El pasado 2 de julio de 2012, el Grupo Parlamentario Popular registró, en el Congreso de los Diputados, una proposición no de ley relativa a la promoción de medidas con las que impulsar un mejor tratamiento de la salud mental infanto-juvenil. Se trata de una iniciativa que, de salir adelante, supondrá un importante cambio en la atención que se presta a este colectivo en nuestro país, así como dará respuesta a la demanda que desde hace años vienen realizando las asociaciones de familiares de niños con problemas de salud mental.
Entre las medidas que se contemplan en dicha proposición no de ley se encuentran las siguientes:
- Realizar en colaboración con las comunidades autónomas un registro de los trastornos y enfermedades mentales, tipos, incidencia, etc., con la finalidad de realizar estudios epidemiológicos y estadísticos, y dar las respuestas asistenciales más adecuadas.
- Crear, en coordinación con las diferentes administraciones, circuitos de actuación bien definidos que agilicen las exploraciones para un diagnóstico más rápido, permitiendo así una intervención precoz y específica en los casos que se requiera.
- Promover la consolidación de las unidades de salud mental-infanto juvenil como recurso preventivo, asistencial y rehabilitador, garantizando además la relación constante y fluida con las instituciones vinculadas con la infancia.
- Elaborar, en coordinación con las autonomías, un Plan de Salud Mental Infantil y Juvenil, que aborde las especificaciones propias de cada uno de los territorios, pero que garantice una correcta y eficaz atención en todas ellas
Tal y como se argumenta en dicho texto, la salud mental de la población infantil requiere especial atención dado que de ella depende un adecuado desarrollo social, cognitivo y corporal del niño, así como una adaptación continua y satisfactoria con su entorno. Además, subraya la proposición, la salud mental infanto-juvenil supone un «importante reto para el Sistema Nacional de Salud» ( ) «Los momentos actuales, los desequilibrios económicos, la inestabilidad familiar, los problemas de los padres por pérdidas de trabajo, la violencia intrafamiliar, la inquietud o la exclusión social, aumentan las consecuencias adversas y el riesgo de problemas de salud mental de nuestros niños y adolescentes». |
La proposición no de ley, registrada el pasado 2 de julio, será sometida a debate en la Comisión de Sanidad y Servicios Sociales del Congreso.