El impacto negativo de la soledad no deseada y sus costes
07 Jun 2023

La situación de soledad no deseada se relaciona con un peor estado de salud (física y mental) y de la calidad de vida, aumenta el riesgo de muerte prematura, y se asocia con una hiperfrecuentación de los servicios sanitarios y un mayor consumo de medicamentos (especialmente, psicofármacos).

Estas son algunas de las conclusiones recogida en el estudio “El coste de la soledad no deseada en España”, realizado por el Observatorio Estatal de la Soledad No Deseada (SoledadES) y promovido por la Fundación ONCE en colaboración con Nextdoor, con el fin de analizar las consecuencias y los costes anuales que genera este grave problema social que afecta cada vez a más personas en España. Para tal fin, ha contado con datos procedentes de una encuesta específica realizada a una muestra de 4.004 personas mayores de 15 años y representativas de la sociedad española por sexo, edad y tamaño de hábitat, a las que se les preguntó sobre aspectos relacionados con su salud y calidad de vida, su situación de soledad, el consumo de medicamentos y la frecuenciación que hacen de los servicios sanitarios.

El impacto negativo de la soledad no deseada y sus costes

Fuente: freepik. Autor: freepik. Fecha: 30/05/23

Tal y como señala el Observatorio Estatal, se trata del primer estudio que cuantifica las consecuencias negativas que una situación de soledad tiene para la salud (física y mental) y el bienestar de las personas en nuestro país, una relación “ampliamente confirmada por la evidencia empírica disponible a nivel internacional”.

La soledad no deseada impacta en todas las dimensiones de la vida de la persona que vive en esta situación

De acuerdo con sus autores, la soledad no deseada tiene múltiples efectos sobre distintas dimensiones de la vida de las personas que viven esta situación, con una repercusión negativa sobre el estado de ánimo, la satisfacción de las necesidades vitales, en la relación con el entorno, en el acceso a los servicios comunitarios de apoyo, etc. Asimismo, constituye un factor de riesgo para la salud mental (por ej., para desarrollar síntomas de ansiedad y depresión) y para la salud física (favoreciendo la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares).

A continuación, recogemos los principales resultados del estudio:

– La soledad no deseada afecta al 13,4% de la población en España (14,8% en mujeres y 12,1% en hombres).

– Las personas en soledad no deseada llevan aproximadamente una media de 6 años en esta situación. En el 79,1% de los casos, las causas de su soledad son externas: falta de convivencia o apoyo familiar o social (57,3%), causas laborales (11,1%), aislamiento debido al entorno (8,6%), aislamiento por ejercer de cuidador/a (2,1%). En el 19,1%, la soledad se debe a causas internas: dificultades para relacionarse con los demás (12,7%), mala salud física y mental (4,9%) y tener una discapacidad (1,5%).

Las personas que viven en soledad tienen mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas

– En comparación con la población que no se encuentra sola, las personas en situación de soledad presentan mayores prevalencias en enfermedades crónicas, principalmente depresión (39,3%), ansiedad crónica (37,8%) y enfermedades cardiovasculares (21,6%).

A este respecto, según explica el estudio, la evidencia señala que sentirse solo y tener poco contacto social puede derivar en una situación de depresión y deterioro cognitivo que se acompaña de cambios físicos que pueden repercutir en el desarrollo de distintas enfermedades. Mientras que una vida una vida socialmente activa es un factor de protección de la salud, al modificar determinados comportamientos relacionados con la misma y reforzar conductas saludables, tener hábitos de vida poco saludables (por ej., fumar o beber alcohol, en ocasiones para poder sobrellevar una situación de soledad) o llevar una vida sedentaria constituyen factores de riesgo para el desarrollo de diversas enfermedades.

– La soledad no deseada afecta de manera negativa a la salud (física y mental) y a la calidad de vida, destacando una peor percepción de las mismas. A este respecto, el 50,3% de las personas que viven en soledad piensan que su estado de salud es regular, malo o muy malo.

Realizan una hiperfrecuentación de servicios sanitarios y mayor consumo de psicofármacos

– La soledad no deseada representa un coste total de 14.141 millones de euros anuales en nuestro país (1,17% del PIB para el año 2021).

Los costes directos sanitarios asociados a la soledad ascienden a un total de 6.101 millones de euros, de los cuales 495.852.783 € se corresponden con el consumo de medicamentos y 5.605.600 € anuales con la frecuentación de servicios sanitarios.

Las personas en situación de soledad no deseada utilizan más los servicios de salud, sobre todo, las consultas al médico especialista y los servicios de urgencias. De igual modo, realizan un mayor consumo de medicamentos, destacando el uso y consumo de “tranquilizantes, relajantes” (33,1%, con una media de 15 envases por persona) y “antidepresivos, estimulantes” (23,5%, media de 16 envases por persona), con un gasto anual respectivo de 124,36€ y 285,09€.

La soledad no deseada conlleva importantes costes por pérdida de producción

– Con respecto los costes totales por pérdidas de producción (calculadas en base al tiempo no trabajado por las personas con soledad, ya sea por fallecimiento prematuro o jornadas de trabajo no realizadas), se estima que ascienden a 8.039.647.764 € (un 0,67% del PIB).

De estos, 7.848,4 millones de euros anuales son los costes derivados del trabajo que no se realiza (esta producción perdida equivaldría a las horas trabajadas por 312.316 trabajadores a jornada completa) y 191,2 millones están ligados a la mortalidad: se estima un total de 848 muertes prematuras asociadas a la soledad no deseada, lo que generaría una pérdida de 6.707 años potenciales de vida productiva a tiempo completo.

La reducción de la calidad de vida se estima en cerca de 1 millón de AVAC

– La soledad no deseada genera una reducción en la calidad de vida que puede estar o no asociada a la mortalidad. En cuanto a los costes intangibles no asociados a la mortalidad, la reducción de la calidad de vida se estima en cerca de 1 millón de AVAC (Años de Vida Ajustados por Calidad), que equivalen a un 2,79% de los AVAC de la población española mayor de 15 años.

Las muertes prematuras asociadas a la soledad equivalen a una pérdida anual de 17,9 mil AVAC, es decir, el 0,05% de los AVAC de la población española mayor de 15 años, de los cuales un 62% corresponde a los hombres.

El estudio incide en la importancia de mantener una vida socialmente activa, como factor determinante del bienestar individual, no solo a nivel psicológico y emocional, sino también a nivel del bienestar físico.

Sus autores concluyen señalando las limitaciones del mismo, especialmente en relación con la representatividad de la muestra, por lo que es posible que la prevalencia de personas en situación de soledad no deseada pudiera ser mayor que la estimada aquí. Esto puede condicionar también “una estimación a la baja de los costes”.

Se puede acceder al informe completo desde la página Web del Observatorio Estatal de la Soledad No Deseada o bien directamente aquí:

El coste de la soledad no deseada en España

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