Es prioritario abordar la presión académica en niños y adolescentes
28 Sep 2023

Septiembre marca el comienzo de un nuevo año académico en muchos países. La escuela es un lugar de aprendizaje, desarrollo y amistad; sin embargo, para muchos niños y adolescentes, la escuela (y la presión académica en particular) también puede ser una fuente de estrés e infelicidad.

Con esta introducción, se presenta el editorial publicado en la revista The Lancet Child and Adolescente Health, a través del cual aborda la importancia de tomar en consideración la presión académica que pueden llegar a sufrir niños/as y adolescentes durante el curso escolar, y el impacto negativo que puede tener sobre la salud mental de los y las menores, así como sus consecuencias a corto y largo plazo.

El artículo se hace eco del informe sobre la buena infancia (Good Childhood Report) publicado por la Sociedad de la Infancia de Reino Unido (Children’s Society), (cuyos datos revelan que entre el 11% y el 12% de los y adolescentes muestran su descontento con los deberes escolares y el colegio, respectivamente, siendo los niños/as con edades comprendidas entre los 14 y 16 años quienes revelan sentirse más descontentos con estos aspectos que aquellos/as más pequeños/as (9 a 13 años)), para poner sobre la mesa la relevancia de incluir la presión académica en el debate sobre la salud mental infanto-juvenil.

presión académica niños adolescentes
Actualmente existe poca evidencia sobre el modo en que la presión académica influye en la salud mental

En este sentido, lamenta que, a pesar de que en todo el mundo la presión académica constituye una fuente común de estrés reportada por los y las adolescentes, actualmente, existe poca evidencia sobre el modo en que influye sobre la salud mental. Así, señala, “la evaluación de la presión académica es un desafío porque no existe una definición estándar y la mayoría de las escalas de medición no han sido bien caracterizadas y validadas”.

Los diversos estudios existentes sugieren que la presión académica se caracteriza por la presencia de miedo al fracaso, preocupaciones sobre el futuro (la economía del conocimiento y un mercado laboral competitivo han aumentado la importancia de la educación terciaria para determinar las perspectivas profesionales); estrés crónico debido a la carga de exámenes y deberes escolares ( los sistemas educativos enfatizan los logros académicos, medidos con pruebas estandarizadas y criterios de calificación rígidos); preocupaciones por las expectativas de los padres (las escuelas y los padres a menudo imponen una gran carga de trabajo y expectativas a los niños, y priorizan el cumplimiento y el desempeño sobre la individualidad y la autonomía) y la competencia con los compañeros y compañeras por las calificaciones. Esta presión con sus iguales por sobresalir puede extenderse al deporte y otras actividades extraescolares.

Es clave escuchar a los y las menores, validando sus sentimientos y reconociendo su individualidad

Sin embargo, las causas subyacentes la presión académica son multifacéticas, por lo que es necesaria una comprensión más holística de este fenómeno, así como estudios longitudinales sólidos y a gran escala, para poder “comprender la causalidad y los posibles objetivos de las intervenciones o cambios de políticas”. De acuerdo con The Lancet, esta comprensión debe tener matices y tener en cuenta factores individuales, familiares, escolares y culturales en diferentes contextos, así como factores de riesgo sociales y ambientales.

Es clave que, tanto los y las profesionales de la salud infanto-juvenil, profesionales de la salud mental que desarrollan su labor con esta población, educadores y familias, escuchen a los y las menores, validen sus sentimientos y reconozcan su individualidad. Los adolescentes que se sienten descontentos con la escuela necesitan adultos empáticos que reconozcan sus desafíos, les brinden un apoyo personalizado y estén dispuestos “a caminar junto a ellos”, en lugar de hacerles sentir que el problema está en ellos, evitando así que la presión pueda llegar a convertirse en una crisis.

Fuente: The Lancet Child & Adolescent Health (2023). Time to take academic pressure seriously. Editorial. Child & adolescent health, online September 06, 2023. S2352-4642. DOI: https://doi.org/10.1016/S2352-4642(23)00231-6  

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