Comprender el impacto que el trabajo tiene en la salud de las personas es clave para mejorar las condiciones de trabajo y evitar daños posteriores. Así lo establece la guía Vigilancia de la salud para la prevención de riesgos laborales, publicada por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social en la que se ofrece un acercamiento al ámbito de la prevención de riesgos laborales.

La guía señala las claves en el proceso de evaluación de riesgos en el trabajo, así como los tipos de programas de prevención y de mejora de las condiciones de trabajo que se pueden implementar en las empresas.

Tal y como se explica en la guía, “el control de los factores de riesgo laboral debería ser una prioridad clara porque estamos hablando de exposiciones involuntarias que, además, se pueden prevenir. Como sociedad, podemos y debemos asegurar que los daños derivados del trabajo sean identificados y reducidos”.

En un primer bloque, el documento aborda las definiciones, criterios y principios generales de la vigilancia de la salud, tales como los exámenes de salud obligatorios versus voluntarios, las actividades de cribado y salud laboral, la información al trabajo en prevención de riesgos laborales, la documentación de la vigilancia de la salud, la valoración de la aptitud, la vigilancia colectiva de la salud, la comunicación de sospecha de enfermedad profesional, la vigilancia post-ocupacional y la mejora de la calidad de las actuaciones de los servicios de prevención. Los demás bloques de la guía explican un programa general de vigilancia de la salud en la empresa, las funciones basadas en las competencias de los agentes implicados detallando las actividades a realizar por cada uno y la coordinación de las actividades en materia de vigilancia para la salud. Asimismo, la guía incluye un cuestionario de evaluación de la vigilancia de la salud, junto a otros materiales de interés.

Se puede acceder al informe en el siguiente enlace:

Vigilancia de la salud para la prevención de riesgos laborales