La menopausia es una etapa natural de la vida y, sin embargo, sigue siendo un tema tabú en muchos lugares de trabajo. De acuerdo con los datos, tres de cada cinco mujeres que experimentan la transición a la menopausia consideran que sus síntomas tienen un impacto negativo en su trabajo. Algunos de los problemas mencionados son una menor capacidad de concentración (65%), una mayor cantidad de estrés (58%) y menor paciencia con compañeros/clientes (52%), entre otros. Si bien algunas empleadas que experimentan la transición a la menopausia reciben ayuda y comprensión de compañeros y gerentes, muchas no revelan sus síntomas a sus jefes. Así lo afirma el Chartered Institute of Personnel and Development (CIPD) -asociación para profesionales de la gestión de recursos humanos de Reino Unido-, en una guía dirigida a las empresas con el fin de ayudarlas a diseñar un marco de apoyo para aquellas empleadas que experimentan la menopausia y que requieren la misma atención y comprensión por parte de sus empleadores que cualquiera que experimente otra condición de salud crónica. |
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La menopausia puede tener un gran impacto en la vida diaria de quien la experimenta y, a su vez, tener un impacto negativo en su desempeño y asistencia al trabajo. Algunos síntomas pueden durar varios años y pueden incluir ansiedad, reducción de la concentración, trastornos del sueño, sofocos y períodos abundantes, todo lo cual puede llegar a ser angustiante tanto física como emocionalmente. Los efectos psicológicos también pueden afectar a las relaciones en el ámbito laboral. Para algunas mujeres, los síntomas son tan graves que necesitan tomarse unos días libres o dejar su trabajo por completo, pero se sienten incapaces de revelar los motivos de su ausencia a sus jefes. Según datos de una encuesta llevada a cabo por la asociación, el 30% de las personas consultadas dijeron que no habían podido ir a trabajar debido a los síntomas de la menopausia, pero solo una cuarta parte de ellas se sintió capaz de decirle a su jefe de equipo la verdadera razón de su ausencia. Para el CIPD, este es un hallazgo muy revelador que evidencia el nivel de tabú/estigma que aún existe y el importante papel de los jefes de equipo para ser accesibles y brindar apoyo en esta área. A menudo, señala unos pequeños ajustes prácticos en el trabajo pueden marcar una gran diferencia para alguien que experimenta algunos de los síntomas incómodos de la menopausia. En este sentido, el CIPD pone de relieve en su documento la trascendencia de que los empleadores rompan con el estigma y el tabú que rodea a la menopausia en el trabajo y desarrollen acciones para fomentar el debate abierto y la divulgación y crear un ambiente de trabajo inclusivo donde sus empleados/as y gerentes se sientan seguros para acometer cualquier ajuste práctico que pueda ser necesario. Así, es necesario tratar la menopausia como un tema importante de salud ocupacional y de gestión de personas, normalizando la conversación sobre ella, del mismo modo en que en muchos lugares de trabajo se han comenzado a derribar las barreras y fomentar la inclusión en torno a los problemas de salud mental. Asimismo, los autores de esta guía recuerdan que, si bien a lo largo de la misma se habla predominantemente de mujeres, puede afectar también (aunque de forma inusual) a las personas trans masculinas y no binarias que no se identifican como mujeres, y que requieren el mismo apoyo y flexibilidad en el lugar de trabajo que otras personas con síntomas similares. El documento recoge una serie de recomendaciones y pautas, entre ellas las siguientes:
La guía incluye una serie de recursos de utilidad relacionados con la menopausia así como diversos apéndices donde se recogen modelos de políticas y recomendaciones para visibilizar la menopausia y abordarla de un modo eficaz dentro de las organizaciones. Se puede acceder a la guía completa desde la página Web del CIPD o bien directamente aquí: |
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