El Instituto Nacional de la Excelencia para la Salud y la Atención del Reino Unido (National Institute for Health and Care Excellence, NICE) ha publicado la guía de práctica clínica para la evaluación y el tratamiento de los trastornos de alimentación (Eating disorders: recognition and treatment, NG69). La guía está dirigida a cualquier profesional (sanitario, educativo, forense ) que trabaje con personas con trastornos de alimentación, así como a familiares, cuidadores y otros proveedores de salud. La guía reúne recomendaciones, basándose en la revisión de la literatura existente, para la evaluación, el tratamiento, el seguimiento y la atención de niños, jóvenes y adultos con anorexia nerviosa, trastorno por atracón y bulimia nerviosa, así como con otros trastornos de alimentación. Las recomendaciones se encuentran agrupadas en los siguientes puntos: | |||
En relación con los principios generales de actuación, la guía reconoce, entre otros aspectos, la importancia de incluir la evaluación de la salud mental y la atención de la familia y los cuidadores de las personas con trastornos de alimentación, debido a la importante fuente de estrés que supone el cuidado de estas personas. Asimismo, se debe considerar la evaluación de las necesidades emocionales, educativas, laborales y sociales de las personas con anorexia nerviosa, trastorno por atracón o bulimia nerviosa a lo largo del tratamiento. En el tratamiento de los diferentes trastornos de alimentación, el NICE recomienda el abordaje multidisciplinar y la coordinación entre los diferentes servicios. Tal y como establece el NICE es imprescindible contemplar el tratamiento psicológico, siendo la terapia cognitivo-conductual el tratamiento recomendado. Por el contrario, el NICE desaconseja el uso de terapias físicas, tales como la estimulación mangética trascraneal, la acupuntura o el yoga. La guía establece la duración y los componentes básicos del tratamiento psicológico que se debe ofrecer tanto a los adultos como a los niños y jóvenes que presenten estos cuadros diagnósticos. Así, por ejemplo, en el caso de los adultos con anorexia, el NICE recomienda que la terapia cognitivo-conductual se lleve a cabo en 40 sesiones a lo largo de 40 semanas. El tratamiento debe orientarse a reducir el riesgo de problemas de salud física y de otros síntomas asociados a la anorexia, promover hábitos de alimentación saludable y alcanzar un peso corporal saludable. Entre los componentes del programa de intervención, el NICE establece la necesidad de incluir la alimentación, la reestructuración cognitiva, la regulación emocional, las habilidades sociales, la preocupación por la imagen corporal, la autoestima y la prevención de recaídas. Además, el programa de intervención debería personalizarse a cada paciente en relación con los procesos implicados en el mantenimiento de la conducta problemática, incluir la explicación de los riesgos para la salud de la malnutrición y contemplar la mejora de la auto-eficacia del paciente. El autorregistro de la comida ingerida y de los pensamientos y sentimientos asociados y la realización de tareas para casa también constituyen elementos de interés a incorporar en el programa, según el NICE. Las personas interesadas pueden consultar la guía en el siguiente enlace: Eating disorders: recognition and treatment, NG69 | |||
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