La revista The Science Daily, del 9 de septiembre (http://www.sciencedaily.com/), publica una reseña sobre un reciente estudio llevado a cabo en la Universidad del Sur de California por el equipo de Hanna y Antonio Damasio, y publicado originalmente en la revista Cerebral Cortex. |
Según refiere la publicación, esta investigación pone de relieve que cuando se mira un objeto, el cerebro no sólo procesa la apariencia de dicho objeto, sino que también recuerda lo que se siente al tocarlo. Esta conexión es tan fuerte que, teniendo en cuenta sólo los datos obtenidos de la parte del cerebro que procesa el tacto, se puede predecir cuál es el objeto que se está mirando.
Basándose en trabajos previos que demuestran un vínculo similar entre las áreas visual y auditiva del cerebro, este grupo de investigación utilizó escáneres de resonancia magnética cerebrales, especialmente programados para explorar la interacción entre la memoria y los sentidos.
En el estudio se pidió a un grupo de sujetos que visionasen 5 vídeos de manos tocando diferentes objetos, mientras se escaneaba la parte del cerebro que se encarga de procesar las sensaciones táctiles.
Con los datos generados por el escáner, se pudo predecir con exactitud, sólo basándose en cómo había reaccionado la corteza cerebral que se encarga del tacto, cuál de los 5 vídeos habían estado viendo los participantes en el estudio.
Cuando se pide a alguien que imagine la diferencia entre tocar un objeto frío de metal y la piel caliente de un gatito, la mayoría de la gente admite que puede, literalmente, sentir las dos sensaciones en su mente. Lo mismo ocurrió con estos sujetos cuando se les mostraron los vídeos de las manos tocando los diferentes objetos. Los resultados muestran que «imaginar el tacto con la mente» activa las mismas partes del cerebro que cuando la experiencia es de tacto real. Los cerebros humanos capturan y almacenan las sensaciones físicas, y luego pueden reproducirlos cuando ven la imagen correspondiente.