El estrés, los síntomas de ansiedad y de depresión, son los problemas de salud mental más señalados por los trabajadores y trabajadoras, observándose un mayor porcentaje de casos entre personas expuestas a sobrecargas de trabajo o presiones y tiempo y aquellas que sufren acoso o intimidación en el contexto laboral.
Esta es una de las conclusiones del informe sobre Salud Mental y Trabajo, publicado por el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST), un documento a través del cual se analiza la asociación entre los factores de riesgo psicológico y social y la salud mental en los entornos laborales, con el fin de orientar las posibles intervenciones preventivas que deberían emprenderse en estos contextos.
Según señala el INSST, los datos de este informe se basan en cuatro fuentes de información: Módulo especial de la Encuesta de Población Activa (EPA) 2020 sobre accidentes laborales y problemas de salud relacionados con el trabajo (INE); Base de patologías no traumáticas de la Seguridad Social (PANOTRATSS) -que analiza los trastornos mentales durante el periodo 2017-2020-; sistema de información de accidentes de trabajo con baja en jornada laboral (Delt@) -con la que se analizan los accidentes con daño psíquico durante el periodo 2017-2020-; y la Encuesta Europea de Salud-España 2020 (INE).
Del análisis de estas cuatro fuentes de información, el documento recoge las siguientes conclusiones:
a) Módulo especial de la Encuesta de Población Activa (EPA) 2020 sobre accidentes laborales y problemas de salud relacionados con el trabajo
- El módulo especial de la EPA 2020 identifica una serie de factores laborales con efectos negativos sobre la salud mental:
- La presión de tiempo o sobrecarga de trabajo: hace referencia a la presión de tiempo ‘severa’ y/o la sobrecarga ‘severa’ de trabajo, en que se requiere que la persona realice una cantidad de trabajo en un tiempo determinado, sintiendo como se desbordan sus recursos y habilidades. Un 32% de la población encuestada afirma estar expuesta a este factor, considerado el más perjudicial para la salud mental.
- El trato difícil con clientes, pacientes, alumnos, etc., es el segundo factor más prevalente (16%).
- Inseguridad laboral: los encuestados y encuestadas muestran una preocupación subjetiva o miedo por perder su trabajo en un futuro (11,3%).
- Mala comunicación o cooperación dentro de la organización (prevalencia del 7,7%).
- Falta de autonomía o de influencia sobre el ritmo o los procedimientos de trabajo: la imposibilidad de elegir o cambiar los métodos de trabajo, o de influir en las decisiones que son importantes para el trabajo tiene una prevalencia del 5,3%.
- Violencia o amenaza de violencia: se refiere a la fuerza física empleada en contra de otra persona (o grupo), que deriva en un daño físico, sexual o psicológico. La prevalencia de exposición a este factor es del 3,8%.
- Acoso o intimidación: con una prevalencia del 3,0%, se menciona un comportamiento intencional y a menudo repetido que involucra fuerza verbal (menos visible que la fuerza física), amenaza o coerción para molestar, amenazar, intimidar, abusar o dominar a una persona en el trabajo. Se incluyen aquí el mobbing y la violencia psicológica.
Se observa un aumento de los problemas de salud mental ante la presencia de algunos de estos factores
- Las actividades más expuestas a factores laborales que pueden afectar a la salud mental son el sector del transporte y almacenamiento, las actividades financieras y de seguros, el sector de la administración pública y las actividades sanitarias y de servicios sociales.
- Entre los problemas de salud mental más señalados, un 1% de la población trabajadora encuestada revela haber tenido, en los últimos 12 meses, un problema de salud mental (estrés, ansiedad o depresión) causado o agravado por el trabajo, siendo este porcentaje discretamente superior entre las mujeres (1,2% frente al 0,9% de los hombres).
- Se observa que la prevalencia de estrés, ansiedad o depresión aumenta ante determinados factores laborales: es ocho veces mayor entre las personas expuestas a presión de tiempo o sobrecarga de trabajo y 7,3 veces mayor entre los expuestos a acoso o intimidación.
b) Sistema de Información de Accidentes de Trabajo por Patologías No Traumáticas (PANOTRATSS) 2017-2020
- De acuerdo con los datos del Sistema de Información PANOTRATSS, se notificaron 363 patologías no traumáticas clasificadas como” trastornos mentales y del comportamiento” (58% mujeres y el 42% hombres).
- En relación con el diagnóstico, los episodios de ansiedad representan el 73% de los casos diagnosticados, seguidos del estrés postraumático (25%).
