóvenes deben estar protegidos del humo de segunda mano y de las emisiones de los cigarrillos electrónicos”.
En este sentido, las políticas libres de nicotina y tabaco presentan múltiples beneficios, entre ellos: ayudar a prevenir la iniciación al tabaquismo entre adolescentes y adultos jóvenes; crear un alumnado más sano y productivo; proteger a los adolescentes y adultos jóvenes de las toxinas del humo de segunda mano; desnormalizar el consumo de nicotina y tabaco entre las generaciones más jóvenes; crear una demanda para dejar el tabaco; reducir los residuos de cigarrillos; y reducir los costes de limpieza derivados de su consumo.
Para implementar una política de escuelas libres de humo de tabaco es esencial adoptar un enfoque integral
Los y las menores pasan casi un tercio de sus horas de vigilia en el centro escolar. Por ello, las escuelas están en una posición única para ayudar a evitar que los y las estudiantes se inicien en el consumo de nicotina y tabaco, así como para protegerlos de los efectos nocivos de la exposición al humo de segunda mano y a las emisiones de los cigarrillos electrónicos.
Si bien prohibir el uso de productos de nicotina y tabaco es esencial para la política escolar, para proteger a los niños, niñas y adolescentes de la manipulación por parte de las industrias tabacaleras y afines y prevenir el consumo de los/as menores de estos productos de tabaco, es esencial adoptar un enfoque integral.
Con esta finalidad, a lo largo de la guía se ofrece una serie de herramientas para conseguir que las escuelas estén libres de humo de tabaco, sugiriendo diversas actividades y brindando ejemplos de buenas prácticas en centros educativos de todo el mundo que han implementado con éxito este tipo de políticas, a través de planes integrales de comunicación y mecanismos eficaces de seguimiento y aplicación.
Asimismo, el documento aborda la trascendencia de prohibir la venta de productos de nicotina y tabaco cerca de las escuelas, prohibir la publicidad y promoción directa e indirecta de productos de nicotina y tabaco cerca de los centros escolares y de rechazar cualquier forma de patrocinio o compromiso con las industrias tabacaleras y afines.
Es clave involucrar a todo el alumnado en este proceso
Desde la participación en actividades de comunicación y promoción hasta liderar la implementación y el cumplimiento de la nueva política, es fundamental que los y las estudiantes participen en el proceso de erradicar el tabaco y la nicotina de principio a fin. Debe fomentarse la participación de “toda la escuela”, donde cada clase es responsable de parte del proyecto, por ejemplo, diseñar carteles libres de nicotina y tabaco, implementar una encuesta escolar o desarrollar un plan para aplicar estas medidas. Es más probable que los estudiantes apoyen y respeten la nueva política si sienten que han desempeñado un papel importante en el proceso.
Fuente: OMS (2023). Freedom from nicotine and tobacco: guide for schools. Geneva: World Health Organization; 2023. Licence: CC BY-NC-SA 3.0 IGO.