La Gota, igual que sucede con otras enfermedades cutáneas como la psoriasis, tiene impacto en la imagen corporal de la persona e influye, por tanto, en su estado anímico. De hecho, numerosos trabajos de investigación han demostrado la relación entre la gota, la depresión y la merma en la calidad de vida.

Así lo afirma la Unidad de Investigación de la Sociedad Española de Reumatología (SER) junto con el Grupo de trabajo de la Guía de Práctica Clínica para el manejo de pacientes con Gota, en su guía Aprendiendo a convivir con la Gota, un documento a través del cual ofrecen una serie de recomendaciones, pautas prácticas y recursos de utilidad dirigidos a personas que tienen Gota, y sus familiares y cuidadores.

Estas recomendaciones se han elaborado basándose en la literatura científica existente y en el consenso y experiencia del grupo de profesionales expertos en el tema (reumatología, Atención Primaria y enfermería especializada), teniendo en cuenta también otros materiales informativos sobre Gota elaborados por sociedades científicas y organismos oficiales en España y en otros países, así como las conclusiones de un estudio de necesidades y preferencias de los pacientes con gota llevado a cabo por la Unidad de Investigación de la SER. 

El documento define la Gota como una enfermedad de depósito, cuya “forma de hacer daño es mediante el acúmulo en los tejidos de ácido úrico en forma de cristales (cristales de urato)”. La gota provoca brotes de inflamación articular -como consecuencia del depósito de cristales de urato en las articulaciones- que pueden ser muy dolorosos e invalidantes. Asimismo, se asocia a padecer con más frecuencia una enfermedad renal crónica y enfermedades cardiacas.

Tal y como señalan sus autores, con este manual se pretende ayudar a conocer mejor esta enfermedad y aprender a cuidarse mejor y mejorar la calidad de vida, complementando la información ofrecida por el equipo sanitario que les atiende.

Según indica la guía, la mejoría de la enfermedad conlleva una mejora en la calidad de vida y el ánimo del paciente, lo que puede reforzar positivamente el esfuerzo de la persona por curarse. A este respecto, insta a aprender a afrontar la enfermedad, poniendo de relieve la importancia de los pensamientos positivos en aras de mejorar el estado de ánimo.

Se puede acceder directamente al documento a través del siguiente enlace:

Aprendiendo a convivir con la Gota