La evidencia señala la eficacia de la terapia cognitivo-conductual (TCC) para reducir conductas criminales. La TCC para personas que cometen delitos se centra en el «pensamiento delictivo» como factor que contribuye a este tipo de conductas. Al asumir que este «pensamiento delictivo» es un déficit cognitivo que se ha aprendido, la terapia cognitivo-conductual se centra en el desarrollo de habilidades cognitivas, el manejo de la ira y la restructuración del pensamiento, enseñando a las personas que delinquen a comprender los procesos de pensamiento y las elecciones que preceden al comportamiento delictivo, desarrollando a su vez la empatía y la asunción de la responsabilidad personal. Así se indica en el paquete de herramientas para la reducción del crimen publicado por el College Policing (Colegio Policial) -organismo profesional para la policía en Inglaterra y Gales-, un recurso interactivo a través del cual se resume la mejor evidencia de investigación disponible sobre las intervenciones que funcionan para reducir las conductas criminales, abarcando una amplia gama de enfoques y problemas. |
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A través de este recurso, se puede observar el impacto de las diferentes intervenciones sobre la conducta criminal y comprender cómo funcionan, qué objetivos persiguen, cómo implementarlas y su coste. Se puede acceder al paquete de herramientas a través de la página Web del College of Policing: |
Organizaciones europeas piden una atención en cuidados de larga duración basada en los derechos y centrada en la persona
La organización Mental Health Europe, junto con otras 20 asociaciones y organizaciones europeas -entre ellas, Alzheimer Europe (…)