La eficacia de la terapia de interacción padres-hijos en el abordaje de problemas de conducta
10 Jul 2023

La Terapia de Interacción Padres-Hijos (PCIT) resulta eficaz para mejorar y reducir los problemas de conducta en niños y niñas, incrementar las conductas pro-sociales y mejorar el clima familiar, siendo clave la combinación con terapias contextuales para mejorar los resultados de esta intervención.

Esta es una de las conclusiones recogidas en un interesante artículo publicado en la revista Apuntes de Psicología, por María Rodríguez-Bocanegra y Rafael Ferro-García, del Centro de Psicología Clínica C.E.D.I. de Granada, a través del cual se presenta un estudio de caso único de un niño de siete años que presenta conductas disruptivas.

El estudio se centra en la intervención de los problemas graves de conducta a través de PCIT, en combinación con otras terapias contextuales, como la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) y la Psicoterapia Analítica Funcional (FAP).

Eficacia de la PCIT en el abordaje de problemas de conducta

Fuente: freepik. Autor: freepik. Fecha: 30/06/23

¿En qué consiste la terapia de interacción padres-hijos?

Como bien definen sus autores, la terapia de interacción padres-hijos es una terapia bien establecida y de elección trabajar los problemas de conducta en niños/as (especialmente con edades comprendidas entre los dos y los siete años), y sus familias. Se trata de una terapia con filosofía contextual basada en métodos operantes de modificación de conducta, que aborda todo lo que ocurre en sesión a través del juego, enseñando a los padres a atender de forma selectiva el buen comportamiento del niño o la niña y a extinguir las conductas no deseables, promoviendo una relación positiva entre ellos.

Tal y como señalan, entre las principales características que diferencian este tipo de terapia de otros programas de entrenamiento para padres, destaca el hecho de que se trata de una intervención idiográfica, adaptada a cada familia, y que el entrenamiento se lleva a cabo en vivo, directamente sobre la interacción padres-hijo, permitiendo practicar las habilidades y dando un feedback inmediato a los padres. De hecho, según la reciente revisión realizada por Ferro-García et al. (2021), PCIT es un tratamiento bien establecido para conductas disruptivas en la infancia, el Trastorno Negativista Desafiante (TND), el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) y para niños víctimas de maltrato o en situación de riesgo de sufrirlo.

Dado que, con frecuencia los padres no aplican las estrategias de disciplina, “ya sea por su historia personal, sus creencias y valores, o por su fusión con los pensamientos y emociones con respecto al problema con su hijo o hija”, el estudio pone de relieve la utilidad de aplicar una combinación con terapias contextuales, trabajando así con los valores de los padres y con la aceptación del problema, como la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT).

El objetivo de este estudio de caso es reducir/eliminar los problemas graves de conducta

La evidencia señala que la ACT es eficaz en el abordaje de muchos problemas en la infancia y en la adolescencia, potenciando aún más esta eficacia en casos graves de problemas de conducta si se combina con la PCIT. Asimismo, la combinación con otra terapia contextual, como la Psicoterapia Analítica Funcional (FAP), aplicada para realizar un análisis funcional de las conductas clínicamente relevantes, puede ser útil al mejorar las relaciones terapéuticas.

Atendiendo a lo anterior, el objetivo de este estudio de caso único es reducir o eliminar los problemas graves de conducta en el menor a través de PCIT, combinada con ACT y FAP para mejorar su efectividad, utilizando, para ello, un diseño de caso único AB con medidas repetidas de seguimiento.

La intervención se llevó a cabo a lo largo de diez sesiones con dos medidas de seguimiento posteriores, al mes y al año de finalizar el tratamiento. A lo largo de todo el tratamiento, se aplicaron de forma conjunta las terapias de PCIT, ACT y FAP para reducir las conductas problemáticas del niño y fomentar una relación terapéutica intensa y significativa, y eliminar la reticencia de los padres a seguir el tratamiento y aplicar las técnicas, mediante el refuerzo natural de las mejoras que se dan en sesión y ayudándoles a explicar de qué dependen tales mejoras.

La intervención con PCIT en combinación con terapias contextuales resulta efectiva

Según indican los autores de este estudio de caso, los resultados obtenidos permiten valorar la PCIT en combinación con terapias contextuales, como una intervención efectiva para el tratamiento de las conductas disruptivas. Los datos revelan que el tratamiento fue efectivo para reducir los problemas de conducta del niño, incrementar las conductas pro-sociales y mejorar el clima familiar, manteniéndose estos resultados en el seguimiento, a los 12 meses.

En este sentido, la conceptualización contextual del caso permitió establecer una relación terapéutica de intimidad que promovió una ‘excelente’ adherencia al tratamiento por parte de ambos progenitores, mostrando “solidez en la ejecución y, más concretamente, en el mantenimiento de las herramientas y habilidades trabajadas”. De este modo, se consiguió redirigir la atención hacia “conductas prosociales, agradables e incompatibles con el mal comportamiento del niño” y generalizar el buen comportamiento del niño a otros contextos fuera del hogar, utilizando un reforzamiento más natural.

En la misma línea, los autores destacan que se facilitó el moldeamiento de los padres para trabajar la inflexibilidad psicológica y la evitación experiencial en el manejo de la conducta disruptiva de su hijo, “analizando funcionalmente cuáles fueron las barreras que tenían para actuar conforme a sus valores parentales y trabajando con ejercicios de metáforas y de clarificación de valores”.

Se puede acceder al artículo completo desde la página Web de Apuntes de Psicología, o bien directamente aquí:

Rodríguez-Bocanegra, M. y Ferro-García, R. (2023). Mejorando la efectividad de la Terapia de Interacción Padres-Hijos (PCIT) con terapias contextuales: un estudio de caso único. Apuntes de Psicología, 41(2), 77-85

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