El pasado mes de julio de 2011, Chicco presentó su Estudio sobre la Infancia y la Maternidad 2010, realizado con el objetivo de conocer la opinión que los padres y las madres de niños de hasta cinco años tienen sobre la calidad de la atención que brindan a sus hijos. Para ello, se contó con una muestra total de 341 personas (170 madres y 171 padres), que fueron seleccionados de manera aleatoria en la Comunidad de Madrid. Todos ellos completaron una entrevista online semiestructurada que abordaba tres áreas temáticas diferentes: (1) cuidar de los hijos y trabajar fuera del hogar, (2) jugar con los hijos y compra de juguetes, y (3) compartir y educar. |
En general, respecto al tema de la conciliación laboral, la entrevista evidencia que son las madres en mayor proporción (51,8%) las que reconocen haber tenido que dejar de trabajar en alguna ocasión para cuidar de los hijos, frente a los padres (41,5%). Aquellas que no se han visto obligadas a no dejar de trabajar (48,2%), afirman que se ha debido a que el niño era atendido bien en la guardería bien por una cuidadora, sólo el 4,9% reconoció tener un horario flexible. A pesar de que tanto la mayoría de las madres entrevistadas (52,5%) y como de los padres (51,9%) dice que dejaría de trabajar para cuidar de los hijos en caso de que la pareja ganara el suficiente dinero, la realidad es que la mayoría de los padres (88,3%) y casi la mitad de las madres (44,8%) dicen tener un trabajo a jornada completa. No obstante, la mitad de los padres y de las madres participantes en este estudio creen que el trabajo no afecta a la relación con sus hijos (51,9% y 52,5%, respectivamente), pero casi el 60% de los progenitores considera que solicitar permisos de maternidad o de paternidad para atender a los hijos es perjudicial para la carrera profesional o la seguridad en el empleo.
En relación con el tiempo dedicado a jugar con los hijos, destaca que, frente a un 49% de los padres, la mayoría de las madres (66,5%) considera que juega el tiempo suficiente con sus hijos, siendo la falta de tiempo la principal explicación por la que no pueden jugar con ellos (80,7% y 91,7% de madres y padres, respectivamente).
En general, las madres entrevistadas dedican una media de 12,47 horas diarias a la educación y cuidado de los hijos, frente a las 5,24 horas que dedican los padres. A pesar de la diferencia de tiempo, tanto las madres como los padres se sienten satisfechos de las horas dedicadas a sus hijos, aunque también destacan que les gustaría disponer de más horas para atenderles.
Finalmente, en cuanto a su educación ambos progenitores creen que, en general, es importante poner límites acordes a la edad y con cierta flexibilidad, subrayando que tanto los abuelos como los cuidadores o los educadores de las guarderías son los agentes más importantes, tras los padres, que influyen en la educación de los niños menores de cinco años.
En conclusión, parece que los padres y madres reconocen la importancia de dedicar tiempo a los hijos, dando más importancia a la calidad del tiempo de dedicado que a la cantidad y reconociendo la necesidad de poner límites para una adecuada educación. No obstante, parece que la conciliación laboral constituye aún una asignatura pendiente, puesto que son pocos los progenitores que dicen disponer de un horario de trabajo flexible para poder atender a los hijos, y, en su mayoría, creen que la solicitud de permisos de paternidad o de maternidad serían perjudiciales para el desarrollo de su carrera profesional o para la seguridad en su trabajo.