- La media de días de baja fue de 54,5 días (siendo 19.807 la suma total de días de baja), aunque en un 21% de los casos no se produjo baja laboral.
- La incidencia acumulada de trastorno mental para el periodo 2017-2020, se sitúa en 2 casos por cada 100.000 trabajadores en 4 años de observación (se estiman 1,7 casos en hombres y 2,7 casos en mujeres).
- Las cifras indican que las actividades sanitarias con más casos notificados y clasificados como “trastornos mentales y del comportamiento” son Medicina (40,9% sobre 66 casos), profesionales de enfermería y partería (27,3%) y auxiliares de Enfermería (10,6%).
c) Sistema de información de accidentes de trabajo con baja en jornada laboral (Delt@)
- La base de accidentes de trabajo con baja (Delt@) indica que, entre 2017-2020, se notificaron 2.755 accidentes clasificados como “daño psicológico debido a agresiones y amenazas”. Durante este período de tiempo, se registra una incidencia acumulada de accidentes con “daño psicológico debido a agresiones y amenazas” de 16 casos por cada 100.000 empleados/as, siendo casi el doble en mujeres que en hombres (20,4 y 12,7, respectivamente).
- Las actividades económicas con mayores tasas de incidencia acumulada de accidentes de trabajo con daño psicológico debido a agresiones y amenazas son las de juegos de azar y apuestas (80,10) y las actividades sanitarias (66,29).
d) Encuesta Europea de Salud-España 2020
- A partir de las respuestas de 9.799 personas trabajadoras registradas en la Encuesta Europea de Salud 2020, se estima que el 3% de la muestra refiere haber sufrido depresión (sin atribución específica al trabajo) en los últimos doce meses y que esta prevalencia aumenta entre las mujeres ocupadas (4,4%), se incrementa con la edad y entre aquellos/as con trabajos a tiempo parcial (5,8%) y con jornadas nocturnas (7,2%).
- La presencia de ansiedad constituye también otro indicador de salud mental (sin atribución específica al trabajo), señalado por el 4,6% de la muestra y con un patrón similar al descrito en el párrafo anterior: mayor prevalencia en mujeres (6,7%) y en trabajadores/as de mayor edad.
- Las variables asociadas con los problemas de salud mental más señaladas son el trabajo a tiempo parcial (explicado por el tipo de circunstancias familiares y sociales que llevan a un trabajador o trabajadora a optar por este tipo de jornada), la temporalidad, la ausencia de contrato formalizado y el trabajo en determinadas actividades como: las actividades de los hogares (8,9%), las actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento (7,7%) y las actividades sanitarias y de servicios sociales (6,6%).
- Con respecto a la medicación, el 6,8% de la muestra encuestada afirma haber consumido durante las últimas 3 semanas, “tranquilizantes, relajantes, pastillas para dormir” y/o “antidepresivos, estimulantes”. Este consumo es más prevalente entre las mujeres, aumenta con la edad y es superior en los trabajos a tiempo parcial (11,8%) y en aquellos con jornada continua de noche (14,4%).
Estas conclusiones pueden orientar las posibles intervenciones preventivas en materia de salud mental en el ámbito laboral
Los autores de este informe han llevado a cabo un análisis más pormenorizado para estimar con mayor precisión la asociación de las distintas variables con la salud mental, observando que, para los diferentes indicadores de salud mental analizados, las variables con mayor peso en su asociación son la edad (ser mayor de 50 años) y el sexo (ser mujer). Asimismo, independientemente de estas dos variables, el trabajo a tiempo parcial se mantiene como factor asociado en los casos de depresión, ansiedad, consumo de medicación y presencia de signos compatibles con depresión.
El informe concluye manifestando que, del análisis de estas cuatro fuentes de información y los resultados que aportan, se pueden orientar los primeros pasos hacia donde deben dirigirse las intervenciones preventivas en materia de salud mental.
A este respecto, teniendo en cuenta que en las actividades más vulnerables la etiología o causas subyacentes de los problemas de salud mental son heterogéneas, diversas y múltiples, pueden participar factores ligados a la carga de trabajo, las exigencias y presión, la falta de apoyo, los contenidos de la tarea, el componente emocional, la doble presencia, el trato con terceros, la organización del trabajo, las expectativas personales y el envejecimiento. Ante esto, es clave que en cada una de las actividades se concrete de forma específica el modo más eficaz de evaluar el riesgo psicológico y social y establecer la vigilancia de la salud más idónea y concreta para la detección precoz de los problemas de salud mental.
Se puede acceder al informe completo desde la página Web del INSST o bien directamente aquí: