En el año 2021, se produjeron en España 16.831 fallecimientos por causas externas, de ellos, 4.003 fallecimientos corresponden a casos de suicidio, una cifra que se ha incrementado durante el último año en un 1,6% y sitúa nuevamente este grave problema de salud pública como la principal causa de muerte externa en nuestro país. Este es uno de los preocupantes datos recogidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en su Estadística sobre defunciones por causa de muerte, correspondientes al año 2021 (datos definitivos) y primer semestre de 2022 (datos provisionales). Dicha publicación proporciona información anual sobre los fallecimientos acaecidos dentro del territorio nacional, atendiendo a la causa básica que los determinó, de acuerdo con la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Tal y como señala el INE en nota de prensa, el total de defunciones producidas en nuestro país durante el año 2021 fue de 450.744 defunciones, 43.032 menos que en el año anterior (un 8,7% menos), rompiendo así con la tendencia creciente de los últimos años. Por sexo, fallecieron 231.410 hombres (un 7,3% menos que en 2020) y 219.334 mujeres (un 10,2% menos). |
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Las enfermedades del sistema circulatorio, si bien se han reducido un 0,6%, continúan manteniéndose como la primera causa de muerte por grupo de enfermedades, con una tasa de 251,8 fallecidos por cada 100.000 habitantes (un 26,4% del total), seguida de los tumores, con una tasa de 240,1 fallecidos (un 25,2% del total), y de las enfermedades infecciosas -que incluyen la covid-19-, responsables de 97,2 fallecimientos por cada 100.000 habitantes (con un 10,2% del total). Las enfermedades respiratorias, se sitúan de nuevo como la cuarta causa de muerte por grupo de enfermedad, reduciéndose en un 16,3%, con 75,1 fallecidos por cada 100.000 habitantes (un 7,9% del total). De forma específica, se observa que los fallecimientos debidos a tumores han aumentado un 0,8% con respecto al año anterior, constituyendo la primera causa de muerte en los hombres (con 292,5 fallecidos por cada 100.000 hombres) y la segunda en mujeres (con 189,8 por cada 100.000 mujeres). En este listado de principales causas de muerte por grupos de enfermedades, los Trastornos mentales y del comportamiento se sitúan en séptimo lugar, ocupando un 4,6% del total, y cifrándose en 20.512 las defunciones por esta causa (1.185 menos que en 2020). Atendiendo a los fallecimientos en España en función de la edad, se detecta un descenso en la mortalidad entre los menores de un año y en los mayores de 40, registrándose la mayor disminución en las personas de 80 y más años (un 11,6% menos). Sin embargo, el incremento más alto se dio en el grupo de edad de uno a 14 años (del 11,2%), siendo las causas externas el segundo motivo de muerte en este grupo de edad (23,2% del total) -por detrás de los tumores (32,2%)-, y la principal causa de muerte entre las personas de 15 a 39 años (43,3% del total) -seguido de los tumores (21,0%)-. Por su parte, las tasas brutas más elevadas de fallecidos por cada 100.000 habitantes en las Comunidades Autónomas y las Ciudades Autónomas, corresponden al Principado de Asturias (1.324,9), Castilla y León (1.231,5) y Galicia (1.221,0), mientras que las más bajas se dieron en la ciudad autónoma de Melilla (676,3), Illes Balears (721,8) y Canarias (763,5). Sin embargo, dado que las tasas brutas de mortalidad fueron más elevadas en los territorios envejecidos -suele haber más defunciones por el efecto de la estructura de la población por edad-, el INE calculó tasas de mortalidad estandarizadas, que representan la mortalidad de cada Comunidad Autónoma si todas tuvieran la misma composición por edad. En este caso, las regiones con las tasas estandarizadas más elevadas fueron las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla (1.135,3 y 1.063,6, respectivamente) y Andalucía (972,1), presentando, por el contrario, tasas estandarizadas más bajas en Comunidad de Madrid (696,7), Comunidad Foral de Navarra (724,6) y Castilla y León (748,9). Por otro lado, en relación con las causas externas, se produjeron 16.831 muertes por causas externas (10.689 hombres -un 4,2% más que en 2020- y 6.142 mujeres -un 5,5% más-, registrándose 753 más fallecimientos por estas causas que en el año anterior (un 4,7%). Un dato alarmante es el aumento detectado en el número de suicidios en España, alcanzando ya la cifra de 4.003 fallecimientos, esto es, un 1,6% más que en 2020. Este grave problema de salud pública, definido así por la OMS, sigue siendo la primera causa externa de muerte en los hombres (con 2.982 fallecidos y un aumento del 1,8%), seguida de las caídas accidentales (1.946) y el ahogamiento, sumersión y sofocación (1.855)-, y la tercera entre las mujeres (1.021 fallecidas), por detrás de las caídas accidentales (1.709 fallecidas) y el ahogamiento, sumersión y sofocación (1.649). Por grupo de edad, llama la atención el aumento de muertes por suicidio en niños/as de 10 a 14 años, registrándose 22 casos, lo que supone la cifra más elevada tanto en relación con el año anterior como en la última década (13 en 2020 y 2 en 2011). La gravedad que está alcanzando esta problemática, se evidencia al observar los datos desglosados por grupos de edad: Tabla 1: Muertes por suicidio por grupos de edad registrados en 2021 y diferencia de casos con respecto a 2020
Resulta, cuando menos preocupante que, no sólo se han incrementado los casos, sino que, lamentablemente, tal y como viene observándose en los últimos años, continúa siendo la primera causa de muerte externa en nuestro país. De hecho, el INE recoge en su nota de prensa los datos correspondientes al primer semestre de este año 2022, que, aunque son provisionales, dejan entrever cómo esta tendencia ascendente registrada el pasado año se ha venido manteniendo: entre enero y junio de este año 2022, se contabilizan ya 2.015 fallecimientos. Todo lo anterior, pone de relieve, nuevamente, la urgente necesidad de implementar un Plan Nacional para la Prevención de Suicidio en España, inexistente aún hoy día en nuestro país. Precisamente, la prevención, detección precoz y atención a la conducta suicida es una de las líneas estratégicas recogidas en la actualización de la vigente Estrategia Nacional de Salud Mental, del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social. En este sentido, el Consejo General de la Psicología (COP) ha venido insistiendo en la necesidad de diseñar e implementar una estrategia multidisciplinar y coordinada para la prevención del suicidio, que ofrezca una respuesta integral y que dé cuenta de la naturaleza multicausal de los comportamientos suicidas. De acuerdo con la organización colegial, cualquier respuesta a un problema tan complejo debe, necesariamente, prestar atención a la prevención, la intervención y la posvención, considerando, al menos, la dimensión social, clínica y cultural de las conductas suicidas. En este contexto, una de las medidas más eficaces que ha venido planteando el COP, es la incorporación de psicólogos clínicos en Atención Primaria, lo que facilitaría tanto la detección precoz como la prevención de este grave problema, en este primer nivel asistencial de la salud. Para acceder a la nota de prensa, pincha el siguiente enlace: |
Los expertos recomiendan integrar la salud mental en los debates sobre clima y salud en la COP29
El cambio climático está afectando profundamente la salud mental y el bienestar psicológico y social al aumentar el riesgo de nuevos problemas de salud mental, así como la vulnerabilidad (…)