En el entorno e-work y smart work surgen continuamente nuevas formas organizativas, y el componente físico tiende a ser cada vez menor, mientras que el componente mental tiene más relevancia. Así, de la carga física propia del trabajo, se pasa a una sobrecarga cognitiva y emocional. Así lo advierte el Instituto Asturiano de Prevención de Riesgos Laborales en un documento a través del cual pretende establecer las bases y pautas para una correcta implantación y desarrollo del teletrabajo en las organizaciones. Tal y como señalan sus autores, en los últimos años y, con el fin de poder adaptarse a las nuevas circunstancias, las empresas están pasando de modelos tradicionales presencialistas y de control de los tiempos a modelos por objetivos más flexibles; sin embargo, se observa que muchas organizaciones no están preparadas para gestionar estos nuevos modelos de trabajo. Por este motivo, se ha publicado esta guía, dirigida a organizaciones o personas interesadas en establecer un sistema de teletrabajo independiente de su tamaño o vinculación laboral, y ayudarlas a que sea adecuado, seguro y saludable. |
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A lo largo de sus páginas, el documento recoge los diferentes factores de riesgo laboral que genera el teletrabajo tanto para las personas como para las organizaciones, el impacto del teletrabajo en la salud física y mental de los/as trabajadores/as, el marco legal y jurídico de referencia actual, los factores esenciales para una correcta gestión del desempeño en el teletrabajo, y los pasos a seguir para elaboración de un Plan de Teletrabajo Seguro y Saludable. A este respecto, propone diferentes acciones a realizar para la consecución de un sistema óptimo de teletrabajo dentro de un ciclo PDCA facilitando su integración en el sistema de gestión de la organización (PDCA por los pasos Plan, Do, Check, Act, denominados en la guía como Planificación, Apoyo y operación, Evaluación y desempeño y Mejora). Los autores ponen de relieve la necesidad de tener especial cuidado en la detección de sobrecarga de tareas, principalmente en el caso de las mujeres trabajadoras, que son quienes tradicionalmente han soportado el peso de las labores domésticas que incluyen el cuidado de menores o personas ancianas, entre otras. En este sentido, recuerda que, pese a que en teoría el teletrabajo facilita la coordinación de las actividades domésticas y familiares, en la práctica y en significativos casos esta coordinación se ve dificultada, derivando en un ambiente laboral inadecuado, con constantes interrupciones y un mayor desgaste psicológico, situaciones que deben detectar los servicios de prevención para aplicar criterios correctores en las medidas a implantar. Con respecto a la formación de los/as trabajadores/as, la guía incide en la importancia de formar en factores de riesgo psicológico y social, recogiendo las siguientes recomendaciones extraídas de la Guía para el Teletrabajo del Colegio Oficial de Psicólogos de la Comunidad Valenciana: Pautas para la mente (establecer rutinas, espacios, rituales de inicio o de desconexión), organización (agendar y priorizar, fijar tiempos de trabajo y descanso, fijar momentos para la conciliación) y comunicación (utilizar los canales de comunicación para mantener la conexión, buscar formas virtuales para conservar las relaciones informales en la organización). El documento incluye también una relación de buenas prácticas en la materia, que se integran en un catálogo resumen de las fases y medidas necesarias para la implantación del Plan de Teletrabajo Seguro y Saludable, vinculando todo ello a los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Se puede acceder a la guía desde la página Web del Instituto Asturiano de Prevención de Riesgos Laborales o bien directamente aquí: Guía para la elaboración de un plan de teletrabajo seguro y saludable |
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