El COP aplaude que Sanidad dé luz verde a los trabajos para su creación

“Los niños no son adultos en miniatura y merecen toda la atención que se les pueda brindar con una nueva especialidad”

Tras meses de intenso trabajo y largas reivindicaciones, el ministerio de Sanidad estudiará la petición para la creación de la especialidad de la Psicología Clínica de la Infancia y la Adolescencia, que han presentado varias sociedades científicas (Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología – AEPCP, Asociación Española de Neuropsiquiatría – AEN , Sociedad Española de Psicología Clínica – SEPC-ANPIR y la Sociedad Española de Psiquiatría y Psicoterapia del Niño y Adolescente – SEPYPNA) con el respaldo del Consejo General de la Psicología de España – COP.  

Ha sido un camino arduo, muy complejo, con muchos meses de trabajo y reuniones, que culmina en una petición consensuada por todas las asociaciones implicadas además de las Comunidades Autónomas y los colegios profesionales.

La organización colegial aplaude, sin duda, esta decisión que valora positivamente y acoge con gran satisfacción, aunque también con cautela. Guillermo Mattioli, que ha participado activamente en este proceso en representación del COP como vicepresidente segundo de esta entidad, habla de todo ello en esta entrevista que ha concedido a Infocop.  

ENTREVISTA

¿Qué piensa el COP de la aprobación de una especialidad en Psicología Clínica de la Infancia y la Adolescencia?

Valoramos con espíritu positivo y también con cautela la solicitud y puesta en marcha del proceso de creación de la especialidad. Psicología Clínica de la Infancia y Adolescencia es una de las especialidades largamente anunciadas en el Libro Blanco de los Recursos Humanos en Salud y finalmente se abre la puerta a su posible existencia. Son muchos los profesionales de la psicología que de manera efectiva llevan décadas trabajando en el ámbito y la especialidad les brinda la posibilidad de un merecido reconocimiento.

Sabemos que los procesos para la gestación y tramitación de una especialidad son prolongados y que quizás pasen años antes de que se abra la oportunidad a otras especialidades, por lo que estamos satisfechos ante la posibilidad de disponer de una segunda, lo que por lo menos nos permite superar el oxímoron de la especialidad única. La atención psicológica sanitaria es policromática, la psicología es una ciencia joven y sus aplicaciones son transversales, por lo que el proceso de su diferenciación interna por especialidades es una buena noticia.

¿Qué participación ha tenido el COP en la promoción de esta especialidad?

El Consejo es un órgano de representación de la profesión ante la sociedad y la administración, y como tal ha tenido la participación que le corresponde, la de colaborar con las sociedades científicas y de dirigirse a las Consejerías de Salud autonómicas para que apoyaran la creación de la especialidad.

En su momento, antes de la aparición del Real Decreto 589/2022, de 19 de julio, desde el Consejo invitamos a las sociedades a conformar un grupo de trabajo para elaborar las bases de una solicitud y un pedido de reunión con la ministra en aquel entonces, Carolina Darias. La reunión no llegó a producirse porque en esos días el ministerio publicó la noticia del inicio de la especialidad. De todos modos, en aquellas reuniones disfrutamos de un auténtico diálogo sobre los pros y contras de las alternativas que en aquel momento suponíamos probables.

Con respecto a su natural cometido de incidir políticamente en beneficio de la sociedad y la profesión, los colegios autonómicos han tocado a las puertas de sus respectivas consejerías de salud, cuyo apoyo conjugado ante el Ministerio y en la interterritorial de consejerías de salud ha sido imprescindible para conseguir que comience este proceso.

¿Cómo ve el COP que sean las científicas las que soliciten la creación de nuevas especialidades?

Los procesos de solicitud y tramitación de la especialidad están claramente secuenciados en el Real Decreto 589/2022, de 19 de julio.

El artículo 4 del Real Decreto dice que:

Artículo 4. Iniciación del procedimiento.

1. El procedimiento para la solicitud de un nuevo título de especialista en Ciencias de la Salud se podrá iniciar por una o varias sociedades científicas de ámbito nacional válidamente constituidas en relación con el área de especialización en Ciencias de la Salud correspondiente, que acrediten la representación de, al menos, el setenta por ciento de los profesionales de esa área o por la Comisión de Recursos Humanos del Sistema Nacional de Salud.

En el artículo 5 del mencionado Decreto leemos que:

Artículo 5. Tramitación y emisión de informes.

2. La Dirección General de Ordenación Profesional del ministerio de Sanidad recabará los informes, sobre la solicitud presentada, de los colegios profesionales que correspondan, del Consejo Nacional de Especialidades en Ciencias de la Salud y de la Comisión de Recursos Humanos del Sistema Nacional de Salud, salvo que la iniciativa de creación de la especialidad o área de capacitación específica haya partido de este órgano consultivo. Asimismo, recabará el informe del ministerio de Universidades que tendrá carácter vinculante.

El RD es claro. Corresponde a las sociedades científicas presentar la solicitud, cosa que ya han hecho en los primeros días de este mes de julio, y el ministerio recabará informes sobre la misma a varias entidades, entre ellos los Colegios Profesionales, en este caso de Psicología. Lo que no sabemos es el momento en que el Ministerio recabará estos informes, si en el proceso inicial de tramitación o posteriormente en el período de información pública. En cualquiera de los dos casos desde el Consejo valoraremos con espíritu constructivo los particulares de la propuesta.

¿Qué pasos quedarían por dar para su creación definitiva?

El RD en su artículo 6 determina que el procedimiento de finalización del proceso y acceso o denegación del proyecto de especialidad, incluyendo el veto a volver a presentarla antes de cinco años si fuera denegada la solicitud, deberá estar finalizado a los 6 meses de la presentación de la misma.

Estamos seguros de que existe en la profesión un gran consenso a favor de la especialidad.

¿Cómo cree que se va a concretar el acceso y la especialidad?

Creer es no saber, prefiero estar atento a la realidad de las acciones de todos los agentes que participan, ministeriales, consejerías de salud, sociedades científicas y colegios profesionales.

¿Cómo piensa que deben generarse o distribuirse las plazas PIR? ¿Adicionales a las existentes? ¿De nueva creación? -para que no reste de las actuales, sino que sume-?

Absolutamente de nueva creación.

En primer lugar, Infancia y Adolescencia representan un ámbito de salud cuantitativa y cualitativamente de máximo volumen e importancia para la sociedad. Ya es una evidencia para todos que la gran mayoría del sufrimiento psicológico pasible de evolucionar a enfermedad mental comienza a edades tempranas. Los niños y las niñas no son adultos en miniatura y merecen toda la atención que se les pueda brindar, lo que requiere una nueva especialidad, con tantos años de formación como la actualmente existente.

En segundo lugar, también sabemos que las plazas de psicología clínica de adultos son insuficientes y que es absolutamente necesaria que se ofrezcan el doble de las que se abren cada año. Restringirlas para compartirlas con otra especialidad sería también una injusticia.  

¿Hay alguna cuestión más que quiera añadir?

Solamente reiterar que desde el Consejo esperamos ser convocados en algún momento del proceso de tramitación de la especialidad, para expresar nuestro parecer, en el ejercicio de la representación a la que estamos comprometidos, de todos los profesionales de la psicología. Cuando una especialidad llega al BOE es porque ya existe una importante masa crítica de profesionales ejercientes en el ámbito que se pretende especializar. La niñez y la adolescencia son momentos de la vida cuyo feliz desarrollo constituyen buena parte de las bases de una sociedad más sana y empática. La psicología ha hecho mucho para este proceso y aún puede hacer más.